viernes, 26 de octubre de 2012

A Streetcar Named Desire (Un tranvía llamado deseo) - (1951)



TÍTULO ORIGINAL: A Streetcar Named Desire

AÑO: 1951

DURACIÓN: 122 min.

PAÍS: EE.UU.

DIRECTOR: Elia Kazan.

GUIÓN: Tennessee Williams (Teatro: Tennessee Williams)

MÚSICA: Alex North.

FOTOGRAFÍA: Harry Stradling.

REPARTO:

Vivien Leigh, Marlon Brando, Kim Hunter, Karl Malden, Rudy Bond, Nick Dennis, Peg Hillias, Richard Garrick, Ann Dere 

PREMIOS:

1951: 4 Oscars: Actriz (Leigh), actor sec. (Malden), actriz sec. (Hunter), direcc. artíst.

1951: Festival de Venecia: Premio Especial del Jurado y mejor actriz (Vivien Leigh)

1951: Círculo de críticos de Nueva York: Mejor película

SINOPSIS:

Blanche, que pertenece a una rancia y arruinada familia sureña, es una mujer madura y decadente que vive anclada en el pasado. Ciertas circunstancias la obligan a ir a vivir a Nueva Orleáns con su hermana Stella y su cuñado Stanley (Marlon Brando), un hombre rudo y violento. A pesar de su actitud remilgada y arrogante, Blanche oculta un escabroso pasado que la ha conducido al desequilibrio mental. Su inestable conducta provoca conflictos que alteran la vida de la joven pareja.

COMENTARIOS:

El problema que surgen con las películas antiguas es que, debido a la falta de originalidad que reina hoy día, una vez vistas, te parecen más de lo mismo, sin pararte a pensar que ellas fueron las originales....pero bueno, de eso no tiene culpa la película.


Es la historia de cómo la inocencia y la belleza sucumben ante la miseria de la realidad. De cómo la ley del más fuerte es la que se impone en este mundo que conocemos. De cómo de nada vale ser bello, delicado y culto, si la fuerza y la maña vencen.

Adaptarse o enloquecer. Blanche y Stella, hermanas, comparten un mismo origen, y Stella era tan delicada como Blanche. Pero cambió en cuanto se marchó y chocó contra la realidad. Contra lo peor del ser humano. Pero supo adaptarse e incluso enamorarse de uno de los que al principio tanto abominaba: Stanley Kowalski.

Blanche, en cambio, se quedó en su mundo de ensueño, enamorándose de un hombre que no era el adecuado -pese a ser tan sensible y culto como ella, el hombre de sus sueños, cómo no-, y a cada golpe que la realidad le daba, Blanche no hacía más que huir y refugiarse en sus sueños. La bola de nieve, encarnada en el desprecio y la burla de los que la conocían, se hacía cada vez más y más grande, y al final buscó refugio en sus orígenes, intentando encontrar un apoyo que le permitiera vivir en paz en su ensueño: su hermana. Por desgracia, ella había cambiado. Así es cómo empieza el descenso a la locura de Blanche.

Es duro ser débil. Sobre todo cuando el entorno se aprovecha de dicha condición. No puedo evitar compadecerme inmensamente de Blanche cada vez que se da de bruces contra la realidad, y sentir un nudo en el estómago al ver cómo acepta cualquier cosa con tal de que venga en el paquete adecuado ("siempre he dependido de la amabilidad de los extraños")... Parecía un cachorrito desvalido comiendo, con cautela pero con el rabo meneando levemente, de la mano del encargado de la perrera municipal a donde le va a llevar para su posterior sacrificio.


Es una película tan cruel como el propio Kowalski: te da una bofetada y te hace ver cómo son realmente las cosas, sin medias tintas. "O lo aceptas, o vas a acabar muy mal", es lo que nos dice.

Maravillosa Vivian Leigh en el papel de Stella, sus ojos de animal herido, asustadizo, quebradizo, se quedan grabados en nuestra memoria.

Inconmensurable presencia escénica de Marlon Brando, ya no sólo por su portentoso físico con esa camiseta blanca pegada a su cuerpo, si no por haber logrado con sus miradas y su agresividad uno de los papeles más imborrables en la historia del cine: Stanley Kowalsky. Actor de método…

Son muchos los que están de acuerdo en que "En un tranvía llamado deseo"la conjunción de teatro y cine roza la perfección, el texto, el guión, los escenarios......la interpretación de los principales protagonistas es sencillamente soberbia.

Hay tantos temas que se abordan en el texto-guión, que es casi un compendio sobre las emociones humanas: crueldad, frustración, celos, inseguridad, necesidad de afecto...a lo que se suma  el peso del irrefrenable paso del tiempo, la falta de escrúpulos y el miedo a quedarse solos y sin ningún tipo de amparo en los demás.

En ese duelo sin tregua entre Stanley y Blanche ¿hay alguien que salga airoso en este escenario de almas infelices?


Os dejo una última cita, que me parece tremendamente reveladora:

"¿Recta? ¿Qué entiendes por recta? Una línea puede ser recta, o una calle ¿Pero el corazón de un ser humano? "

Son dos mundos tan opuestos que inevitablemente entran en choque.


Tráiler:


Calificación: Excelente.

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