sábado, 26 de diciembre de 2015

La madurez del cine - Charlotte Rampling y Tom Courtenay (45 years)





La madurez del cine


Un repaso a 50 años de celuloide: encuentro con dos veteranos del séptimo arte que saben envejecer en un mundo obsesionado con la juventud.



Tom Courtenay comparece con muchos minutos de adelanto y provisto de un café y un bollo comprados en un take away cercano al hotel de Londres designado para la cita. Una vez en la salita de espera habilitada por la productora, instala sus bien llevados 78 años en un rincón, casi se desdibuja, para no interferir en el ajetreo de los relaciones públicas. Y lo hace con una discreción que es la antítesis de la pose de estrella. Aunque hablemos de uno de los iconos de la new wave que revolucionó el cine británico hace medio siglo, de una respetada figura de las tablas que además tiene el título de sir y del coprotagonista de uno de los mejores filmes de la presente temporada, 45 años, dirigida por su compatriota Andrew Haigh.



Tom Courtenay



La entrada en escena de la actriz que le ha acompañado en esa aventura cinematográfica disipa cualquier espejismo de normalidad en la salita. Por algo se le conoce en su Francia de adopción como La Légende (la leyenda). Todos los ojos están puestos en Charlotte Rampling, todavía propietaria de esa mirada verde y felina que a lo largo del último medio siglo ha fascinado a un abanico de realizadores de primera línea, desde Luchino Visconti hasta Woody Allen. Es muy consciente de la atención que concita, aunque la reciba desde un distanciamiento muy británico. Ataviada con un traje pantalón tan funcional como elegante, saluda a quienes conoce, hace caso omiso del resto y entabla una conversación con Courtenay que acaba derivando en las ventajas de viajar con una maleta de dimensiones aptas para entrar en cabina. El mensaje está claro: cumplidos los 69 años, sigue siendo una actriz muy demandada a ambos lados del Atlántico, ya sea para participar en proyectos de cine, televisión e incluso del ámbito teatral al que antaño había sido tan reacia.


“Si las películas son fieles a la vida, pueden atraer a un público de cualquier edad”, asegura la actriz Charlotte Rampling.



Charlotte Rampling



Rampling y Courtenay, dos leyendas vivas del cine europeo, exudan al natural la misma química que en la gran pantalla los ha trasmutado en un matrimonio de largo recorrido, enfrentado a una inesperada crisis cuando el cuerpo congelado de la novia de juventud del marido es localizado en un glaciar suizo. Nunca habían trabajado juntos y solo se conocieron recientemente al coincidir en un festival. Pero el éxito de 45 años, que se estrena en España el 18 de diciembre, jaleada por la crítica, y con la que acapararon los premios de interpretación en la última Berlinale, les ha convertido en la pareja cinematográfica más reclamada del momento. Dos personajes maduros, a cargo de unos intérpretes que juntos suman casi un siglo y medio, se imponen a contracorriente en una cartelera habitualmente reflejo de la obsesión de nuestra era con la eterna juventud. Aunque Rampling no está de acuerdo: “Si las películas son fieles a la vida, pueden atraer a un público de cualquier edad. Y esta película lo es”, subrayará más tarde en el cara a cara.



Tom Courtenay



A Tom Courtenay sigue sorprendiéndole volver a ser el centro de la atención mediática gracias a un filme que considera un regalo en edad tardía. “Es maravilloso conseguir un papel romántico cuando está claro que ya no voy a interpretar a Romeo. Tengo 78 años y todavía espero que la gente me diga: ‘¡Ni hablar!”, resume sobre su rol en la película, que implicó rodar una escena de sexo sobre la que cierta prensa británica ha buscado el lado más morboso, con dos protagonistas entrados en años que en su día ejercieron de iconos de los sesenta. El actor minimiza el revuelo (“En Inglaterra hay mucha estupidez”) y asegura que la escena de cama no le preocupó “lo más mínimo”. Y añade: “Pero me tenía obsesionado la del baile con Char­lotte, porque no domino la técnica…”.


Courtenay es un hombre sencillo y afable. Emocionado, durante la entrevista recalca cómo el Oso de Plata recibido en el Festival Internacional de Cine de Berlín le llega medio siglo después de haber obtenido la Copa Volpi de Venecia por la cinta King and Country, de Joseph Losey (1964). La suya no fue una estrella fugaz apagada tempranamente por otros caprichos de la industria, sino que él mismo decidió autoimponerse un largo paréntesis en el cine, y en pleno auge de la fama, al sentirse desbordado por lo que califica de ascensión “meteórica”. Nacido en una familia de clase trabajadora del norte de Inglaterra (Hull, 1937), su talento becado en la prestigiosa escuela de teatro RADA le procuró el salto directo desde la graduación al estrellato. Para una generación de cinéfilos de los swinging sixties, el anguloso rostro de Courtenay, la expresividad de sus ojos y un acento regional que otros actores británicos solían reprimir encarnaron la resistencia al statu quo como abanderado del nuevo cine de realismo social. Su protagonismo en los títulos emblemáticos La soledad del corredor de fondo y Billy, el embustero le abrieron la puerta de Hollywood para encarnar en 1965, y bajo la batuta de David Lean, al idealista Pável Antípov en Doctor Zhivago.



Charlotte Rampling


“Empecé demasiado pronto, cuando todavía no sentía confianza como actor, y por eso lo dejé”, relata sobre aquellos tiempos de inseguridad en los que le hundió la muerte temprana de su madre. Se refugió en el teatro durante las dos siguientes décadas, simultaneando los escenarios de Reino Unido con los de Broadway (Nueva York), pero acabó regresando al cine con incursiones puntuales. En 1983 su nombre apareció entre los nominados al Oscar por su papel en El vestidor. Asegura no haberse arrepentido nunca de aquel plantón de juventud (en otro caso, “no habría podido protagonizar solos en el teatro como el de El rey Lear”), pero ahora, muy cerca de convertirse en octogenario, da por finiquitada su etapa sobre las tablas: “A mi edad, prefiero levantarme pronto y no tener que aguantar nervioso todo el día la presión de la función de noche. Lo que quiero es hacer películas, y no me importa que me pidan encarnar al abuelo, ya sé que no será fácil recibir propuestas como la de 45 años…”.



Tom Courtenay y Charlotte Rampling



La magnética presencia de Charlotte Rampling (Essex, 1946) ha sido, por el contrario, muy prolífica en las últimas cinco décadas de cinematografía, aunque incluyeran un periodo de semirretiro derivado de la vida personal (“dejé de trabajar porque era más difícil hacerlo todo a un tiempo”, explica sobre sus dos matrimonios; el último, ya disuelto, con el músico francés Jean-Michel Jarre). La hija de un militar británico destacado en Francia, criada a caballo de las dos orillas del canal, debutó como protagonista en el filme Georgy Girl (1966) y pronto encarriló la transición desde belleza seductora hasta musa del cine europeo de autor. Nunca se dejó tentar por “papeles fáciles”, lo suyo siempre ha sido el desafío en proyectos arriesgados. Es difícil olvidar aquel cartel de cine con el que escandalizó a mediados de los setenta: el torso desnudo, los brazos enfundados en guantes negros y tocada con el gorro de oficial nazi, presentación de la película de Liliana Cavani El portero de noche, sobre las prisioneras judías convertidas en esclavas sexuales de los campos de concentración. La hemos visto enamorada de un simio en Max, mi amor, ejerciendo de femme fatale frente a Paul Newman en una de sus incursiones en ese Hollywood donde nunca se quiso instalar (Veredicto final) o de madura turista sexual en Haití (Hacia el sur).





“Creo que siempre he hecho lo que quería hacer, aunque quizá no sabes bien lo que quieres cuando eres joven”, reflexiona sobre una carrera que volvía a repuntar en la entrada del nuevo milenio a partir de dos aclamados filmes del francés François Ozon (Bajo la arena y La piscina). De nuevo inmersa en una frenética actividad laboral, decidió embarcar sus maletas hacia el gris paisaje de Norfolk, en el norte de Inglaterra, para interpretar en 45 años a una mujer forzada a cuestionar los cimientos de su longevo matrimonio, “el tipo de trabajo que me gusta, una suerte de investigación arqueológica de los seres humanos”. La crítica británica ha sentenciado que su personaje, construido a base de silencios y de su intensa mirada, es el papel de su vida.


El pasado febrero, la actriz exhibía exultante el Oso de Plata ganado en Berlín, recordando que apenas ha sido receptora de premios. ¿Una vindicación? “Si, no… [duda]. Significa mucho para mí, es especial en tanto que responde a la decisión de un jurado mixto integrado por ocho personas, y no el de los Oscar, donde el voto representa a una sección de la industria”. Imposible arrancarle una palabra más sobre esa velada crítica a la industria. Pide pasar a otra pregunta. Char­lotte Rampling es una entrevistada con fama de difícil o cuando menos de voluble, que lo mismo despacha a los periodistas con la mayor frialdad que decide regalar su cara más dulce. Resulta distante y en ocasiones cortante; sus respuestas suenan directas e incisivas.


Sobre la queja recurrente de las actrices maduras ante la sequía de papeles replica: “A mí no me ha pasado, quizá porque he tomado un camino diferente que no es el comercial, sino el del cine independiente y de autor. Sigo consiguiendo grandes trabajos y no tengo queja. Pero no hay demasiados papeles buenos para los actores de cualquier edad, eso no es lo que hoy busca el cine”. Musa también del mundo de la moda y de destacados fotógrafos, que a los 63 años posó desnuda para la cámara de Juergen Teller en el Museo del Louvre, no le gusta la pregunta sobre el peso que haya podido ejercer el físico en su carrera: “Me he convertido en lo que me he convertido por lo que he hecho. Y no puedo decirle lo que ha contado y lo que no”. Ha asumido el proceso de envejecer ante los focos sin retoques del cirujano, y asegura: “Si puedes aprender a vivir con tu cara, entonces te proponen los papeles que estoy haciendo ahora. Quizá, si la cambiara, no estaría trabajando tanto… Es representativo de quien soy intentar vivir con mi cara tal como es”.


La prensa de su tierra la ha descrito como “tremendamente británica en la superficie, con un marcado sello europeo en el sustrato”. La actriz se relaja y esboza una cálida sonrisa al escuchar la definición. “Es muy bonita. Siempre quise ser europea y me alegra que se me reconozca como tal. Mi identidad es británica, eso nunca cambiará, pero he adoptado cierto sentimiento europeo después de haber vivido tantos años en Francia…”. En el pasado ha hablado de periodos ensombrecidos por crisis depresivas, pero hoy se declara una persona feliz que disfruta más que nunca de su oficio y se siente “libre para viajar, más disponible”.


El mismo estado de ánimo que poco antes decía compartir Tom Courtenay, dispuesto a saborear ese resurgir en su carrera. El terreno ganado con la veteranía no le exime de sentirse “todavía nervioso antes de actuar”. “De otro modo sería un insulto para el público, pero ahora domino mucho mejor los resortes del oficio para afrontarlo”. Su decisión de despedirse de las tablas coincide con el reciente interés de Charlotte Rampling por explorar proyectos teatrales en forma de “recitales y música, monólogos e instalaciones de artistas contemporáneos”. ¿Se plantea encarar alguna vez los clásicos? “Estoy segura de que llegará el momento, pero voy decidiendo sobre la marcha y según el momento de mi vida, que sigue evolucionando. Nunca planeo las cosas, sencillamente las siento…”.

(elpaissemanal@elpais.es)

viernes, 18 de diciembre de 2015

36ª edición de los premios del Círculo de Críticos de Londres (36th edition of the awards of the London Critics Circle)




"Carol"

La 36ª edición de los premios del Círculo de Críticos de Londres ha anunciado sus nominaciones. Carol de Todd Haynes, encabeza la lista con siete candidaturas, incluyendo mejor película del año y mejor actriz del año tanto para Cate Blanchett como para Rooney Mara. 45 años de Andrew Haigh acumula seis nominaciones, mientras que Mad Max: Furia en la carretera, de George Miller, El Renacido, de Alejandro González Iñárritu, y Steve Jobs, de Danny Boyle, suman cinco cada una. La ceremonia tendrá lugar el próximo 17 de enero y Kenneth Branagh recibirá el galardón Dilys Powell a la Excelencia en el Cine.


Rich Cline, presidente de los Premios del Círculo de Críticos, ha dicho que en esta edición “resultaron nominados más de 200 títulos solo en la categoría de Película del Año, representando el amplio abanico de opiniones y el elevado número de trabajos que los críticos ven cada año. Llegar a la lista final de nominados no ha sido nada fácil este año”.

A continuación la lista completa de nominados:



Película del Año 

45 años
Amy
Carol
Del revés (Inside Out)
La mirada del silencio
Mad Max: Furia en la carretera
Marte
El renacido
La habitación
Spotlight




Película Británica/Irlandesa del Año  

45 años
Amy
Brooklyn
Langosta
London Road 




Película Extranjera del Año 

Eden
Qué difícil es ser un dios
La mirada del silencio
El cuento de la princesa Kaguya
The Tribe




Documental del Año 

Amy
Going Clear: Scientology and the Prison of Belief
La mirada del silencio
Palio
A Syrian Love Stor





Actor del Año 

Tom Courtenay - 45 años
Paul Dano - Love & Mercy
Leonardo DiCaprio - El renacido
Michael Fassbender -Steve Job
Tom Hardy – Legend





Actriz del Año 

Cate Blanchett – Carol
Brie Larson – La habitación
Rooney Mara – Carol
Charlotte Rampling - 45 años
Saoirse Ronan – Brooklyn




Actor de Reparto del Año 

Benicio Del Toro – Sicario
Tom Hardy - El renacido
Oscar Isaac - Ex Machina
Michael Keaton – Spotlight
Mark Rylance - El puente de los espías





Actriz de Reparto del Año 

Olivia Colman - Langosta
Kristen Stewart – Viaje a Sils Maria
Tilda Swinton – Y de repente tú
Alicia Vikander - Ex Machina
Kate Winslet - Steve Jobs





Director del Año 

Andrew Haigh - 45 años
Todd Haynes – Carol
Alejandro G Iñárritu - El renacido
George Miller - Mad Max: Furia en la carretera
Ridley Scott - Marte





Guionista del Año 

Emma Donoghue – La habitación
 Nick Hornby – Brooklyn
Phyllis Nagy – Carol
Josh Singer & Tom McCarthy – Spotlight
Aaron Sorkin - Steve Jobs





Actor Británico/Irlandés del Año 

Michael Caine - Kingsman: Servicio Secreto, La juventud
Idris Elba - Beasts of No Nation, Second Coming
Colin Farrell - Langosta, La señorita Julia
Michael Fassbender – Macbeth, Slow West, Steve Jobs
Tom Hardy - Legend, London Road, Mad Max: Furia en la carretera, El renacido




Actriz Británica/Irlandesa del Año 

Emily Blunt – Sicario
Carey Mulligan – Lejos del mundanal ruido, Sufragistas
Charlotte Rampling - 45 años, The Forbidden Room
Saoirse Ronan - Brooklyn, Lost River
Kate Winslet - The Dressmaker, A Little Chaos, Steve Jobs





Joven Intérprete Británico/Irlandés del Año 

Asa Butterfield - X + Y
Milo Parker - Mr Holmes, Robot Overlords
Florence Pugh - The Falling
Liam Walpole - The Goob
Maisie Williams - The Falling





Cineasta Revelación Británico/Irlandés del Año 

Tom Browne – Radiator
Mark Burton & Richard Starzak – La oveja Shaun: La película
Emma Donoghue – La habitación
Alex Garland - Ex Machina
John Maclean - Slow West





Cortometraje Británico/Irlandés 

Directed by Tweedie - Duncan Cowles
Leidi - Simon Mesa Soto
Over - Jorn Threlfall
Rate Me - Fyzal Boulifa
Stutterer - Benjamin Cleary





Premio al Logro Técnico 

Carter Burwell, música – Carol
Wade Eastwood, dobles de acción - Misión imposible: Nación secreta
Colin Gibson, diseño de producción - Mad Max: Furia en la carretera
Elliott Graham, montaje - Steve Jobs
Edward Lachman, forografía – Carol
Tom Ozanich, diseño de sonido – Sicario
Sandy Powell, vestuario – Cenicienta
John Seale, fotografía - Mad Max: Furia en la carretera
Alistair Sirkett y Markus Stemler, diseño de sonido – Macbeth
Andrew Whitehurst, efectos especiales - Ex Machina

miércoles, 16 de diciembre de 2015

Estreno recomendado de la semana: 45 years (45 años) - (2015) - (Director: Andrew Haigh)




45 años (2015)

Nacionalidad: Reino Unido.

Drama, duración: 1h y 35 min.

Director:  Andrew Haigh.

Reaprto:  Charlotte Rampling, Tom Courtenay, Dolly Wells…

Título original película "45 Years”

Fecha estreno 18 diciembre 2015.

Sinopsis: 

Sólo falta una semana para que Kate y Geoff Mercer celebren el 45 aniversario de su boda. Tienen pensado dar una fiesta y los preparativos van viento en popa. Entonces, Geoff recibe una carta comunicándole que ha sido descubierto el cuerpo de su primer amor, congelado e intacto en un glaciar de los Alpes suizos. Cinco días después, cuando llega el día de la fiesta, puede que ya no quede nada que celebrar.



"Es (...) [un] conmovedor y absorbente drama con dos intérpretes que ofrecen la sabiduría y la técnica de toda una vida en sus interpretaciones. (...) Puntuación: ★★★★ (sobre 5)" (Peter Bradshaw: The Guardian).


Premios:


2015: Festival de Berlín: Mejor actor (Courtenay) y actriz (Rampling).

2015: Premios del Cine Europeo: 3 nominaciones incluyendo mejor actriz/actor (Rampling y Courtenay.)

2015: Premios del Cine Europeo: Mejor actriz (Rampling).

2015: Festival Internacional de Valladolid - Seminci: Mejor actriz (Charlotte Rampling).

2015: National Board of Review (NBR): Mejores películas independientes del año.

2015: Críticos de Los Angeles: Mejor actriz (Charlotte Rampling).

2015: Satellite Awards: Nominada a Mejor actriz (Charlotte Rampling).

2015: Festival de Edinburgo: Mejor film británico, mejor interpretación (Rampling).


 Trailer: