jueves, 11 de octubre de 2012

Elmer Gantry (El fuego y la palabra) -(1960)





TÍTULO ORIGINAL: Elmer Gantry

AÑO: 1960

DURACIÓN: 145 min.

PAÍS: EE.UU.

DIRECTOR: Richard Brooks.

GUIÓN: Richard Brooks (Novela: Sinclair Lewis).

MÚSICA: André Previn.

FOTOGRAFÍA: John Alton.

REPARTO:

Burt Lancaster, Jean Simmons, Shirley Jones, Arthur Kennedy, Dean Jagger, Rex Ingram, Hugh Marlowe, Edward Andrews, Patti Page, John McIntire, Joe Maross, Philip Ober, Barry Kelley .

PREMIOS:

1960: 3 Oscar: Actor (Lancaster), Secundaria (Jones), Guión adaptado. 2 nominaciones.

1960: Globo de Oro: Actor (Lancaster). Nominada a Drama, Director, Actriz, Secundaria.

1960: 3 nominaciones al BAFTA: Film internacional, Actor extranjero, Actriz extranjera.

1960: National Board of Review: Mejor actriz secundaria (Jones).

1960: Círculo de críticos de Nueva York: Mejor actor (Lancaster).


SINOPSIS:

Elmer Gantry (Burt Lancaster) es un hombre atractivo, oportunista y extremadamente inmoral. El día en el que asiste, por casualidad, a una reunión religiosa se da cuenta de lo fácil que es ganar dinero como predicador y se convierte a la religión Evangélica. Junto con la hermana Sharon Falconer (Jean Simmons), Elmer pronuncia unos estremecedores sermones que le permiten conseguir fama y dinero. Sin embargo, un periodista (Arthur Kennedy) sigue sus pasos para desenmascararlo. La situación se complica aún más cuando reaparece en su vida una antigua amiga (Shirley Jones), que hará que Gantry se tenga que enfrentar a su turbio pasado.

COMENTARIOS:

Es una película política, es una película de corte psicológico, de denuncia social y es un melodrama magnifico que no cae en la sensiblería sino que nos hace participes de las sensaciones y vivencias de cada uno de los personajes con una capacidad de penetración quirúrgica al tiempo que lo hace con una gran humanidad y cercanía.

La película tiene además unos grandes diálogos con perlas impagables: "Usted es como una edición de lujo de un libro que nadie lee y yo soy un periódico de cinco centavos".
"El amor es la estrella de la mañana y de la tarde". Una frase tan reluciente en boca de Elmer Gantry, como falsa al mismo tiempo, y como auténtica y definitoria del personaje que la dice. Pura paradoja. Esta película es un torrente imparable, el que inyecta uno de los personajes más conseguidos y complejos del cine americano, lleno de contradicciones, de vicios y también de belleza. ¡Qué gran granuja! ¡Qué tipo entrañable! ¡Y como logra todos esos matices un fantástico Burt Lancaster! Su interpretación no está reconocida hoy como se merece, debería figurar entre las mejores de todos los tiempos. Puede que Lancaster sea el mismísimo Elmer Gantry, de otro modo, parece un prodigio. Richard Brooks, uno de esos directores que, incomprensiblemente no figuran en el olimpo de los dioses del cine (quizás por hacer películas demasiado inteligentes) dirige una orquesta sin fisuras al servicio del personaje, y el efecto es brillante. La película no tiene un momento de pausa, y las emociones de los personajes están permanentemente a flor de piel, y con ellos, las de los espectadores. Gantry vive cada instante como si le fuera la vida en ello. Ama de verdad, compadece, peca, engaña, predica poniendo en ello cada centímetro de su cuerpo... "El amor es la estrella de la mañana y de la tarde", tan falso, y tan verdadero.

Solo hay que ver la secuencia inicial, cuando la primera página de una novela de Sinclair Lewis empieza a narrar una historia: Elmer Gantry estaba borracho, elocuentemente borracho...

La película avanza a base de fuerza pero también a base de sutileza. El amor surge con una naturalidad que emociona, enfrentado al deber, a la causa, y fluctúan los personajes Elmer y la adorable hermana Sharon, entre uno y otro, atrapados a veces por el amor y otras por la misión que creen encomendada. Y en ello, apenas se rozan, haciendo su amor imposible.
En superficie aparece brillantemente tratado el tema de los mesías de nuestro tiempo, de las iglesias que captan a los ingenuos. Se plantean temas teológicos que añaden atractivo a la trama. Pero más allá de eso, está esa lucha entre el deber y el amor, y el certero retrato de lo que es en esencia un ser humano: una criatura simple y hermosa, enamoradiza, gamberra, tierna, apasionada, capaz de crear y de destruir llevada por sus propias obsesiones, capaz de errar, arrepentirse, aprender, y volver a errar. Y después de caer, volver a levantarse para seguir adelante. "I am on my way", canta Elmer, dejando que el camino le lleve.

El amor es la estrella de la mañana y de la tarde, esa es en realidad la esencia de la vida, tan cierto como falso, tan bello como ridículo, depende solo de creer en ello.


Tráiler:


Calificación: Extraordinaria.

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