Joseph L. Mankiewicz
1909–1993
Director y Guionista
BIOGRAFÍA:
Su padre, Franz Mankiewicz,
berlinés que emigró a los 17 años, de Alemania en 1885, llegó a ser en los
Estados Unidos un famoso profesor en el New York City College: enseñó lengua,
teología y educación, además frecuentó la élite cultural de Nueva York. Tuvo
tres hijos con una germano-hablante de los países bálticos: el mayor Herman (n.
1897) sería un importante productor de cine; y, tras su hermana Erna, nació el
benjamín, Joseph Leo; Franz quiso que todos ellos tuviesen una esmerada
formación.
"Odio entre hermanos"
El joven Joseph comenzó la
carrera de medicina, en la rama de la psiquiatría, pero la baja puntuación en
una asignatura le impidió terminar esos estudios, aunque leería luego mucho
psicoanálisis. Por contraste, en 1928 estudió la rama de Arte de la Universidad
de Columbia. A los 19 años, una vez terminados los estudios, viajó a Berlín
para estudiar, enviado por su padre, pero empezó a aficionarse por el teatro
—le entusiasmaron Reinhardt, Piscator y Brecht—, y el cine —en aquellos
momentos estaba en pleno apogeo la corriente expresionista del cine alemán—.
Trabajó como corresponsal del Chicago Tribune y fue traductor de intertítulos
para la productora UFA: fue su única aportación al cine alemán. En 1929, su
hermano Herman le llamó desde Hollywood, donde trabajaba como guionista, así
que Joseph, refugiado en París con escasos medios, decidió aceptar la
invitación de su hermano e ir a Hollywood.
"Un rayo de luz"
Los primeros pasos en el cine
estadounidense los dio en los Estudios Paramount donde su labor fue secundaria
y apenas sin relevancia profesional. Poco después, y ya bajo contrato de la
Metro-Goldwyn-Mayer, obtuvo su primer éxito profesional al colaborar en el
guión del melodrama negro El enemigo público número uno (1934) dirigida por W.
S. Van Dyke, película que consiguió el Óscar al mejor guión, aunque el premio
fue concedido a Arthur Caesar, ya que fue quien firmó finalmente el guión. Pero
aquel primer paso dio resultados positivos, que se consolidaron con otros dos
guiones para el mismo director pensados como vehículos para el lucimiento de la
actriz Joan Crawford, Cuando el diablo asoma (1934) y Vivo mi vida (1935).
"Operación Cicerone"
Alentado por su ya éxito inicial,
intentó que Louis B. Mayer le dejara dirigir sus propios guiones, pero éste
sopesaba bien la valía de cada uno de sus empleados antes de embarcarlos en un
proyecto diferente al que habitualmente desempeñaban. A pesar de que no cedió a
sus intentos, Mayer accedió no obstante a nombrarle productor, y desempeñó muy
notablemente este cargo entre 1935 y 1942, periodo durante el cual produce 19
film para MGM, entre los que destacan dos títulos: Furia (1936) dirigida por
Fritz Lang (alegato contra la intolerancia y el racismo, en una lectura
claramente política) e Historias de Filadelfia (1940), una comedia sobre la
lucha de sexos dirigida por George Cukor.
"Julio Cesar"
Decepcionado por no poder dirigir
sus propias películas, Mankiewicz dejó la MGM y se puso al servicio de la 20th
Century Fox. En este estudio realizó su ópera prima como director, "El castillo
de Dragonwyck" (1944), dirigiendo a la fascinante Gene Tierney con secundarios
del calibre de Jessica Tandy o Vincent Price. En 1947 logra otra obra maestra
con la poética, "El fantasma y la señora Muir", con Gene Tierney, Rex Harrison y
una Natalie Wood de ocho años, más una excelente fotografía de Charles Lang y
una impagable música de Bernard Herrmann. Aprendió de Ernst Lubitsch, su
maestro, que le "enseñó lo que no hay que hacer".
En 1949 estrenó "Carta a tres esposas",
película donde se pone de manifiesto su interés por la psicología femenina, y
con la que obtuvo dos premios Óscar, el de mejor guión adaptado y el de mejor
dirección; cuenta con las interpretaciones de Kirk Douglas y Linda Darnell, en
una historia tan innovadora como "El crepúsculo de los dioses" en cuanto a
narrativa fílmica.
"Eva al desnudo"
El éxito que obtuvo fue
refrendado con su siguiente película, uno de los considerados clásicos del
séptimo arte, "Eva al desnudo" (1950), sobre las ambiciones sin piedad en el
mundo teatral. Con este film, Mankiewicz obtiene seis Óscar, entre ellos el de
mejor película, mejor dirección y mejor guión adaptado; el éxito de la película
hizo que se creara el Premio Sarah Siddons que él había inventado para el
relato.
"De repente el último verano"
Luego se sucedieron otras
películas destacadas, y de muy distinto tipo (de hecho, fue denominado un
"director inclasificable"), como "Operación Cicerón" (1951), con James
Mason y Dannielle Darrieux, de espías; un clásico, "Julio César" (1952), con
algunos de los mejores actores de la época en el reparto (Marlon Brando, James
Mason, Deborah Kerr, Greer Carson o Louis Calhern); "La condesa descalza" (1954),
sobre el mundo devorador del cine, con la mejor actuación de Ava Gardner; "Ellos y ellas" (1955), el único musical que dirigió; o "De repente,
el último verano" (1959), magnífica adaptación a la pantalla de una historia de Tennessee
Williams.
"Ellos y ellas"
Pero llegó lo que Mankiewicz
llamaría su "pesadilla": "Cleopatra". Tras un desastroso prólogo en
Londres, pues tuvo que desechar todo el material filmado, en septiembre de 1961
se reinició en Roma el rodaje de la epopeya histórica basada en la vida de la
reina egipcia, y cuyo rodaje se prolongó hasta 1963. Fue la primera vez que una
actriz (Elizabeth Taylor) cobraba un millón de dólares por su trabajo, lo que
encareció el proyecto, y además desastres de toda índole, que rodearon la
preparación y el rodaje del film, quebrantaron la salud de Mankiewicz, quien
necesitó dos años para recuperarse (aunque en medio dirigió una película para
la TV). Pese a la espectacularidad de "Cleopatra", decepcionó a crítica y público
en su estreno, convirtiéndose en uno de los mayores desastres de taquilla de la
historia. A pesar de todo, un
espectáculo majestuoso y a veces alucinante.
En 1967 dirigió la magistral "Mujeres en
Venecia", película que fue recibida fríamente por la crítica y el público; en
1970 realizó su único western, "El día de los tramposos", interesantísima combinación de western, comedia y
trama carcelaria que contó con la inestimable ayuda de un Kirk Doulgas
magistral, una dirección sobria e inteligente y un guión hábil y sorprendente.
Un clásico con mucho sabor.
Finalizó su carrera como director, con la extraordinaria "La huella" (1972), una intriga teatral que atrapa sin remedio para dos pesos pesados de la interpretación, Laurence Olivier y Michael Caine.
Finalizó su carrera como director, con la extraordinaria "La huella" (1972), una intriga teatral que atrapa sin remedio para dos pesos pesados de la interpretación, Laurence Olivier y Michael Caine.
"La huella"
Falleció el 5 de febrero de 1993
en Bedford (Nueva York) cuando estaba a punto de cumplir 84 años, a causa de un
ataque al corazón.
Licenciado en Historia del Arte y
crítico teatral para el New York Times en Berlín, leyó hasta su muerte
innumerables libros de psiquiatría, pero Mankiewicz es considerado sobre todo
como un gran y culto guionista, experto en adaptaciones literarias (Graham
Greene en El americano impasible, William Shakespeare en Julio César, Tennessee
Williams en De repente, el último verano (1959) y Anthony Shaffer en La huella).
Cuidaba la estructura de sus historias y la caracterización de sus personajes y
era un gran director de actores, que llegaba al virtuosismo en los diálogos de
sus filmes.
FILMOGRAFÍA DIRECTOR:
1972 La huella
1970 El día de los
tramposos
1967 Mujeres en Venecia
1963 Cleopatra
1959 De repente, el
último verano
1958 Un americano
tranquilo
1955 Ellos y ellas
1954 La condesa
descalza
1953 Julio César
1952 Operación
Cicerón
1950 Eva al desnudo
1950 Un rayo de luz
1949 Odio entre
hermanos
1949 Carta a tres
esposas
1948 Escape
1947 El fantasma y la
Sra. Muir
1947 El mundo de
George Apley
1946 Solo en la noche
1946 El castillo de
Dragonwyck
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