Broadchurch (TV)
Título original: Broadchurch (TV)
Año: 2013
Duración: 46 min. (8
capítulos)
País: Reino Unido.
Director: James Strong, Euros Lyn.
Guión:Chris Chibnall, Louise Fox.
Música: Ólafur
Arnalds.
Fotografía: Matt Gray.
Reparto:
David Tennant, Olivia Colman, Jodie Whittaker,
Andrew Buchan, Vicky McClure, Arthur Darvill, David Bradley, Pauline Quirke,
Jonathan Bailey, Tracey Childs, Charlotte Beaumont, Susan Brown, Matthew
Gravelle, Adam Wilson, Carolyn Pickles, Simon Rouse, Will Mellor, Joe Sims,
Simone McAullay.
Género:Intriga.
Sinopsis:
Arranca en la localidad costera de Broadchurch. A principios de julio se
preparan para recibir los primeros turistas, pero un hecho estremecedor está a
punto de ocurrir. El pequeño Danny Lattimer ha desaparecido y su madre, Beth,
lo busca nerviosa por toda la ciudad. Pronto aparece el cadáver del chico en la
playa.
Mientras, la detective Ellie ha
regresado al trabajo después de unos días de vacaciones, recibe la noticia de que su esperado ascenso no se producirá ya que el puesto
ha sido concedido al detective Alec Hardy. Ambos comenzarán a investigar la
muerte del pequeño miembro de la familia Lattimer, pero pronto se pondrán de
manifiesto sus diferencias en cuanto a métodos profesionales.
Por otro lado, una periodista de
un diario nacional, Karen White, se entera del caso y decide acercarse hasta la
localidad para cubrir la noticia.
COMENTARIOS:
Vivimos en tiempos en los que el
género quedó definido por la primera temporada de “The Killing” y la
reformulación de su propio creador en esa obra maestra de televisión que
aterrizó más tarde: “True Detective”. Por el camino, hemos disfrutado
“Top of the Lake” y “Broadchurch” para matizar/perfilar/desmitificar ese juego
de un asesinato sin resolver y el cortejo resultante de la investigación
policial entre detectives y un culpable, entre numerosos (y aparentemente
honestos) sospechosos. En esta serie británica, que se desarrolla en un
ficticio pueblo, la atmósfera la marca un aparente y tranquilo municipio en el
que el escenario subraya el propio origen del crimen. La serie es sumamente
entretenida, con buenas interpretaciones, un guión elaborado que no quiere
dejar nada suelto y una dirección centrada en el espacio para que el conjunto
se complemente perfecta y satisfactoriamente. Que “Broadchurch” haya arrasado
en los BAFTA y conseguido audiencias de récord no dejan de constatar la calidad
de ese producto que esconde otra lectura más maliciosa y aterradora. Repasemos
en primer lugar la forma, ese escenario de la costa sur de Inglaterra para
retratar a la ficticia Broadchurch. Fijémonos en ese acantilado y esa playa que
dictaminan el lugar donde aparece el cuerpo de ese niño de 11 años (Danny
Latimer) y la ausencia de flashbacks hasta la resolución final del asesinato.
Centrémonos en el adorno: la canción de los títulos de crédito, la puesta en
escena y en el lema que ata todo y establece la lógica y premisa: todo el mundo
es sospechoso hasta que se demuestre lo contrario.
Llegamos a los personajes con
David Tennant y Olivia Colman, que dotan de absoluta veracidad y conexión con
la audiencia, para que la mecánica de enfrentamiento genere otros frutos
dramáticos jugosos. Los guionistas nos tienen que manipular y desviar, sacar
sus artimañas para que el impacto del final nos deje perplejos. Pero la gracia
de “Broadchurch” es que importa tanto saber la identidad del asesino, como las
consecuencias y, sobre todo, el impacto que ocasiona más que un nombre o
rostro. Toda la carcasa encierra, en realidad, un doble y pernicioso juego.
Podemos entablar todo ese universo que establecen sus nutrido número de
secundarios y personajes principales. Comprobamos el poder de la prensa y que
también puede funcionar como la más peligrosa y mortal arma, revivimos el
sensacionalismo que generan estos casos e incluso los personajes que
interpretan a periodistas dan una vuelta de tuerca como víctimas de un sistema
mayor (e inhumano), que es capaz de tergiversar sus palabras para conseguir
vender más periódicos. Ese juego de dolor también encuentra ecos en la religión
e incluso el poder psíquico venido del más allá. Y si fuera poco, el trazado
argumental de “Broadchurch” está confeccionado como un gran discurso sobre el
destino y la interconexión vital de dos casos para revelar su cara y cruz
ligadas el uno al otro. No obstante, el gran acierto de la serie de ITV ha sido
estar construida sobre sus personajes por encima de sus actos, atados eso sí a
su pasado para sembrar la sombra de la sospecha sobre ellos. Son antihéroes,
incluso la persona responsable del asesinato de Danny Latimer.
No esperéis encontrar en
Broadchurch psicópatas asesinos en serie cometiendo crímenes truculentos...
No, aquí no hay nada de eso, se
trata de la historia de los 59 días que dura la investigación de un crimen en
una pequeña ciudad costera inglesa. Porque la serie es británica: otra serie
británica notable y de mucha calidad.
Broadchurch es un pequeño
pueblecito costero, en el sudoeste de Inglaterra, que vive de la pesca y del
turismo. Una pequeña comunidad con playa y unos acantilados sobre ella, en la
que prácticamente todo el mundo se conoce, y en la que los crímenes más graves
que ocurren suelen ser borracheras o pequeños trapicheos con pastillas o
marihuana.
Hasta que una mañana aparece
muerto, en la playa a los pies de esos acantilados Danny, un niño de 11 años,
hijo del fontanero del pueblo Mark Latimer. Una familia normal y corriente de
las que viven en el pueblo: el padre Mark, la madre Beth, la hermana mayor ya
adolescente Chloe, y la abuela.
Justamente ese día Ellie Miller,
una detective de la policía local acaba de llegar de vacaciones, y espera un
prometido ascenso a inspectora... solo para descubrir que le han dado su
trabajo a otro, a un forastero: Alec Hardy. Un tipo agrio, poco sociable,
desconfiado, y un poco prepotente. Así que a ambos, juntos, les tocará
investigar la muerte del niño.
Hardy como un profesional
resabiado, que está de vuelta de todo y que desconfía de todo el mundo (pronto
descubrirá que no le cae bien a ninguno de sus compañeros de la policía) y Ell
(o Miller, como se empeña en llamarla su compañero) como un miembro más de la
comunidad, confiada e incapaz de sospechar de ninguno de sus vecinos.
Hardy parece odiar el pueblo,
odiar a la prensa, odiar a la gente en general... y parece que ha acabado
destinado allí casi cómo un exilio, tras un oscuro asesinato sin resolver (también
de unas niñas) que él llevó en el pasado.
Pero eso también parece
convertirle en el hombre más adecuado para el caso, y de hecho, pese a que Ell
odie sus formas, sus métodos de trabajo y los consejos que le da continuamente,
parece que algo se le acaba pegando, como le reconoce en un diálogo:
- Odio en lo que me estoy convirtiendo
- ¿En un buen detective?
Personalmente ambos personajes y ambos intérpretes son las
estrellas de la serie, no tan solo por su protagonismo, si no por la calidad de
los personajes y de sus interpretaciones. Reconozco que tengo debilidad
por Tennant, pero es inevitable, en 'Broadchurch' nos da de todo: un personaje
que enloquece, luchador, firme... Mientras que Olivia Colman nos muestra un
lado más dramático de la serie, más cercano. Ambos hacen una pareja
espectacular.
Otro aspecto muy importante de la
serie son precisamente los diálogos. Como muestra, un ejemplo (que entenderéis
completamente cuando veáis la serie), una frase que pronuncian varios
personajes distintos dirigiéndose a otros personajes, y que resulta ser la más
demoledora y mi preferida de la serie:
"¿Cómo podías no saberlo?"
Y básicamente esa es la historia
de los 8 episodios de los que consta la serie: en ir investigando las últimas
horas de vida de Danny, y de paso a sus amigos y vecinos: Tom, el hijo de Ellie
y Joe Miller, Nigel, el compañero de trabajo de Mark el padre de Danny, Jack
Marshall, un viejo hosco que es el quiosquero y dueño de la tienda de
chucherías del pueblo y para el que Danny trabaja haciendo el reparto de
periódicos, el reverendo Paul Coates, Becca Fisher, la dueña del hotel
local,...
Decía antes que aquí no hay
crímenes truculentos, ni psicópatas asesinado en serie, ni sectas satánicas, ni
redes pedófilas...
Lo más exótico que hay son
algunos personajes “oscuros”, como Susan Wright, una mujer mayor y malencarada,
forastera que lleva poco tiempo en el pueblo, y que vive en un parque de
caravanas cerca de la playa, o Steve, un técnico de la compañía telefónica pero
además una especie de vidente o médium que afirma recibir mensajes de Danny
para la policía y para sus padres.
Entonces ¿qué aporta de original
Broadchurch? Bueno, pues dejando de lado la calidad de los intérpretes y la
ambientación en un pueblecito que podría ser idílico, una de las cosas que la
diferencia es el papel de la prensa, o mejor dicho el mal papel en el que
coloca a la prensa.
Empezando por el pequeño
periódico local y su aprendiz de periodista Olly, que para colmo es sobrino de
la detective Miller, y acabando por los buitres más profesionales que llegan al
pueblo atraídos por el sensacionalismo de un niño muerto.
Con Karen a la cabeza una
periodista veterana, bastante más lista que sus compañeros, y que ya conoce de
antes al inspector Hardy y no va a dejar
que la verdad le arruine una buena historia. Como dice un personaje en uno de
los diálogos de la serie:
“Sabemos más por la prensa que la policía”
Porque la verdad es que la prensa
no sale muy bien parada: queda como sensacionalista, insidiosa, y sembradora de
sospechas sobre cualquier miembro de la comunidad que tenga algún episodio
oscuro o poco edificante en su pasado. Importe o no importe que sea exactamente
la verdad o esté directamente relacionado con el caso.
-Esperemos a tener pruebas.
-Está en todos los periódicos,
¿qué más pruebas necesitas?
Y en el fondo eso es todo. Ni más
ni menos: desvelar el misterio de quién lo hizo. ¿Un amigo de Danny? ¿Un
familiar? ¿Un conocido de la familia? ¿Alguno de los habitantes de la pequeña
comunidad? ¿Algún forastero de los llevan poco tiempo en el pueblo? Pero eso sí, contado con la calidad a la que
nos tienen acostumbrados los británicos a la hora de hacer series.
Impresionante el trabajo de los
actores, especialmente de Olivia Colman y el magnífico David Tennant, es un
lujo ver a personajes tan bien entendidos y desarrollados, con mucha
profundidad, y unos secundarios, especialmente los padres del niño asesinado,
que te hacen llegar su dolor y su desconcierto.
Muy recomendable. Os aconsejo que
la veáis antes de que ocurra una de estas dos cosas:
Que la estropeen continuando
temporadas sucesivas: Al parecer en este 2014 van a estrenar la segunda
temporada, debido al éxito de la serie y aunque la historia queda completamente
cerrada y la trama resuelta.
Que los americanos hagan su
correspondiente remake: la Fox ya anunciado que a finales de este año estrenará
su propia versión, que probablemente no será mala, pero esta es la original.
(Parte del texto, extraído de el-pobre-cito-hablador.blogspot.com.)
Trailer:
Calificación: 5 de 6.
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