miércoles, 15 de octubre de 2014

Sullivan's Travels (Los viajes de Sullivan) - (1941) - (Director: Preston Sturges)



Los viajes de Sullivan

Título original: Sullivan's Travels

Año: 1941

Duración: 90 min.

País: Estados Unidos.

Director: Preston Sturges.

Guión: Preston Sturges.

Música: Leo Shuken y Charles Bradshaw.

Fotografía: John F. Seitz.

Reparto:

Joel McCrea, Veronica Lake, Robert Warwick, William Demarest, Franklin Pangborn, Porter Hall, Eric Blore, Robert Greig, Jimmy Conlin.

Género: Comedia.

Sinopsis:

Un director de cine de Hollywood (Joel McCrea), acostumbrado a rodar películas ligeras, casi siempre comedias, aspira a hacer un cine más comprometido, de tipo social. Para acometer el film "'O Brother, Where Art Thou?" (los hermanos Coen prestaron su personal homenaje a Preston Sturges titulando así uno de sus filmes) decide caracterizarse como un mendigo, y vivir durante una temporada sus mismas penalidades, para así entenderlos mejor. Cuenta en su periplo con la ayuda de una aspirante a actriz. Con lo que no cuenta es con las dificultades que van a surgir para volver a la vida normal.

Premios:

1942: National Board of Review: Mejores diez películas del año.





COMENTARIOS:

En Sullivan’s Travel se nos narran los periplos vividos por un afamado director de cine, John L. Sullivan (espléndido Joel McCrea) cuando, harto de rodar comedietas insustanciales, se decide a rodar un filme que aborde el sufrimiento de los menesterosos –cuyo título es O Brother, Where Art Thou?, título que, como es sabido, muchos años después fue reciclado por los hermanos Coen-, y para documentarse sobre ese tema tan ajeno a su realidad económico-social, convence a los ejecutivos del estudio que le tiene contratado para que le permitan recorrer el país disfrazado de vagabundo. La película sucede en su periodo histórico contemporáneo, esto es en los años de la Depresión, poco antes de la entrada de EEUU en el Segundo conflicto bélico Mundial. Pero el personaje de Sullivan poco tiene que ver con el George Bailey o el John Doe de Capra, poco tiene que ver con el Tom Joad de Steinbeck/Ford. No. Sullivan no es pobre ni humilde. Es un esnob. Y un cabezota. No recorrerá un camino marcado por el signo de su humildad (en su vertiente dramática –Ford-, o fruto del optimismo crítico de Capra-), antes bien recorrerá un camino hacia la humildad. Pero pronto se dará cuenta (en un sinfín de ocasiones, por intermediación de los ejecutivos de los estudios) que no es tan fácil “llegar a ser pobre”, y cuando lo logre, renunciará urgente y febrilmente a tal condición.


Con toda probabilidad la mejor película de Preston Sturges, y también de la actriz Veronica Lake. Dentro de su tono de comedia, el director y guionista sabe insuflar a la película la idea de que el cine debe tener algo que decir, algo de sustancia en su interior. A la vez que las inquietudes sociales de Sullivan, son las mismas de las que se reviste, con razón, Sturges.

Los títulos de crédito iniciales arrancan con un envoltorio que se abre: la película es, por tanto, un regalo. Joel McCrea interpreta a John L. Sullivan. Quiere dirigir una historia que sea un espejo de la vida en los tiempos de la Gran Depresión. Cosa pretenciosa. Busca el peso social de Ken Loach sin sospechar que la risa es más ligera, pero también más profunda. Los jefes del estudio, que huyen de las lecciones morales como de la peste, exigen comedias, musicales, historias de jóvenes que se enamoran con risas, música y piernas. Con la lógica del gerente, solo buscan dinero. No desean rodar algo épico sobre la miseria, y le hacen la peor de las acusaciones: querer ser Frank Capra. Sullivan viste unos harapos y se marcha con diez centavos en el bolsillo. Se convierte en un impostor entre vagabundos con la pretensión de plasmar en una película el sufrimiento de la humanidad. En su viaje le aguardaran las situaciones más delirantes, y pagara un alto precio por aprender que la risa es una forma de libertad.




Preston Sturges fue el primer escritor que consiguió dirigir sus guiones. Por su primera película, "El gran McGinty", cobro un dólar a cambio de poder dirigirla. Al igual que sus compañeros de pupitre —Wilder, Hawks, Lubitsch—, se especializó en comedias, pero utilizaba el lenguaje de este género para contar más cosas. En "Los viajes de Sullivan" demuestra que la tragedia no es mejor que la comedia. Repleta de diálogos ametrallados, replicas ingeniosas y dobles sentidos acerca del mundo del cine, Sturges se ríe de si mismo, de Hollywood, de las actrices y de los diletantes con ganas de trascender. Forma parte de una generación de directores que enseñaban sin sermonear, divertían sin renunciar a la inteligencia y nos contaban que las cosas importantes se escriben con letra pequeña. Nunca despreciaban una sonrisa. Sabían que el humor es lo más difícil. Por eso la película está dedicada a la memoria de quienes nos hicieron reír.





Película que reivindica vehementemente la comedia frente a aquellos que la consideran un género menor. Preston Sturges demuestra los efectos curativos de la risa en una historia que no renuncia al drama para lograr su propósito. El director plantea una profunda reflexión en torno a la creación artística: ¿es necesario haber experimentado algo en primera persona, para poder expresarlo a través de una obra de arte? El amor, la pobreza, la suerte, y el Séptimo Arte, se dan la mano en una obra original e inolvidable, que además lanza una mirada descaradamente critica al stablishment hollywoodiense. Preston Sturges demuestra que un director de cine no es mejor o peor en función del género que frecuente, sino dependiendo de su habilidad para narrar historias que lleguen en el espectador. Esta película es una buena muestra de ello.






En resumen, una de las mejores comedias americanas de la historia, a cargo de Preston Sturges, un director que con un famoso decálogo, sentó las bases del género. Para Sturges esta película fue toda una declaración de principios, una confesión personal de las razones que lo llevaron a elegir la comedia en lugar de otro género. Porque, como expresa el protagonista de la película: No he sufrido lo suficiente como para hacer películas sobre el sufrimiento de las personas. Sturges utiliza las armas de la alta comedia para denunciar la pobreza de la sociedad norteamericana, con una película que es, además una apasionante meditación sobre el cine.




Trailer:



Una corta escena sobre la pobreza:



Otra genial escena:



Calificación: 6 de 6.

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