Doce del patíbulo
Título original: The
Dirty Dozen
Año: 1967
Duración: 145 min.
País: Estados Unidos.
Director: Robert Aldrich.
Guión: Nunnally Johnson, Lukas Heller.
Música: Frank DeVol.
Fotografía: Ted
Scaife.
Reparto:
Lee Marvin, Charles Bronson, John Cassavetes,
Ernest Borgnine, George Kennedy, Ralph Meeker, Donald Sutherland, Telly
Savalas, Jim Brown, Richar Jaeckel, Trini Lopez, Robert Ryan, Clint Walker,
Robert Webber, George Kennedy.
Género: Bélico.
Sinopsis:
El comandante Reisman es un
oficial estadounidense que se ha distinguido por su valor en la campaña de
Italia, durante la Segunda Guerra Mundial. A pesar de ello, su mayor virtud no
es la disciplina; de ahí que las relaciones con sus superiores sean más bien
tensas. Sin embargo, debido a su brillante historial militar, no dudan en
encargarle una misión suicida: asaltar una fortaleza nazi y matar a sus
ocupantes, todos ellos altos mandos del régimen. Para ello tendrá que someter a
un durísimo adiestramiento a doce presidiarios. Doce presidiarios se redimirán
con una increíble acción contra los nazis. Clásico del cine de acción bélica,
la idea de un oficial aliado problemático, entrenando a unos hombres más
problemáticos aún, carne de presidio, está perfectamente desarrollada.
Magnífico el reparto de hombres duros, queda para el recuerdo la `lección´
aprendida de memoria acerca de los pasos que deben seguir para asaltar el
cuartel nazi. Éste se construyó ex profeso para el film.
Premios:
1967: Oscar: Mejores
efectos de sonido. 4 nominaciones.
1967: Globos de Oro:
Nominada Mejor actor secundario (John Cassavetes).
COMENTARIOS:
“Disparen a todos los
oficiales que vean allí”
¿Nuestros o de ellos?
Empiecen por los de
ellos, si no les importa”
Con la ejecución en la horca de
un recluso iniciaba de manera tan contundente Robert Aldrich (director artífice
del mítico y genial enfrentamiento entre Bette Davis y Joan Crawford (enemigas
también fuera de las pantallas) en "¿Qué fue de Baby Jane? (1962)")
esta obra bélica (nada aburrida a pesar de sus cerca de 2 horas y media de
metraje gracias a su combinación de acción, humor y dramatismo) caracterizada
por tratar los valores de la hermandad y por tener en sus filas a un enorme
grupo de actores de la talla de Lee Marvin, George Kennedy, Charles Bronson,
Ernest Borgnine o Robert Ryan (estos dos últimos repitiendo juntos después de
la notable "Conspiración del silencio (1955)" de John Sturges). El
guión estaría escrito por Nunnally Johnson, última participación
cinematográfica de este guionista y director de cine, quizás más recordado por
su guión de "Las uvas de la ira (1940)" donde obtendría su única
nominación a los Óscars, en una edición ganada por Donald Ogden Stewart con sus
"Historias de Filadelfia (1940)".
En ocasiones la vida otorga una
segunda oportunidad a quienes se creían al borde del abismo, así es como
empieza Doce del patíbulo.
Corre el año 1944 y se está
fraguando el Desembarco de Normandía. Para preparar este gran golpe, los altos
mandos del ejército aliado consideran importante acabar con un emplazamiento de
generales nazis.
Esta tarea peligrosa de
infiltrarse en territorio ocupado se la encomiendan al mayor Reisman, oficial
indomable y único capaz de controlar a un equipo incontrolable de presos del
ejército de los EE.UU. Esta operación suicida se les ofrece como alternativa a
la pena de muerte, por lo que se trata de voluntarios a la fuerza.
En cuanto a la historia a pesar
de su extensa duración te introducen en la trama bastante rápido, con una
ejecución a las primeras de cambio. Y a raíz de ahí, se pone en marcha el
proyecto, ¿dejaremos seguir con las ejecuciones o daremos una segunda
oportunidad? Al Mayor Reisman (Lee Marvin) le encomiendan seleccionar a doce
reclusos para instruirlos y adiestrarlos con el objetivo de llevar a cabo una
peligrosa misión en territorio alemán, para ello contará con un breve periodo
de tiempo y un grupo de hombres ajenos a la disciplina y la obediencia. Se le
presenta un arduo trabajo por delante. A diferencia de otras películas bélicas
donde se centra todo en la parte bélica, aquí se enfoca más la cuestión en las
relaciones entre estos hombres y sus mandos y la preparación para dicha misión.
La parte bélica propiamente hablando aparecerá en la última parte de la
historia.
‘Doce del patíbulo’ es una película en la que
nada sobra y nada falta, en un continuo secuencial apasionante, dentro del cual
caben varias películas. Por una parte, una comedia bufa en la que la
camaradería sustituye a la desconfianza inicial entre todos los miembros del
grupo. Por otra, una fuerte crítica a la institución militar, como si
asistiéramos a una película-denuncia. Por fin, una película bélica en la que
prima el suspense a la acción, aunque acción hay a raudales y muy intensa.
Aldrich filma como el que respira, sin perder jamás el control de su historia,
mostrando la crudeza infernal de la guerra, pero también un muy afinado estudio
de caracteres, pues define a la perfección incluso a los personajes más
secundarios, valiéndose simplemente de gestos y réplicas, dibujando con muy pocos
trazos unos rasgos de personalidad y creando un verdadero grupo de rufianes a
cual más peligroso y sanguinario, pero sin exagerar los elementos más oscuros,
dándoles a todos la oportunidad de encontrar la redención. Es decir, no juzga a
unos personajes a menudo terribles, sino que en parte les compadece y les da
una oportunidad, aunque no comparta muchos de sus puntos de vista.
Aldrich pasa del humor de la parte del entrenamiento, al bélico de la
demostración definitiva de que sus hombres están perfectamente adiestrados,
venciendo en su propio terreno al táctico coronel Breed (un formidable, como
siempre, Robert Ryan), en una larga secuencia en la que la perfección en la
planificación, el ritmo de cine bélico puro, toma el relevo, sin ningún
problema, al ritmo de comedia de la primera parte. Escenas como cuando hacen pasar a Pinkley (Donald Sutherland) por un alto mando militar o la batalla de prueba entre los bandos rojos y azules quedarán en la retina de todos los espectadores que disfruten de ella. Incluso el detalle de colocarlos por estatura, nos ayudará a identificar a los protagonistas a lo largo del film.
Nos zambullimos, así, en un
territorio completamente nuevo. Y, en cuanto acaba, volvemos al de la comedia
bufa sin ningún problema. Pero dura poco, porque enseguida llega la parte final,
presidida por un sentido del suspense absolutamente excepcional, que se
mantiene sin fallas durante más de veinte minutos, y en el que realmente nos
importa el destino de los personajes con los que tanto tiempo hemos convivido,
y nos quedamos sin respiración por su brutalidad, lo impredecible que resulta,
el horror de la guerra y la masacre entre seres humanos, la dignidad en la
muerte y la falta de dignidad en el asesinato.
En resumen, gran espectáculo, cine comercial de calidad que
se consume de forma rápida y cómoda, no se hace lenta en ningún momento gracias
a su magnífico guión, destaca sobre todo el buen rollo, lo positivo y una gran
parte cómica a lo largo de sus largos minutos.
Sin lugar a dudas, de lo mejor en
el cine bélico.
Trailer:
Presentación:
Calificación: 3 de 6.
No hay comentarios:
Publicar un comentario