Perversidad
Título original:
Scarlet Street
Año: 1945
Duración: 103 min.
País: Estados Unidos.
Director: Fritz Lang.
Guión: Dudley Nichols según novela de Georges de La Fouchardière, André Mouézy-Éon)
Música: Hans J.
Salter.
Fotografía: Milton Krasner.
Reparto:
Edward G.
Robinson, Joan Bennett, Dan Duryea, Jess Baker, Margaret Lindsay, Rosalind
Ivan, Samuel S. Hinds, Vladimir Sokoloff.
Género: Cine negro.
Sinopsis:
Christopher Cross es un simple cajero infelizmente casado,
pero tiene un raro talento para la pintura. En cierta ocasión, conoce a una
aventurera de la que se enamora y le hace creer que es un pintor de éxito. La
chica y su novio, un individuo sin escrúpulos, aprovechan la ocasión para
explotar al pobre hombre, que llegará incluso a cometer un desfalco en su
empresa para que ella siga creyendo que es un artista de éxito.
COMENTARIOS:
Una de las muestras de la
perversidad más cruel y despiadada que se hayan filmado nunca, a cargo del
maestro del expresionismo alemán, el cineasta de origen austríaco Fritz Lang,
quien repite el exitoso reparto coral de su celebrada "La mujer del
cuadro" tres años antes, con Edward G. Robinson, Joan Bennett y Dan Duryea
como protagonistas.
Basada en la novela del escritor
y novelista francés Georges de La Fouchardière titulada "La Chienne(La
Golfa)" que sirvió para que el cineasta galo Jean Renoir la llevara a la
gran pantalla por primera vez en 1931 bajo el título original homónimo en
francés de la novela, y traducida como "Isn't Life a Bitch?", es homenajeada
a su vez por Lang en esta especie de remake del original francés sacando si
cabe mayor tajada del tema, y con la colaboración en las lides de guionista de
Dudley Nichols ("La Diligencia" 1939).
La historia en "Perversidad" no es relevante, ya que es una historia-modelo. Hay muchas historias semejantes. Lo que transforma a "Perversidad" en una obra de raro poder hipnótico reside en su ejecución y en la forma en que ésta ejecución es iniciada.
En la primera escena, el director de un banco preside una cena en honor a su empleado más leal, al que obsequia con un valioso reloj de oro: acto seguido, abandona la mesa para reunirse con su joven amante que le espera en la calle. La cámara retorna al rostro de Christopher Cross, ese empleado ejemplar. Y entonces, se advierte que se ha abierto una grieta en donde antes parecía haber un terreno llano. ¿Y qué supura a través de la grieta? Añoranza, deseo, envidia, tristeza y conformismo.
A partir de este instante, no hay retorno. La historia se acaba de definir. El barco se dirige al arrecife y no queda más que rezar porque la agonía no se haga eterna. Poco importa si el faro se llama Kitty, Johnny o Adele: estaba escrito.
Una cinta sobre la mentira y el engaño, sobre la ambición, sobre la manipulación de sentimientos, sobre la mala leche de las abyectas intenciones, sobre la obsesión amorosa, sobre el miedo a la soledad, sobre el trauma que provoca la autoestima baja por no ser agraciado físicamente, sobre el desprecio hacia la persona humana y hacia su sensibilidad.
Un filme donde participan la
perversidad, el enamoramiento, el tormento psicológico y la humillación como
personajes abstractos que surgen de las variantes del entramado narrativo.
Un drama opresivo salpicado con
visos de cine negro donde las maquinaciones y los viles y desmesurados apetitos
de dinero merodean constantemente en el relato.
Es un filme sobre gente ingenua que se entremezcla con vividores con solapadas intenciones, es una cinta donde un mal lleva a otro, donde un error provoca una cadena de fatales acontecimientos.
Hay que tener cuidado con lo que se desea. Puede cumplirse. Y no hay aquí, pese a toda evidencia, rastro de mujer fatal, sino presencia de hombre terriblemente fatalizado.
En resumen, nos encontramos ante
un maravilloso film negro, que recordará a otras producciones caso de "La mujer
del cuadro", con la que comparte reparto, temática y dirección.
Trailer:
Calificación: 5 de 6.
No hay comentarios:
Publicar un comentario