martes, 11 de diciembre de 2012

Invictus (Invictus) - (2009) - (Director: Clint Eastwood)



TÍTULO ORIGINAL: Invictus

AÑO: 2009

DURACIÓN: 134 min.

PAÍS: EE.UU.

DIRECTOR: Clint Eastwood.

GUIÓN: Anthony Peckham (Libro: John Carlin)

MÚSICA: Kyle Eastwood, Michael Stevens.

FOTOGRAFÍA: Tom Stern.

REPARTO:

Morgan Freeman, Matt Damon, Tony Kgoroge, Julian Lewis Jones, Adjoa Andoh, Patrick Mofokeng, Matt Stern, Leleti Khumalo, Marguerite Wheatley

PREMIOS:

2009: 2 nominaciones al Oscars: Actor (Freeman), actor secundario (Damon).

2009: 3 nominaciones al Globo de Oro: Director, actor (Freeman), actor sec. (Damon).

SINOPSIS:

Adaptación de un libro de John Carlin (Playing the enemy). En 1990, tras ser puesto en libertad, Nelson Mandela (Morgan Freeman) llega a la Presidencia de su país y decreta la abolición del "Apartheid". Su objetivo era llevar a cabo una política de reconciliación entre la mayoría negra y la minoría blanca. En 1995, la celebración en Sudáfrica de la Copa Mundial de Rugby fue el instrumento utilizado por el líder negro para construir la unidad nacional. 


COMENTARIO:

Yo no podría vivir sin el cine y la literatura, porque no son, únicamente, instrumentos de evasión y de entretenimiento: son eso y, además, todo lo demás. Y hay autores que son capaces de dárnoslo todo. A veces, torrencialmente, en una sola novela o película; y otras, por entregas o por capítulos. Pero siempre son interesantes y, algunas veces, geniales. Clint Eastwood es uno de esos autores mágicos. Y le llamo "autor" porque es un creador capaz de transformar un guión, una escena o una novela en una recreación que lleva su firma y su toque único. Y le llamo "mágico" porque siempre te va a gustar. Y lo mejor es que nunca sabes qué es lo que va a hacer. Esa es también una de sus características: que se sale de todas las clasificaciones, estilos o temas. Todo lo ha experimentado y todo nos lo ha dado a probar. A veces es un poco amargo, o dulce, o triste, o extraño, diferente o conocido, pero siempre es emocionante y épico tomarlo. Siempre tienes la sensación de degustar el trabajo, el placer y la pasión de alguien que ama lo que hace, y lo comparte contigo.

Esta vez nos traslada a la Sudáfrica posterior al Apartheid, donde Nelson Mandela acaba de salir de la prisión de Robben Island e intenta reconstruir el país con la difícil misión de unir a blancos y negros. Para ello utilizará el inminente Mundial de Rugby, contando como impulsor de su estrategia al capitán de la selección, Francois Pienaar.

Para Mandela el rugby se convirtió en una obsesión, porque sabía que el deporte une y puede lograr cosas impensables para el ser humano. Por muchos problemas que tenga un país, tanto económicos como sociales, una alegría deportiva de la selección nacional, saca lo mejor de la sociedad, todos se une para festejarlo, ya sean blancos, negros o amarillos, estén en el paro, sus casas destrozadas o cualquier otra desgracia. El deporte es capaz de sacar esa alegría en cada persona, esa felicidad, ese bienestar, aunque sea por un breve espacio de tiempo. Todo eso Mandela lo sabía y por ello se empeñó tanto en que Sudáfrica fuera campeona del mundo.

“Invictus” es una cinta muy digna de su realizador, es totalmente contemporánea y comprometida, donde se resaltan valores tan importantes como la aceptación, la cooperación, la superación, el respeto y la convivencia. Dichos valores, son mostrados por una figura clave en el progreso de mencionadas virtudes: Nelson Mandela, que aquí emplea el rugby como arma política, siendo perfectamente consciente de su fuerza en las masas. Eastwood consigue ir más allá de un film de deportes, es toda una manifestación de importantísimos valores. Sin embargo, pese a sus loables intenciones, por una serie de razones, el mensaje de Eastwood acaba desviándose de su rumbo, pese a que se mantiene con total integridad. Esto es debido a la propia naturaleza del film. Durante sus primeros 80 minutos, somos testigos de un film conmovedor y sobresaliente, donde sus bazas residen en un insuperable Morgan Freeman encarnando a Mandela, su bella banda sonora y toda su maravillosa ejecución, donde vemos cómo Mandela propulsa sus ideales y va ganándose la simpatía de su pueblo. Dicha parte sólo se puede clasificar de brillante, no hay pega alguna. Aun así, durante el resto de su metraje, el film le da una mayor importancia a los partidos del rugby en la copa del mundo de 1995. Pese a que se traten de partes bastante intensas, se alejan del aura tan humano, conmovedor y a la vez sobrecogedor que gozaba su primera parte. Casi parece que asistamos a dos películas de temática bastante diferenciadas. Este desarrollo le impide a “Invictus” ser un film sobresaliente, pese a que su primera parte lo es, pero termina por desviarse decantándose más por la filmación de los partidos de rugby.

Pese a ello, estamos ante una muy bella película, digna del genio que la dirige, y con un Morgan Freeman que ha nacido para encarnar a Nelson Mandela. Será una obra menor de Eastwood, pero ya les gustaría a muchos realizadores tener entre ellos una obra de este calibre. Pero me sabe a poco. Tal vez porque la película es tuya Clint, y siempre espero que vuelvas conduciendo tu furgoneta por los puentes de Madison, y sin perdón ni excusas nos traigas bajo el brazo otra chica del millón de dólares. No obstante, sabes que te lo perdono todo.

Tráiler:



Calificación: Excelente.

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