Shan zha shu zhi lian (Amor bajo el espino blanco) - (2010) - (Director: Zhang Yimou)

TÍTULO ORIGINAL Shan zha shu zhi lian

AÑO: 2010

DURACIÓN: 114 min.

PAÍS: China.

DIRECTOR: Zhang Yimou.

GUIÓN: Yin Lichuan, Gu Xiaobai (Novela: Ai Mi)

MÚSICA: Chen Qigang.

FOTOGRAFÍA: Zhao Xiaoding.

REPARTO:

Zhou Dongyu, Shawn Dou, Chen Taisheng, Rina Sa, Xi Meijuan, Li Xuejian, Lü Liping, Sun Haiying.

PREMIOS:

2011: Festival de Valladolid - Seminci: Mejor actriz

SINOPSIS:

“Amor bajo el espino blanco” nos cuenta la historia de Jing, una colegiala ingenua de la ciudad que debe trasladarse a un remoto pueblo en la montaña para su “re-educación” durante la Revolución Cultural. Su padre ha sido encarcelado por “derechista” y su madre lucha para alimentar a sus tres hijos. Jing sabe que tanto su futuro como el bienestar de su familia dependen de su buen comportamiento en opinión de las autoridades. Bastaría con un error para arruinar sus vidas. Pero su prudente y tranquila existencia se ve trastocada cuando se enamora de Sun, el encantador hijo de un militar de élite. Debido a la diferencia social que les separa, un romance entre ellos es impensable; más aún, peligroso. Pero la atracción es mutua, poderosa e innegable. Jing intenta resistirse, pero Sun la persigue, incluso después de que la chica regrese a la ciudad. El amor entre ambos florece; es un amor puro, apasionado y secreto. Nadie debe enterarse, y menos aún la madre de Jing.

COMENTARIOS:

Sin duda el mejor director chino de la historia, Zhang Yimou empezó su carrera con potentes dramas críticos con la situación de China, pero poco a poco cambió de estilo para ofrecer agradables cuentos y emocionantes aventuras que, brillantes como son, nos hacían añorar la fuerza de sus primeros trabajos. "Amor bajo el espino blanco" es una historia de amor ambientada en los tiempos de la Revolución Cultural que recupera el estilo intimista y crítico de sus primeros trabajos, especialmente el tono romántico y nostálgico de "El camino a casa" y la crítica al Comunismo Chino de "Vivir", dos de sus mejores films.

En esta ocasión, los protagonistas son dos desconocidos (Zhou Dongyu y Shawn Dou) a los que Zhang Yimou seleccionó precisamente por su inexperiencia inocencia, perfecta para el film. Ambos nos hacen reír y llorar a partes iguales. Unas hermosas música y fotografía, ya obligadas en los films de Zhang, completan una historia cercana, atractiva, crítica y conmovedora.

La película ha tardado dos años en llegar a España, con lo que el siguiente film del director ya ha sido estrenado. Se trata de "The Flowers of War", primer film al estilo hollywoodiense del director. Confiemos en que sea "Amor bajo el espino blanco" la que siente el parámetro para la siguiente etapa de tan increíble cineasta.

Aquí vuelve a mezclar la belleza fotográfica y de composición de planos con los detalles cotidianos de gestos, miradas y pequeñas cosas que hacen poesía del arte cinematográfico. Esas pequeñas cosas que descubren sentimientos entre las personas y que Yimou demostró como nadie que sabe situar y rodar con emoción en los que posiblemente son sus dos más grandes trabajos: "El camino a casa" y "Ni uno menos".

Más próxima a esa primera en argumento y contexto entre la China rural y urbana de la revolución cultural maoísta de la segunda mitad del siglo XX, las líneas de la novela de Ai Mi como ya sucediera con la novela de Shi Bao, no sólo no pierden sino que ganan sentido poético. Y una vez más, es el personaje femenino central el que mejor explora el realizador aprovechando en este caso la buena interpretación de la joven actriz protagonista.

Entre coloridos campos de flores, con el transcurso de las estaciones bajo el espino, alternando con los grises y ocres de la ciudad, con hermosos y comunicativos planos de la pareja protagonista y el río con sus aguas como otro actor más, con secuencias donde hasta las ventanas parecen cómplices de los enamorados..., sentimos el paso del amor ingenuo al eterno.

Una notable muestra, en definitiva, de la "furia oriental" en tanto en cuanto la serena belleza hace suceder un fotograma tras otro. Un viaje delicioso en alas de los más profundos afectos, en sus más excepcionales aspectos, en sus manifestaciones con epicentro en el mismísimo centro, valga la redundancia, del mejor y más enamorado corazón que imaginar quepa. Siempre ¡ay! bajo la sombra tiránica del hado adverso.

La imagen del árbol de espinas que abre y cierra el film sirve como metáfora para abordar también el tema del dolor, la enfermedad que puede truncar los mejores sueños, aunque nunca puede matar el amor. Uno de los grandes logros de Yimou es su lirismo, en escenas que manejadas por otras manos caerían seguramente en la ridiculez. Los jóvenes Zhou Dongyu y Dou Shawn, sobre todo la primera, hacen un trabajo actoral maravilloso.

Extraordinario film, de lo mejor de los últimos años, nadie que se precie de amar el cine, se la puede perder.

Tráiler:

Calificación: 6 de 6.