miércoles, 4 de julio de 2012

Les neiges du Kilimandjaro (Las nieves del Kilimanjaro) - (2011) - (Director: Robert Guédiguian)



TÍTULO ORIGINAL:  Les neiges du Kilimandjaro

AÑO: 2011
DURACIÓN:  90 min.
PAÍS: Francia.
DIRECTOR: Robert Guédiguian.
GUIÓN: Robert Guédiguian (Poema: Victor Hugo).
MÚSICA: Pascal Mayer .
FOTOGRAFÍA: Pierre Milon .
REPARTO:
Ariane Ascaride, Jean-Pierre Darroussin, Gérard Meylan

PREMIOS 2011:
Premios Cesar:  Nominada a Mejor actriz (Ariane Ascaride)
2011: Festival de Cannes: Sección oficial a concurso.
2011: Festival de Valladolid - Seminci: Espiga de Plata, Premio del Público

SINOPSIS:

A pesar de haber perdido su trabajo, Michel vive feliz con Marie-Claire desde hace treinta años. Sus hijos y sus nietos los llenan de alegría. Tienen amigos muy cercanos. Están orgullosos de sus actividades sindicales y políticas. Sus conciencias son tan transparentes como sus miradas. Pero ese bienestar salta por los aires cuando dos hombres armados y enmascarados los golpean, los atan y se fugan con sus tarjetas de crédito.  Muy recomendable película de Guédiguian, el cuál nos muestra más una lección.

COMENTARIOS:

Robert Guédiguian se podría definir artísticamente hablando como un director bipolar. Tan pronto rueda explosiones de optimismo (Marius y Jeanette, su film más conocido) como descarnados relatos repletos de pesimismo (La ciudad está tranquila). Entra en la primera categoría esta cinta cuyo título curiosamente no proviene del relato corto de Ernest Hemingway, que dio lugar a la popular cinta de Henry King con Gregory Peck. Las nieves del Kilimanjaro, de Guediguián en realidad alude a una canción de Pascal Danel, muy popular en Francia, y que cantan los personajes en un momento determinado.
Guédiguian acierta al retratar las consecuencias de la crisis económica, que obliga al sindicato de trabajadores de astilleros a sortear públicamente el nombre de los veinte empleados que la empresa tiene que despedir para evitar el cierre. Uno de los escogidos, Michel, representante de los trabajadores, trata de hacer frente a su cese laboral, al tiempo que celebra su aniversario con Marie-Claire, en compañía de hijos, nietos y amigos que les hacen un regalo muy especial: un viaje al Kilimanjaro.
Son escasas las lecciones morales e intelectuales que calan en la conciencia del espectador medio español, el cual sospecha sistemáticamente de las oscuras intenciones de cualquiera que trate de poner en tela de juicio sus principios vitales. Si además ese cualquiera en cuestión es francés, todavía lo tiene más difícil. Hay pocos públicos tan prejuiciosos como este de aquí.
Menos mal que a Robert Guédiguian todo eso le trae sin cuidado. Está claro que un cineasta tan contundente como él no aspira a agradar a la masa sino a los ojos atentos del espectador universal, siempre dispuesto a mirar más allá de un cartel, unos nombres o una promoción.
El director de Marsella vuelve a excavar con las herramientas precisas en el profundo subsuelo de matices que guarda el acontecimiento de haber vivido: sus dudas, renuncias, desencantos, miserias, alegrías, pequeños placeres y luchas incansables. Guédiguian logra la excelencia una vez más con 'LES NEIGES DU KILIMANDJARO (LAS NIEVES DEL KILIMANJARO)'. Qué necesaria es esta película en estos tiempos de falta de entusiasmo general.
Su duodécima película se muestra con una naturalidad extrema y una calidez humana abrumadora. El magnífico inicio precede a un segundo acto muy hermoso que, a su vez, abre la puerta a un último tercio absolutamente encantador. Es difícil saber en qué momento el espectador decide entregarse por completo a tantísima ternura.
Ariane Ascaride y Jean-Pierre Darroussin son algo más que los protagonistas de 'Les Neiges du Kilimandjaro (Las Nieves del Kilimanjaro)'. Guédiguian hace de sus personajes una radiografía perfecta de toda una generación que disfrutó de los derechos sociales ganados por sus padres y cuyo valor no han sabido trasmitir a sus hijos ni defender políticamente mediante principios que no han aplicado a sus vidas. Da gusto ver a Ascaride y Darrousin interpretar a la perfección personajes tan ricos, tan nuestros y tan de todos. El resto del reparto no está por debajo de ellos en ningún caso.
Guédiguian construye un relato tan minucioso como autocrítico sin engatusarnos con detalles sin importancia. Una película hermosísima que va donde tiene que ir sin detenerse en aspectos insignificantes. Camina con firmeza, convicción, inteligencia y un alto sentido de la honestidad hacia sus principales reivindicaciones. Una: el amor y la amistad como los grandes pilares de la felicidad; y dos: mientras el hombre sigue pensando en cómo hacer la revolución, la mujer ya ha dado el primer paso hacia la misma.


Tráiler:

Calificación: Extraordinaria.

No hay comentarios:

Publicar un comentario