TÍTULO ORIGINAL: Johnny Guitar
AÑO: 1954
DURACIÓN: 110 min.
PAÍS: EE.UU.
DIRECTOR: Nicholas Ray.
GUIÓN: Philip Yordan (Novela: Roy Chanslor.)
MÚSICA: Victor Young.
FOTOGRAFÍA: Harry Stradling.
REPARTO:
Joan Crawford, Sterling Hayden, Scott Brady, Mercedes McCambridge, Ward Bond, Ernest Borgnine, John Carradine, Royal Dano, Ben Cooper
SINOPSIS:
Johnny Guitar, un jinete que lleva a su espalda una guitarra, llega a un pueblo situado en un paraje desértico, donde entra en una taberna regentada por Vienna, una carismática mujer, que fue su amante en el pasado. Una comitiva de vecinos del lugar exige a Vienna que cierre su local, pues la acusan de mantener una relación sentimental con Dancing Kid, el jefe de una banda de forajidos, que ha asaltado la diligencia. Por el lugar también deambula Emma Small, que sí está enamorada del tal Dancing Kid.
COMENTARIOS:
Uno de los títulos legendarios de la Historia del Cine, basado libremente en una novela de Roy Chanslor, que fue un tremendo éxito de público, aunque en su momento fue denostada por la crítica, por su falta de realismo en la puesta en escena y su estética colorista. Con el paso del tiempo, sin embargo, ha sido reivindicada como una obra maestra, sobre todo por los críticos franceses de Cahiers du Cinema, que fueron los primeros en reconocerle a Nicholas Ray la categoría de maestro del cine. Muchos analistas han señalado cierto paralelismo entre la presión a la que someten los lugareños injustamente a la protagonista, y la Caza de Brujas. Si era intencionada la referencia por parte de Nicholas Ray, que no fue perseguido por el Comité de Actividades Antiamericanas, lo cierto es que la realiza con una gran sutilidad y elegancia.
El principal mérito de Ray es que da la vuelta a las convenciones del western, sobre todo al dar el protagonismo a dos mujeres de carácter fuerte, algo que no se había visto en un género poblado de hombres rudos. Para ello, se apoya en el trabajo de dos grandes actrices, Joan Crawford y Mercedes McCambridge, en sus papeles más recordados. El director es capaz de narrar intensas pasiones y odios irrefrenables a través de las miradas, de forma soterrada. Los diálogos son todos memorables, aunque el film es especialmente recordado por las frases de una escena con Johnny y Vienna: "Miénteme. Dime que me has esperado todos estos años".
El western romántico por excelencia. Una obra maestra absoluta. ¡Qué papeles los de Joan Crawford y Mercedes McCambridge! Hay que verla una y mil veces. Los clásicos de verdad son imperecederos.
Johnny: ¿A cuántos hombres has olvidado?
Vienna: A tantos como mujeres tú recuerdas.
Johnny: ¡No te vayas!
Vienna: No me he movido.
Johnny: Dime algo agradable.
Vienna: Claro. ¿Qué quieres que te diga?
Johnny: Miénteme. Dime que me has esperado todos estos años. Dímelo.
Vienna: Te he esperado todos estos años.
Johnny: Dime que habrías muerto si yo no hubiese vuelto.
Vienna: Habría muerto si no hubieses vuelto.
Johnny: Dime que aún me quieres como yo te quiero.
Vienna: Aún te quiero como tú me quieres.
Johnny: Gracias, muchas gracias.
Vienna: Como te he esperado, por qué has tardado tanto.
Una banda sonora fascinante, con un tema principal inolvidable, con unos secundarios en estado de gracia, una decoración de interiores magistral, donde destaca de manera poderosa la iluminación que parece que proviene directamente de los candelabros que adornan las paredes de piedra roja, que hacen que se acentúe el carácter barroco de la película, porque tanto el amor, el odio y las pasiones se describen en términos absolutos.
¿Es un western? ¿un romance? ¿un melodrama? ¿una tragedia de inconfundible tinte griego? ¿alguien podría clasificarla? No, no lo creo. Porque más allá de todo eso, “Johnny Guitar” es -fundamentalmente una película inclasificable. Una película demasiado grande para poder delimitarla tan fácilmente. Una película que trasciende las divisorias de cualquier tópico que se os ocurra para situarse, simple y llanamente, en ese sacrosanto tabernáculo en el que encontramos a los mejores films de todos los tiempos.
Hay, sin lugar a dudas, algo mágico en ella. Algo mágico, hipnótico y adictivo. Algo que no te deja indiferente y que te induce a amarla o a odiarla con la misma intensidad. Quizás sea la penetrante mirada de Vienna, el enigmático pasado de Johnny, la magistral partitura de Young, su ineludible lectura cromática o ese desbordante torrente de aforismos con el que podrías empapelar tu casa. No lo sé. Posiblemente todo se deba a quien con tanto talento supo coordinar todos esos componentes. Nicholas Ray, un cineasta en estado de gracia cuya triste y agria mirada consiguió imbuir en este peliculón una atmósfera tensa, angustiosa, irrespirable. Una atmósfera que no da tregua al espectador en ningún momento y que lo lleva en volandas hasta la catarsis final. Y de ahí, a uno de los más románticos y estremecedores desenlaces del séptimo arte.
Hay, sin lugar a dudas, algo mágico en ella. Algo mágico, hipnótico y adictivo. Algo que no te deja indiferente y que te induce a amarla o a odiarla con la misma intensidad. Quizás sea la penetrante mirada de Vienna, el enigmático pasado de Johnny, la magistral partitura de Young, su ineludible lectura cromática o ese desbordante torrente de aforismos con el que podrías empapelar tu casa. No lo sé. Posiblemente todo se deba a quien con tanto talento supo coordinar todos esos componentes. Nicholas Ray, un cineasta en estado de gracia cuya triste y agria mirada consiguió imbuir en este peliculón una atmósfera tensa, angustiosa, irrespirable. Una atmósfera que no da tregua al espectador en ningún momento y que lo lleva en volandas hasta la catarsis final. Y de ahí, a uno de los más románticos y estremecedores desenlaces del séptimo arte.
Como vulgarmente se dice, obra maestra.
Historia de amor- odio, odio-amor. Gran personalidad de la Crawford.
“Johnny Guitar” el film, es como un gran amor al que nunca olvidamos.
Tráiler:
"Miénteme.."
Calificación: 6 de 6.
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