Déjame entrar
Título original: Låt
den rätte komma in
Año: 2008
Duración: 110 min.
País: Suecia.
Director: Tomas
Alfredson.
Guión: John Ajvide
Lindqvist.
Música: Johan
Söderqvist.
Fotografía: Hoyte Van
Hoytema.
Reparto:
Kåre Hedebrant, Lina
Leandersson, Per Ragnar, Henrik Dahl, Karin Bergquist, Peter Carlberg, Ika
Nord, Mikael Rahm, Karl-Robert Lindgren, Anders T. Peedu.
Género: Fantástico.
Sinopsis:
Oskar, un niño de doce años de
familia desestructurada, sufre acoso escolar por parte de un grupo de
compañeros ‘chulitos’. En un parque conoce casualmente a Eli, una niña de su
edad que acaba de mudarse a una casa cercana. Entre ambos surge una gran
atracción, aunque Oskar ignora que Eli es en realidad una vampira relacionada
con una serie de asesinatos que acontecen en la zona.
Premios:
2009: Premios BAFTA:
Nominada a mejor película en habla no inglesa.
2009: Premios Goya:
Nominada a la mejor película europea.
2009: Premios del
cine europeo: 3 nominaciones: película, música, premio del público.
2008: Festival de Sitges:
Gran Premio. Nominada a la mejor película.
2008: Festival de
Tribeca: Mejor película.
2008: Festival de
Göteborg: Mejor película, mejor fotografía.
2008: Premios
Guldbagge (Suecia): Mejor director, guión, fotografía, logro– mención.
2009: Premios Saturn:
Mejor película internacional. 3 nominaciones.
2009: Premios Gaudí:
Mejor película europea.
2008: Nominada a
Critics' Choice Awards: Mejor película de habla no inglesa.
2008: Asociación de
Críticos de Chicago: Mejor película extranjera.
COMENTARIOS:
El director sueco Tomas
Alfredson, hasta ahora centrado sobre todo en la televisión, adapta una novela
juvenil de su compatriota John Ajvide Lindqvist, también responsable del guión.
El film se ha convertido en uno de los grandes éxitos del cine nórdico
reciente, y ha desatado pasiones entre los apasionados del cine fantástico. También
es toda una hazaña que un film a priori destinado a los incondicionales del
género, haya obtenido el premio a la mejor narrativa en el Festival de Tribeca,
donde concursan películas de todo tipo.
Frente a los montajes complejos y
las exhibiciones lujosas de efectos especiales que predominan en el cine
actual, Alfredson apuesta por la sencillez, y logra el director una atmósfera
desasosegante que enriquece un film que parece inspirado a partes iguales en
las películas de vampiros británicas de la Hammer, y en el cine de Ingmar
Bergman.
Plagada de silencios ruidosos,
miradas que lo dicen todo y sentimientos a flor de piel… extremadamente
profunda como para contarlo todo el 3000 caracteres o sacarle todo su jugo en
una visionado.
¿Es peor la realidad que la
ficción?¿Qué le preocupa más a un niño de 12 años, sus asuntos cotidianos:
enfrentarse a sus miedos en el colegio, día tras día; o participar de una
fantasía, aunque ésta sea terrorífica? Tomas Alfredson intenta responder a
estas cuestiones con su última película.
Y lo hace de una manera muy
simple. Uniendo dos historias y comparando. Para ello se sirve de la novela y
el guión de John Ajvide Lindqvist. Una trama que tiene como protagonistas a una
pareja de niños que viven en la Suecia de los fríos años setenta: uno sufre
maltratos psicológicos y físicos en la escuela (lo siento, no me gusta nada la
palabra Bulling); la otra es nueva en el barrio, con poderes sobrenaturales,
que no se acuerda del frío y se alimenta de sangre. El director coloca como
personaje principal al primero, Oskar, un niño medio autista que se resiste a
confiar sus problemas a sus padres, recién separados, y que encuentra en su
nueva vecina la compañía que le falta. Es decir, el único que puede llevar a
cabo este experimento con esperanzas de éxito.
Alfredson, además, utiliza una
cinta de género, con un tema muy manido, para resolver la situación de una
forma muy original. Parecía que todo estaba ya inventado en cuanto al
vampirismo se refiere. Y lo que es peor: daba la impresión de que cualquiera
que intentara realizar otro largometraje de colmillos y sangre acabaría
obteniendo un subproducto de serie B, en el mejor de los casos, o una comedia
en el peor. Sin embargo el director sueco ha hecho acopio de algunas buenas
decisiones para no caer en el error.
Entre ellas contar la historia
con primeros planos, y planos detalle, donde el foco y la profundidad de campo
toman protagonismo, para conseguir estrechar las relaciones, dos a dos, entre
los distintos personajes. Los planos generales los reserva para algunas
secuencias cruentas que, gracias a la lejanía del objetivo, hacen que el filme
sea lo suficientemente soportable para disfrutar de la historia. Y es que la
cinta parece más cercana al buen cine de Michael Haneke (¿tiene alguna película
mala este director?) que, por ejemplo, a la exhibición gore de Wes Craven
(¿tiene alguna buena?). Además, el buen criterio de Alfredson tiene un efecto
secundario: el ahorro de efectos especiales. Lo que agradecemos especialmente
aquellos que hoy en día buscamos películas sin “trampas”; o al menos que no
tengan muchas.
En resumen, hermosa película
sobre la soledad y la incomprensión, el vampirismo de su protagonista no es
sino una metáfora sobre el aislamiento producido por el individualismo y la
falta de cercanía entre las personas. Nos viene a decir que lo que nos aleja no
es la diferencia sino la "indiferencia".
Trailer:
Calificación: 5 de 6.
Hola de nuevo. Me gusta mucho la reflexión que hace de la película y también me pareció muy buena. En realidad perfecta. ¿Por qué no le da un 6 de 6 ? Me gustó la original más que la versión americana, que también la vi y es buena aunque no tanto , precisamente porque el terror es menos psicológico y eso la hace más fácil de ver, mas espectacular, pero pierde la poesía y profundidad de algunas escenas de la original.
ResponderEliminarEn casa hablamos muchísimo de esta película, de la situación del niño y lo que le lleva a la relación con la niña aún sabiendo quien es.
Para mí es la película que mejor explica el vampirismo como metáfora y he visto bastantes de las buenas porque a mis hijos les gustan las historias de vampiros (para nada Crepusculo, que lo tergiversa todo sobre estos)
Hay personas que ven en ella una historia de amor. Para mí no lo es en absoluto. Creo que el niño se acerca a quien únicamente le presta atención, es su soledad extrema, la falta de cercanía de los adultos y de amigos, que usted señala, lo que le hace "pegarse" a la niña.
Con ella siente que importa, se siente protegido pero ¿amado? para nada, ella va a utilizarlo como utilizó al otro.
La terrible conclusión es que la indiferencia, el individualismo, es lo que está generando la aceptación de la violencia y el liderazgo de los violentos como forma de supervivencia, para dejar de sentirse vulnerable ante el acoso de los otros. En The Wire se ve muy claro esto.
Esta película, la sueca, me resultó muy dura precisamente por mostrar con tanta sencillez y serenidad lo que tenemos delante de los ojos en bastantes ciudades occidentales y no logramos entender.
Parece que ya está entendido y explicado por alguien, falta ver ahora cuantos somos capaces de contribuir a cambiar las circunstancias que favorecen esta situación.
Totalmente de acuerdo con tu comentario que complementa y completa el mío. La versión americana no me desagradó pero en mi opinión queda muy por debajo de la sueca. Porqué un 5 y no un 6?, posiblemente es que soy un poco tacaño, pero creo que no tiene mayor importancia. Me encanta tus comentarios y tu colaboración, un saludo.
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