martes, 23 de septiembre de 2014

The Two Faces Of January (Las dos caras de Enero) - (2014) - (Director: Hossein Amini)



Las dos caras de enero

Título original: The Two Faces Of January

Año: 2014

Duración: 96 min.

País: Reino Unido.

Director: Hossein Amini.

Guión: Hossein Amini (Novela: Patricia Highsmith).

Música: Alberto Iglesias.

Fotografía: Marcel Zyskind.

Reparto:

Viggo Mortensen, Oscar Isaac, Kirsten Dunst, David Warshofsky, Daisy Bevan, Aleifer Prometheus, Yigit Özsener, Nikos Mavrakis, Socrates Alafouzos, Ozan Tas.

Género: Thriller.


Sinopsis:

Atenas, 1962. Rydal es un atractivo guía turístico americano, con un ramalazo pícaro que le permite completar todos los meses su sueldo. Conocerá a un sofisticado matrimonio compatriota, Chester y Colette MacFarland, y caerá rendido a sus encantos, a pesar de que él es un estafador, que se mete en un auténtico lío cuando un detective viene a reclamarle el dinero robado a sus clientes en inversiones bursátiles. Con Colette lo suyo se parece mucho a un flechazo de adolescente, mientras que en Chester, de más edad y con clase, pero fácilmente celoso,  encuentra una suerte de figura paterna capaz de sustituir al progenitor que falleció recientemente, y que nunca le quiso.





COMENTARIOS:

Debut en la dirección del guionista Hossein Amini, iraní afincado en Reino Unido, que antes había adaptado a autores de la talla de Henry James (Las alas de la paloma) y Thomas Hardy (Jude), además de firmar el libreto de la notable Drive. En “Las dos caras de Enero”, se acerca bastante a lo que es hacer magia cinematográfica. Esto es extraer la esencia del elixir purgado, diferencial pero aditivo, entre textura, color, vestuario, encuadre, script, música y movimiento cinético del proyecto cinematográfico. Es lo que de manera esotérica construye la química orgánica del "Kineloide" (la cinta en movimiento), que no es ni más ni menos que el alma propia de esta disertación visual (y el por qué más interesante de ir al cine).


Esta adaptación de la novela de Patricia Highsmith (también escribió "El Talento de Mr. Ripley" entre otras) no es una obra maestra de cine clásico actual, más bien se entretiene en convenciones ya inventadas que son agradables y efectivas (funcionan). El resultado se acerca a algo óptimo porque parece que el Director maneja bien el conocimiento de la génesis del cine y lo que en realidad significa (usa también artefactos oníricos como los gatos, los laberintos, los efectos atmosféricos o el propio traje de Viggo, blanco roto de textura lienzo a juego con el sombrero de ala que neutraliza la pantalla). Se consigue uniformar los elementos que exprime bien hasta aparecer esa atmósfera vaporosa y atractiva que envuelve en cierta manera, a la par que sostiene el interés por la interpretación de los actores, soportado en un metraje estructurado y de duración equilibrada (menos es más, en este caso 1:36 min.).


Esta dirección clasicista viene intercalada con apropiada actualidad en el manejo de la cámara donde se usan (no siempre por fortuna) los muy repetidos "cámara en mano" pero aquí con elegancia y oportunidad, con sentido estético y sintético. También utiliza el encuadre estrecho (planos cercanos de manera habitual) y poca profundidad de campo lo que hace que aumente el espacio visual (muchos directores reputados piensan lo contrario y se equivocan por cierto), y esto es típico del cine de poco presupuesto, pero que también se puede y se debería usar en proyectos de gran formato, dado que esta particularidad permite crear la sensación de atmósfera que esta película ha conseguido. Igualmente esto se combina con planos largos cuando son necesarios y todo el conjunto respira adecuadamente.

Además, a nivel de guión (esto se le ha pasado a mucha gente) lo que relata esta película está vinculado al relato mitológico del "Minotauro", donde Mortensen es el propio híbrido bestia-hombre, Dunst es Ariadna e Isaac es Teseo. Ariadna se enamora de Teseo y éste finalmente acaba con el Minotauro. Recordemos que la película se desarrolla en Creta y el detonante de la acción es en la cuidad de Cnosos, donde además se visualizan laberintos y se habla de esta propia mitología. Todo ello es recogido tanto en la película como en el mito griego. De esta manera tenemos dos elementos simbólicos (estética formal y guión) que hacen retroceder al menos de manera inconsciente a ciertos detalles clásicos lo que produce un buen efecto sinérgico.


Amini sabe dibujar muy bien a sus tres protagonistas, encarnados por un magnífico trío de actores, Oscar Isaac, Kirsten Dunst y Viggo Mortensen. De modo que a pesar de sus innegables defectos, se hacen querer porque son seres humanos, podemos entenderlos y empatizar con ellos. La alusión algo críptica del título a la doble cara del dios Jano queda así justificada en la duplicidad de unos personajes que tienen secretos, partes de su vida que no desean compartir con otros, e incluso lados oscuros que no se ponen en movimiento hasta que llega el momento de la prueba.

Alfred Hitchcock fue uno de los directores fascinados por Higshsmith, de quien adaptó "Extraños en un tren". Se nota su huella en Amini en las escenas de suspense, particularmente en la que tiene lugar en una aduana, o en la sutileza al tratar el triángulo amoroso o los momentos de violencia. También en la partitura musical del español Alberto Iglesias, que en algunos momentos emula con maestría a uno de los compositores habituales del mago del suspense, Bernard Herrmann.


El director novato maneja bien influencias varias, el mágico telón de fondo griego, con su halo de misterio, por ejemplo en la escena en las ruinas de Creta, podría hacer pensar en Antonioni e incluso en el David Lean de Pasaje a la India. Resuelve además bien un final complicado, que en manos de alguien con menos talento habría podido ser un verdadero desastre.




Es por ello un producto interesante, más aún en los tiempos que corren, donde fácilmente se olvida que lo novedoso de una historia no es "qué" se cuenta sino "cómo”.





Trailer:





Calificación: 3 de 6.

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