miércoles, 18 de diciembre de 2013

The Birds (Los pájaros) - (1963) - (Director: Alfred Hitchcock)




Los pájaros

Título original: The Birds

Año: 1963

Duración: 115 min.

País: Estados Unidos.

Director: Alfred Hitchcock.

Guión: Evan Hunter (Relato: Daphne Du Maurier)

Música: Bernard Herrmann.

Fotografía: Robert Burks.

Reparto:

Tippi Hedren, Rod Taylor, Jessica Tandy, Suzanne Pleshette, Veronica Cartwright, Ethel Griffies, Charles McGraw, Doreen Lang, Ruth McDevitt, Joe Mantell, Alfred Hitchcock.

Género: Terror.

Sinopsis:

Los pájaros tiene como protagonista a la joven Melanie Daniels (Tippi Hedren), hija consentida de un adinerado magnate de los medios de comunicación. Un día, Melanie acude a una tienda de mascotas para comprarle un pájaro a su tía, que se lo ha encargado. En el establecimiento conoce casualmente a Mitch Brenner (Rod Taylor), un exitoso abogado en busca de unos periquitos del que ella se enamora a primera vista.

Al día siguiente, Melanie viajará en un lujoso descapotable a Bodega Bay, el pueblo donde el letrado pasa el fin de semana, para llevarle dos periquitos. Pero allí será atacada por una gaviota, presagio del tremendo desastre que está a punto de ocurrir, cuando las aves del lugar empiecen a atacar a los habitantes de la zona.

Premios:

1963: Nominada al Oscar: Mejores efectos visuales.

1963: Globos de Oro: Mejor nueva actriz (Tippi Hedren).




COMENTARIOS:

Alfred Hitchcock fue una vez más un paso por delante de sus contemporáneos y con "Los pájaros", inspirada en un relato de Daphne Du Maurier, con el que no obstante guarda ligeras diferencias, demostró que era posible llenar de tensión una película sin necesidad de mostrar los elementos aterradores.

Lo irracional domina la historia de esta película. El ataque sin razón de los pájaros lleva al espectador a un nivel máximo de suspense que no llega a solucionarse con el fin; sin lugar a dudas, la intención de Hitchcock fue causar una desazón aún mayor al público al decidir no proporcionarle un final explícito a la trama de la historia. Sin embargo, el desarrollo de la historia nos proporciona una serie de indicios que nos transporta a una lista de premisas falsas que buscan dar respuesta al ataque de los pájaros; una de ellas es la figura femenina como perturbadora del orden establecido.

Si nos remontamos a las películas anteriores recordaremos que una de las tesis que el autor desarrolla es la que todos tenemos algún pecado que nos ata a los acontecimientos que se exponen en la película. El falso culpable se convierte en el live motive que atrapa al espectador, lo transporta por los acontecimientos que desencadenarán el clímax y a la solución del conflicto. Este personaje vive en un mundo potencialmente peligroso, y es en este mundo donde los pájaros atacan a los humanos sin ser provocados.

De esta manera, podemos inferir que una de las posibles soluciones que proporciona la película es la de Melanie como una perturbadora del orden. Las acciones del pasado la persiguen a los lugares que visita, no importa cuánto tiempo haya transcurrido o cuán lejos haya estado; Lidya y Mitch conocen lo que se rumora de ella, aunque sean simples especulaciones de los medios. No obstante, los ataques de los pájaros inician cuando ella llega a Bahía Bodega, siendo ella la primera en ser agredida por una gaviota. El personaje de la madre histérica en el restaurante es la primera en formular en voz alta esta acusación, es un pensamiento generalizado en el pequeño pueblo, pero nadie se había atrevido a decirlo.

Las tórtolas que Melanie lleva a casa de Mitch son una pequeña pista de esta hipótesis, al ser consideradas como pájaros del amor, se formulan como sugerencia del enamoramiento entre ambos personajes; este a su vez llega a perturbar la armonía de la casa de Lydia, la cual ve como una invasora a la joven y a considerarla un peligro eminente para ella. La posible salida de Mitch de la casa materna genera un conflicto silencioso entre ambas mujeres; sin embargo, las tórtolas permanecen juntas hasta el final de la película, donde ambas mujeres se unen y reconcilian: Lydia estrecha la mano de la joven mal herida que yace en sus brazos y la protege al igual que una hija.

Esta explicación resultaría conciliadora para el espectador que busca una respuesta al enigma que plantea la historia pero, es rebotada por el mismo autor de la película: cuando Mitch sale a la cochera por el auto de Melanie enciende la radio y escucha que los ataques se han producido en otras ciudades aledañas; esta noticia nos sugiere que los ataques organizados de los pájaros no se deben a la presencia de la joven en el pueblo, sin embargo no proporciona otra respuesta.

Otra de las hipótesis que se pueden inferir a partir de los acontecimientos es la de la culpabilidad general del ser humano. Por medio del personaje cómico del restaurante surge una nueva respuesta a estos eventos: nos encontramos en un Apocalipsis, donde la anciana ornitóloga asegura que si así fuera, no tendríamos la oportunidad para salvarnos. El egoísmo del ser humano no ha dejado prosperar a los demás seres vivos que habitan este planeta, por el contrario, se ha encargado de eliminar a muchos de ellos; entonces ¿por qué un grupo de estos animales no nos elimina antes que nosotros a ellos? Y ¿por qué no las inocentes aves que adornan nuestro cielo?

Un ornitólogo como la anciana de la película nos diría que esta idea es ridícula, los pájaros no tienen la suficiente inteligencia como para organizar un ataque, pero hemos sido testigos de cómo actúa el instinto de una animal, si se siente en peligro defiende su vida y la de su nicho; por lo tanto, también podríamos considerar que los pájaros han sentido esta amenaza y por ello han decidido proteger su vida y asegurar su existencia.

Ciertamente la respuesta no es sencilla y tal vez nunca la podremos saber, hoy en día existe una cantidad infinita de razones que pueden justificar esta conducta, más la intención del Hitchcock no fue esta, su interés fue la de perturbar la siquis humana por medio de un evento inexplicable, donde lo irracional predomina sobre el homo sapiens y el instinto lleva a sobrevivencia de unos cuantos.

Los artificios visuales también son excepcionales (no olvidemos que ahora todo es muy fácil con el ordenador,) y creemos que aparecen miles y miles de pájaros que atacan aunque esto no era así y muchos estaban disecados o no eran reales.

Del elenco destaca Tippi Hedren, que pasó un rodaje muy duro, al tener que rodar en condiciones algo extremas, por ejemplo a veces llevaba pájaros de verdad atados en su ropa para que no se alejaran demasiado. Frente a ella, el australiano Rod Taylor, que se había convertido en una estrella con títulos como “El tiempo en sus manos”, realiza uno de sus mejores trabajos.

En definitiva, se puede decir que “Los pájaros” supone la última gran obra de Alfred Hitchcock. Es una película arriesgada y atrevida, de esas de las que ya no se hacen. Desde luego que nada es serio ni científico, es una ficción disparatada, terrorífico entretenimiento. Aunque hubiese querido, Hitchcock no podía ser más explícito en aquellos años. Nadie excepto una mente loca se atrevería a realizar algo así y mucho más la de Hitchcock, teniendo en cuenta del año en que se realizó.
Para finalizar, comentar una anécdota que se produjo durante el rodaje de la película, Tippi Hedren le comentó a Alfred Hitchcock que al rodar le sacara “su lado bueno”, a lo que Hitchcock contestó: “Señorita, está Ud. sentada sobre su lado bueno”. Genial.


Tráiler:


Calificación: 3 de 6.

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