martes, 17 de diciembre de 2013

The Last Sunset (El último atardecer) - (1961) - (Director: Robert Aldrich) - El cine olvidado


El último atardecer

Título original: The Last Sunset

Año: 1961

Duración: 112 min.

País: Estados Unidos.

Director: Robert Aldrich.

Guión: Dalton Trumbo (Novela: Howard Rigsby).

Música: Ernest Gold.

Fotografía: Ernest Laszlo.

Reparto:

Rock Hudson, Kirk Douglas, Dorothy Malone, Carol Lynley, Joseph Cotten, Regis Toomey, Jack Elam, Rad Fulton, Neville Brand.

Género: Western.

Sinopsis:

Brendan O'Malley, un antiguo pistolero, llega a México para buscar a Belle Breckenridge que resulta estar casada con un borracho. Al mismo tiempo, se prepara para conducir un rebaño a Texas. Tras los pasos de O'Malley va Dana Stribling, un vengativo sheriff que tiene motivos personales para arrestarlo.




COMENTARIOS:

Con un extraordinario guión de Dalton Trumbo, bordeando siempre el melodrama, pero normalmente contenido, estupendo Aldrich que aunque no es de mis preferidos, hay que reconocer que tiene un puñado de grandes películas, siendo en el género del western en donde mejor se mueve, muy buenas interpretaciones, sobrio Hudson e imponente en su corto papel Cotten, algo que en él era lo habitual.


Mención aparte merece Douglas, de lo mejorcito que ha dado el cine, una auténtica estrella, igual interpreta a villanos como a héroes, a tipos íntegros como a canallas y a todos con una solvencia increíble. Aquí da un recital y nos regala un minuto mágico intentando cantar en castellano, algo que no le resulta sencillo. Puede ser héroe de leyenda en “Espartaco”, manipulador en “Cautivos del mal”, poderoso sin escrúpulos en “Retorno al pasado”, desahuciado en “Duelo de titanes”, o el inolvidable coronel de “Senderos de gloria”, pudo y fue lo que quiso porque estaba tocado por los dioses. Aquí borda ese papel de tantos matices, agresivo, violento, romántico, encantador, duro, tierno, es un abanico impresionante en el que se recrea.



Destacar también a Dorothy Malone, mostrando su atractivo y personalidad, actriz quizás menor o de menor filmografía, en esta cinta se mueve con soltura rebosando sensualidad y erotismo. Nombrar aunque solo sea a Carol Lynley, de la que ya poco más se supo, entonces jovencísima, y la verdad es que mantener el tipo entre tanto monstruo ya tiene su mérito.

Cabe comentar que esta película se hizo cuando el western estaba muriendo -un año después John Ford enterraría la épica con la obra maestra “El hombre que mató a Liberty Valance” además de que Sam Peckinpah nos regaló su mejor western, “Duelo en la alta sierra” también en esas fechas-, y eso se nota mucho.

Como todas las grandes obras, aquí no sucede nada que no tenga sentido, todo está estudiado y calculado, el ritmo se apodera de ti, ni metraje innecesario, ni pausas de relleno, hay algunas escenas cumbre, preciosa cuando recogen al ternero, en esos paisajes abiertos y grandiosos, intensa cuando los protagonistas se enfrentan, romántica en otros pasajes, sin caer en la cursilería, sutil y a la vez pasional pero siempre plena de fuerza. Para mi estamos ante uno de los mejores westerns que ha dado el cine y ha dado muchos y algunos muy buenos.



Podemos disculparle a Aldrich el exceso de ímpetu de algunas fases, incluso que el duelo final que da título a la cinta no sea al atardecer y tenga lugar al mediodía, yo le disculpo casi todo, la he visto varias veces, sigue emocionándome, sigo vibrando con ella, tiene un arranque perfecto, un final redondo y en medio casi dos horas de goce y disfrute.

Espléndido western, romántico, cercano al rompecabezas sentimental, de ínfulas en la tragedia griega y de un corte muy amargo, lírico y pesimista.



Tráiler:


Calificación: 4 de 6.

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