martes, 24 de diciembre de 2013

Historia del Western: 4ª parte (1976/2000) - El western moderno (Western History: Part 4 (1976/2000) - The modern western)






4ª PARTE: 1976/2000

El western moderno
 
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"Contemplé un caballo blanco y el nombre del jinete era la muerte..."
El jinete pálido -1985-

Ha partir de los años ochenta el número de westerns ha ido descendiendo conforme al paso de los años, hasta el punto de ser uno de los géneros del cine clásico estadounidense que casi ha desaparecido (al igual que los musicales, por ejemplo). Aun así, de forma esporádica van apareciendo western de calidad con un tono de clasicismo importante en un intento de resucitar el género: “El fuera de la ley”, “El jinete pálido” y sobre todo la magnífica “Sin perdón” de Clint Eastwood, “El último pistolero” de Don Siegel, “Nevada Express” de Tom Gries, “Forajidos de leyenda” de Walter Hill, “Jinetes en la sombra” de Andrew V. McLaglen, “Silverado” y “Wyatt Earp “ de Lawrence Kasdan, “Los últimos días de Frank y Jesse James” de William A. Graham, “El último forajido” de Geoff Murphy, “Tombstone” de George P. Cosmatos, “El pistolero” de Christopher Coppola, etc.

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“El último pistolero” de Don Siegel


También se producen nuevos western que por su temática estarían alejados de los considerados clásicos y que llamaríamos “western modernos”: “Buffalo Bill y los indios” de Robert Altman, “La duquesa y el truhán” de Melvin Frank, “El desafío del búfalo blanco” de J. Lee Thompson, “Camino del sur” de Jack Nicholson, “Llega un jinete libre y salvaje” de Alan J. Pakula, “Tom Horn” de William Wiard, “La puerta del cielo” de Michael Cimino, “Barbarosa” de Fred Schepisi, “Arma joven” de Christopher Cain, la exitosa “Bailando con lobos” de Kevin Costner, “Tiempos de Gloria” de Edward Zwick, “Un horizonte muy lejano” de Ron Howard, “Caravana al Este” de Peter Markle, “Dead Man” de Jim Jarmusch, “The Hi-Lo Country” de Stephen Frears, el extrafalario “Wild Wild West” de Barry Sonnenfeld, “ Sin perdon” de Barry Sonnenfeld, etc., o “western femeninos” “La leyenda de la mujer india” de Mel Damski, “Cuatro mujeres y un destino” de Jonathan Kaplan, “Rápida y mortal” de Sam Raimi., “Buffalo Girl” de s Rod Hardy.

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“Buffalo Bill y los indios” de Robert Altman



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“Tom Horn” de William Wiard


No parece que nunca mas se vuelva a dar otra época importante y menos de oro del western, las obras maestras de F. Zinnemann, G. Stevens, J. Sturges, J. Ford, J. Huston, D. Daves, G. Douglas, A. Mann o Budd Boetticher interpretadas por actores emblemáticos del género como Gary Cooper, Alan Ladd, Kirk Douglas, John Wayne, Burt Lancaster, Randolph Scott o James Stewart, que conferían a las películas un estilo y un espíritu propio, personal e inimitable.

Los dos grandes western de la última época:

“El jinete pálido” - Clint Eastwood



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Si bien “El jinete pálido”, es una especie de “remake” de la mítica “Raíces profundas” de George Stevens (1953), y aborda de algún modo la misma temática moral de aquella obra, Eastwood reinterpreta a su manera los dilemas planteados en la primera.

Coinciden en varias cosas; un protagonista que se une a la causa de los débiles para vencer al opresor, el elemento de admiración de uno de los personajes infantiles, y más de una escena peculiar de la primera, que se repite ciertamente en la obra de Eastwood. Pero por otro lado, ambas obras son claramente diferenciables. El pistolero que interpreta Eastwood, se aleja de los cánones de “western psicológico” en los que se enmarca el primero (huída de las armas y deseo de no violencia).

El Predicador no rehúsa en ningún momento pelear con el adversario, al contrario, ofrece una diversidad de luchas interesante (pistolas, puños o palos). Otra diferencia la encontramos en el personaje infantil. En “Raíces profundas”, el personaje es un niño, que se siente fascinado por aquel forastero “altruista”; en “El jinete pálido”, el personajes es una niña, cuya admiración va pasando por diversas fases a lo largo de la película, hasta dar a entender cierto deseo irrefrenable en la niña, de cierto tono místico, que engarza perfectamente con el aura misterioso del Predicador.

Pero si hay algo que diferencie claramente a esta obra, tanto de la Stevens, como del resto de los “westerns”, es el tono bíblico que tiene la cinta, y su “apocalíptico” final. El personaje de Eastwood es un fantasma atemporal, del que se desconoce todo (nombre, origen, destino…). Sólo le inspira una cierta obsesión por la justicia, y una inquietante relación con uno de los personajes del film, cuyo encuentro final y desenlace, deja abierto a diversas interpretaciones el pasado en común de ambos.

Con una ambientación excepcional, Eastwood sumerge al espectador en un clima de “nebuloso y fantasmagórico” suspense, que no cesa hasta la última secuencia de la película en que el jinete marcha de aquel lugar, hacia “ninguna parte”.

Destaca la peculiar presentación del Predicador, llegando entre brumas al poblado minero, mientras la niña (casi premonitoriamente) recita unos versículos bíblicos que rezan así: “…Y contemplé un caballo pálido, y el nombre del jinete era Muerte, y el infierno le seguía.”

La lucha final en el pueblo cercano, deja entrever las influencias europeas (sobre todo de Leone), en cuanto a la estructura y desenlace del enfrentamiento, así como en el tratamiento de los planos.

El siempre controvertido Eastwood, alcanza con esta obra la plenitud como director, y ofrece un adelanto de la calidad del cine que será capaz de ofrecer en adelante. (Josey Wales)

"Sin perdon" - Clint Eastwood

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Posiblemente Sin Perdón es el último gran western. Y si a alguien como yo, aficionado al western, le dicen que si se puede cerrar de mejor forma, seguramente diría que no. Tenemos al sucesor de John Wayne, Clint, que a su vez es el ultimo director clásico. Este debuto con mi director favorito, Sergio Leone, y aprendió de su mentor Siegel la necesidad de estar seguro ante un rodaje, por lo que solo usa una toma. Y po r tanto, a ambos está dedicada la pelicula. Este es posiblemente el gran western crepuscular, y el mejor western americano desde El hombre que mató a Liberty Valance. Esa sensación que te deja la historia, con un guión brillante, es la de estar viendo un western que quiere desmitificar todo lo anterior, romper con el western, y acabar con cualquier intento de crear una nueva rama del western. Hay escenas realmente poéticas, con una fuerza visual abrumadora, como Munny disparando contra las latas en su casa o esos planos con el atardecer de fondo que recuerdan al gran George Stevens.

Una fotografía impecable. Brillante y luminosa al comienzo, para ir oscureciendose poco a poco a medida que William Munny vuelve a ser quién era. Un montaje pausado, permitiendonos contemplar cada escena de manera que entendamos la situacion sin necesidad alguna de diálogos. El guión nos muestra los entresijos de una mente asesina que intenta escapar de su destino, al igual que le pasaba a Michael Corleone.

La critica mordaz llega también contra la autoridad y su abuso, personificada en el genial Little Bill, magistral Gene Hackman, que ajusta la ley segun su creencia, sin usar la razon en ningun momento. Y bueno, hay que hablar de las interpretaciones. Desde Morgan Freeman, hasta el ganador del Oscar Gene Hackman, pasando por Richard Harris, o por el joven, ahora desaparecido, Jaimz Woolvet... y por supuesto, no podia faltar Clint, que en cada plano demuestra lo grandioso actor que es. Su sola mirada hace innecesarios los dialogos, sabemos lo que piensa en cada momento de su atormentada vida, máxime al final, cuando descubre quién es realmente... en definitiva, el Hombre sin Nombre, ya sin su poncho, se ha hecho viejo, y cierra el western de la mejor manera posible. (Tony Montana)

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“Camino del sur” de Jack Nicholson



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“El fuera de la ley” de Clint Eastwood



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“Nevada Express” de Tom Gries


Nota:

Filmografía que realicé y publiqué hace unos años en Cine-clásico.

 

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