jueves, 28 de marzo de 2013

Espartacus (Espartaco) - (1960) - (Director: Stanley Kubrick)



Título Original: Spartacus

Año: 1960

Duración: 196 minutos.

Nacionalidad: EE. UU.

Director: Stanley Kubrick.

Guión: Dalton Trumbo

Música: Alex North

Fotografía: Russel Metty y Clifford Stine.

Interpretes:

Kirk Douglas, Laurence Olivier, Joan Simmons, Peter Ustinov, Tony Curtis, Charles Laughton, Woody Strode, John Gavin, Herbert Lom, John Ireland.



SINOPSIS: Narra la revuelta de un grupo de esclavos -que llegarían a ser legión-, liderados por el gladiador Espartaco, contra el imperio romano. La sublevación de Espartaco de Tracia, convertido en esclavo y vendido como gladiador al entrenador Léntulo Batiato comienza cuando, tras semanas de entrenamiento para matar en la arena, lidera una rebelión de los gladiadores. Mientras se mueven de una ciudad a otra su número aumenta, pues se le van uniendo nuevos esclavos liberados. Bajo su mando intentarán llegar al sur de Italia, donde tienen previsto embarcararse para volver a sus hogares.

Premios:

1961: 4 Oscar: Actor secundario (Peter Ustinov), fotografía (Ex-aequo), dirección artística (ex-aequo), vestuario (ex-aequo).

1961: Globos de Oro: Mejor película: Drama.

COMENTARIOS:


Como ya estamos Semana Santa, me ha parecido buena idea recordar esta película tan ligada a esas fechas como ¡Qué bello es vivir!, a la Navidad.



Tras ‘Senderos de gloria’ (‘Paths of Glory’, 1957), cuyo estreno estuvo prohibido en muchos países durante años, Stanley Kubrick no tenía demasiadas oportunidades para dirigir otra película. Fue precisamente el protagonista principal de esta última, Kirk Douglas, quien pensó en el director neoyorquino para hacerse cargo de una monumental superproducción en la línea de las que solían hacer en aquella época dentro del cine histórico. Films como ‘Quo Vadis’ (id, Mervin LeRoy, 1951), ‘La caída del Imperio Romano’ (The Fall of the Roman Empire’, Anthony Mann, 1964), ‘Rey de reyes’ (‘King of Kings’, Nicholas Ray, 1961), ’55 días en Pekín’ (‘55 Days at Peking’, Nicholas Ray, 1963) o la multipremiada ‘Ben-Hur’ (id, William Wyler, 1959) están en la memoria de cualquier cinéfilo.



El realizador Stanley Kubrik fue el firmante de un film que empezó dirigiendo Anthony Mann, pero que acabó en sus manos por la mediación de la estrella y productor de la película: Kirk Douglas. Esta fue la única vez que Kubrik hizo una concesión puramente comercial en su filmografía. Y es que el film es lo que se dice un "Peplum" en toda regla: un reparto lleno de estrellas (Douglas ya mencionado, Jean Simmons, Charles Laughton, Peter Ustinov, Tony Curtis, Laurence Olivier, John Gavin, Woody Stroode, John Ireland), una recreación de un hecho histórico, y algo más de tres horas por delante para disfrutarla. Entre finales de los 50 y los 60 Hollywood echó el reto en superproducciones mastodónticas con las que intentaba mantener su predominio mundial en la industria cinematográfica. Durante largo tiempo, Stanley Kubrick renegó de Espartaco por considerarla una obra fallida. También es cierto que al final fue capaz de admirar el trabajo que él mismo había hecho.
Y es que Espartaco es una de las mejores películas del subgénero del Péplum. Una demostración clara de que el cine comercial y el mensaje con contenido se podían conjugar de una manera artística.


Es curioso porque los primeros 15 minutos, las secuencias ambientadas en la pedrera, no pertenecen a Kubrick, sino a Athony Mann (un gran director de Westerns) pero este tuvo desavenencias con Kirk Douglas y el actor puso presión a la productora para que lo despidieran. Sí, el ego de Douglas era grande y además contaba con una importancia considerable, pero la Universal sabía que el éxito estaba casi asegurado y se doblegaron ante sus exigencias. Ya Douglas había trabajado con Kubrick en Senderos de Gloria y los dos habían formado una pareja tremenda. Desgraciadamente Espartaco, como muchas de las grandes superproducciones históricas, exigió demasiado a todo el equipo y la relación entre los dos se degradó al extremo. Douglas lo definió en una frase: “Kubrick es una mierda con talento”.

Por otro lado el guión es un claro canto a la libertad. Y es muy dignificante saberlo pues la apuesta era arriesgada. La caza de brujas estaba en plena ebullición y el senador MacArthur había señalado a muchos artistas que trabajaban en Hollywood. Dalton Trumbo, era uno de ellos. Ya la novela de Howard Fast era un foco de rebelión hacia el stablishment norteamericano pero Trumbo fue capaz de elevar el guión a la categoría de arte. Los diálogos pese, a que mimetizan el vocabulario e intentan semejarse a las condiciones de la época, esconde una carga política evidente. Espartaco no es un mero esclavo liberado, es el símbolo de una generación que se opone ante lo que el régimen establece como normal, que no tiene porque ser ético.




El rodaje fue una pelea de gallos. Estaba claro que iba a ser una pelea de egos, sólo viendo el reparto era más que evidente. Reparto que seguramente sea unos de los mejores de la historia: Kirk Douglas, Peter Ustinov, Tony Curtis, Laurence Olivier, Jean Simmons, Charles Laughton, Woody Strode, John Gavin..Como para quitarle a uno el hipo de golpe. Pese a que cada uno de ellos intentó acaparar más protagonismo que el otro y que entre todos hicieron que el rodaje fuera un poco más caótico de lo que ya lo estaba siendo (por cierto muchos escenarios están ambientados en España).

Kubrick de hecho se sintió como un general. Muévanse por aquí, los extras por allá, que se monte esto así…Una superproducción de estas características requería un mando férreo que fuera capaz de aglutinar todo el personal. Seguramente se sintió como un pez en el agua aunque se trató de una experiencia agotadora. Realizó para la película una de las direcciones menos Kubrickianas que conocemos, aunque esto por sí mismo no lo hemos de tener en cuenta como aspecto negativo. Muchas veces se ha denostado a la película por considerarla como una obra impersonal, cuando se trata de una injusticia generalizada. Además pese a que el toque Kubrick cuesta de distinguir entre escenas de pompa y circunstancia, si observamos un saber hacer que serviría al director como prueba de fuego. De hecho la experiencia que acumuló le sirvió para futuras experiencias.


Hay escenas que demuestran un trabajo delicado detrás las cámaras. Secuencias magistrales como el travelling en la que Espartaco conoce a Varinia, una demostración de tacto y sensibilidad perfecta. Pero la que se nos quedará a la memoria a todos es en la que todos los hombres libres (porque me niego a utilizar la palabra esclavos) demuestran su honor poniéndose al lado de Espartaco.

Sin duda una de las mejores películas épicas que se han hecho, un gran símbolo del cine clásico holywoodense, de la mano de un joven Kubrick quien supo desarrollar muy bien el sentimiento de libertad anhelado por el protagonista. Una antesala de lo que realizaría más adelante el genio Stanley.

Tráiler:





Calificación: 4 de 6.

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