martes, 11 de septiembre de 2012

Notorious (Encadenados) - (1946) - (Director: Alfred Hitchcock)






TÍTULO ORIGINAL: Notorious

AÑO: 1946.
 
DURACIÓN: 101 min. 

PAÍS: EE.UU.
 
DIRECTOR: Alfred Hitchcock.

GUIÓN: Ben Hecht.
 
MÚSICA: Roy Webb.
 
FOTOGRAFÍA: Ted Tetzlaff.

REPARTO:

Cary Grant, Ingrid Bergman, Claude Rains, Louis Calhern, Leopoldine Konstantin, Reinhold Schünzel, Moroni Olsen, Ivan Triesault, Alex Minotis, Wally Brown, Charles Mendl, Ricardo Costa, Eberhard Krumschmidt, Fay Baker.


PREMIOS:

1946: 2 nominaciones al Oscar: Mejor actor de reparto (Claude Rains), guión original.
1946: Festival de Cannes: Nominada a la Palma de Oro (mejor película).


SINOPSIS:

Tras la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), el padre de Alicia Huberman, un espía nazi, es condenado por traición contra los Estados Unidos. Después del juicio, Alicia da una fiesta en la que aparece un apuesto desconocido llamado Devlin. Se trata de un agente de los servicios de Inteligencia que reclama su colaboración para atrapar a Alexander Sebastian, el cerebro de los nazis en Brasil. Al principio se muestra reacia, pero finalmente accede, sobre todo, porque se ha enamorado del atractivo agente americano. Una vez en Brasil, Alicia se gana la simpatía de Sebastian y se va a vivir a su casa. Pero su implicación en el asunto acaba poniendo en peligro su vida. 

COMENTARIOS:

Hitchcock conforma una pareja explosiva entre dos de sus considerados actores fetiche: Cary Grant e Ingrid Bergman, en un film de espionaje nazi con tintes románticos.


En el mismo Ingrid es la típica dama ambigua made in Hitchcock, que finalmente resulta ser un agente secreto con afán de desenmascarar la conspiración nazi ayudada por el bueno de Cary.

Teniendo por medio al mejor prototipo de galán seductor que ha dado el cine y a la bella Ingrid surge lo inevitable: ambos se enamoran durante su misión, legando con ello al cine, el que hasta ahora es considerado como el beso más largo en un film. Escena en la que el mago del suspense tuvo que hacer alarde de su experiencia y picardía para que el código Hays no se cebase con tan logrado mérito, puesto que hasta la censura americana cronometraba al segundo el metraje de los osculos, no fueran a resultar impúdicos.

Anécdotas e historia amorosa a parte, el film posee un importante grado de intriga y un argumento bastante logrado que logran que esta película esté considerada como una de las obras mayores de el genio.


Este es un claro ejemplo de lo que es un film de suspense:
Se trata de una película con un comienzo un tanto lento, en el que sus personajes se dan a conocer para ir poco a poco metiendo al espectador en la trama. El argumento se hace un poco pesado y lineal, demasiado cómodo, sin sobresaltos... es entonces, casi a la mitad, cuando Hitchcock da una vuelta de rosca inesperada y crea un ambiente de tensión extremo hasta ese momento inexistente, es decir, logra que el espectador se vea dentro de una situación cargada de intriga sin haberla advertido, como si hubiera sido arrastrado a ella de una forma tan sutil que cuando se quiere dar cuenta está atrapado de lleno (me estoy refiriendo al problema con la botella y todo lo que le rodea). A partir de ahí la película adquiere un ritmo y una tensión casi constantes, incluyendo un final perfectamente a la altura de las circunstancias o incluso superandolas.
El maestro Hitchcock se consagra en la cúspide del suspense con esta gran película, muy bien secundada con excelentes actuaciones de sus protagonistas principales. A todo esto le acompaña una buena puesta en escena, una buena fotografía, dirección artística... todo a muy buen nivel.


Por encima de otras películas suyas, creo que Encadenados es una de las cumbres del cine de Hitchcock.
Encadenados pertenece al género del cine de espías, pero al final todo eso no es más que una excusa para contar una historia de amor, celos y pasión apasionante como pocas.
La película tiene un comienzo antológico, con el encuentro por primera vez de los futuros enamorados. Un toma y daca entre Cary Grant e Ingrid Bergman que quita el sentido. Las chispas saltan entre ellos y esa química contagiosa traspasa la pantalla.

Después surge el amor, con todo lo que ello conlleva, envuelto en una historia de espionaje tan rocambolesca como eficaz. Es entonces cuando entra en escena el tercer vértice del triángulo, interpretado por el siempre modélico e impecable Claude Rains, Y es ahí donde además de romance tenemos tensión de la buena, esa en la que con cuatro pinceladas se consiguen secuencias brillantes.
Todo ello narrado en poco más de hora y media, y con un final, quizás repentino, pero impecable.
Pero, aunque me repita, lo que realmente queda en el recuerdo para siempre es la fascinante y sensual pareja protagonista. Ella todo pasión, carnalidad y misterio. El todo picardía, clase y elegancia. Sin duda una de las mejores parejas de la historia del cine.
Posiblemente, nos encontramos ante la mejor obra de Hitchcock, por lo menos es su mejor obra dentro de lo que se considera la primera parte de su filmografía americana, para mí es su mejor obra en general, por varios motivos:

Hitchcock con esta película consigue resumir, en conjunto todos los elementos de su cinematografía, misterio, suspense etc.. los utiliza y nos cuenta una gran historia de amor que es lo que a él verdaderamente le interesa, de personajes amargados y hasta desagradables, esto le sale redondo. Si además, contamos con una de las mejores escenas de la historia del cine, y nos tiene en tensión simplemente por la planificación de la escena, me refiero a la de la fiesta en la que el personaje de Ingrid Bergman tiene que hacerse con la llave de la bodega y vemos desde un plano general como va bajando la cámara progresivamente hacia abajo hasta acabar con un primer plano de la mano con la llave.

Si a todo esto le sumamos la presencia de los dos grandes actores Hitchkconianos por excelencia, Ingrid Bergman y Cary Grant, insuperables en sus personajes y unos secundarios de lujo incluido el malo-bueno Claude Rains y su madre malísima personaje frío y distante muy parecido al de la señora Danvers de Rebecca. Una fotografía insuperable y uno de los finales más románticos del celuloide, es más que evidente que nos quedamos encadenados para siempre a esta obra del gran Hitch.

Traíler:


Calificación:  Extraordinaria.

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