viernes, 7 de septiembre de 2012

Bringing Up Baby (La fiera de mi niña) - (1938) - (Director: Howard Hawks)



LA FIERA DE MI NIÑA (1938)

TÍTULO ORIGINAL: Bringing Up Baby

AÑO: 1938

DURACIÓN: 102 min.

PAÍS: EE.UU.

DIRECTOR: Howard Hawks.

GUIÓN: Dudley Nichols, Hagar Wilde (Historia: Hagar Wilde)

MÚSICA: Roy Webb.

FOTOGRAFÍA: Russell Metty.

REPARTO: Katharine Hepburn, Cary Grant, Charles Ruggles, May Robson, Walter Catlett, Barry Fitzgerald, Fritz Feld, Leona Roberts.


SINOPSIS:

David Huxley (Cary Grant) es un paleontólogo tímido y despistado que está a punto de acabar la laboriosa reconstrucción del esqueleto de un brontosaurio, del que sólo le falta una clavícula intercostal. También está a punto de casarse con su anodina secretaria. En un partido de golf con el abogado de una solterona millonaria, potencial mecenas del museo para el que trabaja, Huxley conoce a Susan Vance (Katharine Hepburn), una joven adinerada y caprichosa que hará lo posible para que no culmine ninguno de sus dos proyectos: se dedicará a manipular a Huxley para seducirlo con un estilo muy peculiar: le abolla el coche, le desgarra el smoking, esconde su ropa, le rompe las gafas y por si fuera poco, lo embauca para que cuide a un joven leopardo llamado "Baby".



COMENTARIOS:

La gestación del proyecto no pudo empezar con mejor pie, pues los guionistas, Hagar Wilde y Dudley Nichols, conectaron especialmente y por lo visto se sintieron especialmente inspirados durante el proceso de escritura. Tanto es así que acabaron rellenando un guión de doscientas dos páginas, lo que habría derivado en tres horas y veinte minutos, por lo que lógicamente, hubo que recortar. Dudley Nichols, guionista de “La diligencia”, y otros títulos de John Ford, declaró que se había inspirado en la relación que el propio Ford había tenido con la actriz Katharine Hepburn, durante el rodaje de María Estuardo. El guión encandiló al director Howard Hawks y a la actriz Katharine Hepburn, que fueron quienes convencieron a los directivos de RKO de que dieran luz verde al proyecto.

Y es que precisamente, un guión de hierro es la principal característica de la “screwball comedy”, que acumula personajes variopintos y estrafalarios cuyas relaciones e interacciones derivan en direcciones inesperadas. La fiera de mi niña es un ejemplo de ágiles e ingeniosos diálogos y de secundarios inolvidables, por eso es uno de los grandes exponentes del género, con otros títulos como la hilarante “Ser o no ser”, del maestro Lubitsch. Por desgracia, ésta no es la tónica dominante en la comedia moderna.

Como es bien sabido, el film está protagonizado por el apocado y despistado paleontólogo David Huxley, a punto de acabar la reconstrucción de un esqueleto de brontosaurio, en el museo para el que trabaja. A punto de casarse con su secretaria, un día David acude a jugar al golf con el abogado de una anciana millonaria, posible mecenas del museo. Durante el partido, David conocerá a Susan Vance, atractiva muchacha de la alta sociedad que le abolla el coche, y a partir de ese momento le manipula de forma caprichosa, llegando a embaucarle para cuidar a un leopardo que atiende al nombre de Baby.
Katharine Hepburn tenía un especial interés en protagonizar el film, pues hasta ese momento la estrella de dramones como “Mujercitas” apenas había rodado comedias, excepto algún título como “La gran aventura de Silvia”, junto a Cary Grant. Cuando empezó los ensayos, sacaba de quicio al director, porque en todo momento se prodigaba en muecas y gestos supuestamente graciosos. Hawks se tomó mucho tiempo convenciéndola de que la comedia se debe tomar muy en serio, porque para hacer reír, los actores deben comportarse con naturalidad y seriedad. Para ayudarla a ensayar, contrató a un equipo de actores, veteranos del vodevil.


Más experiencia en comedia tenía el protagonista masculino, Cary Grant, que se movía como pez en el agua en el género, estaba considerado una estrella de la comedia y acababa de triunfar en las taquillas con “La pícara puritana”, del especialista Leo McCarey. Hawks quedó tan contento con su trabajo, que volvería a contratarle para otros títulos inolvidables: “Sólo los ángeles tienen alas”, “Luna nueva”, “La novia era él” y “Me siento rejuvenecer”.

La influencia de "La fiera de mi niña" en las comedias posteriores es tan grande que casi podemos hablar de un subgénero de películas que imitan al milímetro el esquema del argumento. Sirvan como ejemplo varias películas de chica loca y hombre tímido. Por ejemplo, algunas del propio Hawks, como “Gran bola de fuego” y “Su juego favorito”, pero también otras más recientes, como “Algo salvaje”, “Cita a ciegas” y la única imitación reconocida, “¿Qué me pasa, doctor?”, homenaje sentido del cinéfilo Peter Bogdanovich a la screwball comedy. En una entrevista de Bogdanovich con Howard Hawks, éste último le agradece el tributo, pero también le dedica un pequeño reproche. “Tu único error ha sido reconocer abiertamente que me has copiado la idea a mí. Yo he quedado como el inventor de todo esto porque nunca le he contado a nadie a quien le copié yo la idea”, respondía el siempre ingenioso Hawks.

Aunque hoy en día está considerada una obra maestra, en su momento fue un absoluto fracaso en las taquillas. Tanto es así que la productora RKO decidió despedir al director, Howard Hawks, que tenía contrato para seis películas. En su momento, Hawks llegó a reconocer que había fracasado por completo. “El problema es que los personajes se comportan todos de forma demasiado alocada, sin que exista ningún personaje normal para compensar”, comentó el director, tratando de explicar el varapalo sufrido por un film que con el tiempo está reconocido como uno de sus mejores trabajos. Los ejecutivos de RKO también pusieron de patitas en la calle a Katharine Hepburn.
Para interpretar al doctor David Huxley, Howard Hawks le dijo a Cary Grant que se inspirara en las películas del cómico Harold Lloyd, una de las estrellas del humor en la época del cine mudo. Lloyd creó un modelo de personaje extremadamente tímido. Hawks pensaba que así exactamente tenía que ser el apocado doctor Huxley.


Al margen de eso no cabe duda que Bringing Up Baby es una de las cimas de las comedias de todos los tiempos, la inteligencia de sus gags y de cómo todas las tramas secundarias se engarzan y se subordinan a la principal es un ejemplo para todos los guionistas del mundo.

Howard Hawks es uno de los mayores directores de la comedia clásica junto a Frank Capra, Billy Wilder y George Cukor. Con "La fiera de mi niña" se consagró gracias a su estilo narrativo impecable, por sacar lo mejor de los actores y componer historias increíbles a través de escenas delirantes y desternillantes. Hawks crea una de las mayores comedias de la historia del cine mediante una serie de escenas y unos enredos que han hecho historia.


Es una película con la que no te puedes quedar con tan sólo una escena, en mi memoria permanecerán: la escena del restaurante, la persecución el jardín y los magistrales 15 últimos minutos en la cárcel. Sin dejar esa última escena, predecible pero igualmente divertidísima.

En general, sin duda, es una de las grandes comedias de la historia del cine. Grant y Hepburn forman una pareja excepcional para el género junto a un guepardo angelical.



Tráiler:


Calificación: Obra maestra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario