El pasado
Título original: Le
passé
Año: 2013
Duración: 130 min.
País: Francia.
Director: Asghar
Farhad.
Guión: Asghar
Farhadi.
Fotografía: Mahmoud
Kalari.
Reparto:
Bérénice Bejo, Tahar Rahim, Babak
Karimi, Ali Mosaffa, Pauline Burlet, Elyes Aguis, Jeanne Jestin, Sabrina
Ouazani, Valeria Cavalli.
Género: Drama.
Sinopsis:
Ahmad, de nacionalidad iraní,
llega a París, donde le aguarda su ex mujer Marie, francesa, para que le firme
los papeles del divorcio tras cuatro años de ausencia. Aunque hay algo más.
Ella desea que hable con su rebelde hija adolescente Lucie, fruto de otro
matrimonio, y con la que él se lleva bien. Además ha previsto que se aloje en
su casa, donde se va a enterar de que Marie mantiene una relación con otro
hombre, Samir, padre de un niño y cuya esposa se encuentra en coma.
Premios:
2013: Globos de Oro:
Nominada a mejor película extranjera.
2013: Premios César:
5 nominaciones, incluyendo Mejor película.
2013: Festival de
Cannes: Mejor actriz (Bérénice Bejo).
2013: National Board
of Review (NBR): Mejor película extranjera.
2013: Festival de
Gijón: Sección oficial largometrajes a competición.
2013: Satellite
Awards: Nominada a mejor película extranjera.
COMENTARIOS:
El iraní Asghar Farhadi, ganador del
Oscar a la mejor película extranjera gracias a Nader y Simin, una separación,
acomete su primera obra rodada fuera de su país y casi en su totalidad en
francés. Pero las señas de identidad del cineasta son las mismas, y si acaso
las nuevas circunstancias sirven para constatar la universalidad de su
propuesta, gracias a un enorme talento narrativo y a la habilidad para dibujar
personajes creíbles, con rasgos complejos bien definidos, que muestran la
complicación interior tan habitual del ser humano.
En esta primera incursión en el
terreno europeo por parte del director iraní Asghar Farhadi supone, por irónico
que parezca, un nuevo insuflo de ideas narrativas en el terreno cinematográfico
occidental, una lección de retrato de personajes pulido y completo, de
plasmación de determinados conflictos entre relaciones humanas que afloran como
resultado de un pasado desatendido y todavía por resolver. Una bella forma de
unificar culturas aparentemente distintas: lo que Farhadi nos muestra tanto
puede entenderse como los conflictos de convivencia que una pareja iraní no ha
logrado dejar atrás a pesar de su traslado en territorio occidental como una
contaminación cultural europea de la cual nacen precisamente dichos conflictos.
El pasado es una película más
preocupada en plantear preguntas que en ofrecer respuestas. De ahí que ciertos
interrogantes referentes a los conflictos que fracturan la unidad de la familia
que protagoniza el relato queden por resolver. Pues Farhadi no pretende hablarnos
del origen de dichos conflictos, sino reflexionar sobre la insistencia por
parte de los personajes en rascar y rascar heridas que muy bien podrían estar
cerradas, en indagar sin descanso en hechos pasados, no con la intención de
cerrar etapas, sino en un acto (casi involuntario) de abrir nuevas heridas en
un presente ya manchado por el rencor y la incapacidad de mirar hacia adelante.
Farhadi presenta todo lo
mencionado sin juzgar a ninguno de los personajes, mostrando tanto su parte más
humana como su lado más perverso. Y es que todos estos personajes tienen en la
película oportunidad de expresarse sinceramente, todos ellos demuestran encontrarse
en una posición comprensible al mismo tiempo que a todos les es permitido, en
determinado momento, sufrir su propio derrumbamiento moralEl cineasta persa es
un verdadero mago de la narración, sabe dosificar la información y tener al
espectador en ascuas; y entregar imágenes y metáforas visuales más expresivas
que mil palabras, sirva de botón de muestra el encuentro mudo en el aeropuerto,
separados los que estuvieron casados por un cristal, o el coche que arranca
marcha atrás y está a punto de colisionar, anticipo de las cuestiones del
pasado a que alude el título y que van a tener presencia nuevamente en el
presente. Y los actores tienen en sus manos personajes muy sólidos, de modo que
Bérénice Bejo –premiada como mejor actriz en Cannes– Ali Mosaffa, Tahar Rahim y
la jovencita Pauline Burlet se lucen.
Tomarte tu tiempo para contar una
historia –130 minutos dura el film– puede tener sentido, o no. Una mirada
superficial podría interpretar que la narración podía avanzar más deprisa, o
que se miran las mismas cuestiones desde diferentes ópticas, lo que prolonga el
metraje. La realidad es que Farhadi tiene un increíble sentido del tempo
narrativo, usa los minutos que precisa, ni uno más, ni uno menos; y saber jugar
inteligentemente con el espectador que ya está juzgando quizá a la ligera a los
personajes, aportando de pronto y con sentido nuevos elementos que conducen a
que se nos invite a no sacar conclusiones demasiado rápido. Lo que bien se
puede decir del final, Samir junto a su esposa comatosa, verdaderamente
impactante.
Nos encontramos, pues, ante una
de estas joyas cinematográficas que saben situarse justo enfrente de la línea
divisoria que separa el culebrón convencional y la pura genialidad, situando a
Asghar Farhadi en la posición de uno de los cineastas de nuestros días más a
tener en cuenta.
Tráiler:
Calificación: 5 de 6.
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