TÍTULO ORIGINAL: Tous les soleils
AÑO: 2011
DURACIÓN: 105 min.
PAÍS: Francia.
DIRECTOR: Philippe Claudel.
GUIÓN: Philippe Claudel.
MÚSICA: Varios.
FOTOGRAFÍA Denis Lenoir.
REPARTO:
Stefano Accorsi, Neri Marcorè, Clotilde Courau, Lisa Cipriani, Anouk Aimée, Marie Seux, Jean-Marie Holterbach, Patricia Joly, Philippe Rebbot, Margot Lefevre Chan.
SINOPSIS:
Alessandro es un profesor italiano de música barroca que vive en Estrasburgo con Irina, su hija de quince años, que atraviesa una crisis, y con su hermano Crampone, un simpático y estrafalario anarquista que no para de pedir asilo político desde que Berlusconi está en el poder. En suma, Alessandro tiene a su cargo dos adolescentes, cuyos problemas le impiden ver el vacío de su propia vida. Esforzándose en ser el padre perfecto, se ha olvidado de reconstruir su vida afectiva, sobre todo porque está rodeado de divertidos amigos que le impiden sentirse solo. Pero cuando su hija descubre la emoción del primer amor, la vida de Alessandro sufre un cambio tan inesperado como dramático.
COMENTARIOS:
Cine entrañable, divertido, conmovedor. Cine del bueno. Tras el durísimo y notable drama “Hace mucho que te quiero”, que obtuvo estupendas críticas y un buen recibimiento del público, el cineasta francés Philippe Claudel da un giro hacia la comedia realista, amable y enormemente natural, y el cambio le sale redondo. Es ésta una de esas películas que, sin grandes aspavientos ni moralinas baratas, logra que el espectador se sienta mejor persona a la salida del cine, con el corazón enriquecido, con deseos de sacar el mayor partido a su vida, a su amor, a su generosidad con los seres queridos.
Claudel, profesor de literatura en la Universidad de Lyon antes de dedicarse al cine, demuestra que sabe manejar situaciones y problemáticas humanas y que usa las palabras con enorme sutileza. Su guión es sencillo, costumbrista, con muchos diálogos y gestos “a la italiana” como demandan sus personajes, pero entregados siempre de modo verosímil y real, sin situaciones impostadas, empalagamientos o durezas forzadas. La clave del éxito, claro está, hay que buscarla en una esmeradísima creación de personajes, algunos definidos magistralmente con leves brochazos. Claudel se luce con ellos: desde el protagonista Alessandro, entrañable y un poco ridículo de tan bueno y desconcertado, hasta su jovencita y madura hija Irina, pasando por la enorme y elegante presencia de Agathe o la dulzura de Florence. Carga la mano, es cierto, con el burlesco y divertidísimo Crampone, un artista anárquico, caradura, anticapitalista –su odio a Berlusconi llega a extremos hilarantes– y tan extravagante como enormemente simpático, en fin, un tipo que parece salido de una de esas comedias italianas de los cincuenta y sesenta, servidas por Mario Monicelli o Dino Risi.
En el film hay muchos momentos para la risa y la sonrisa, para la emoción, pero Claudel no se muestra nada frívolo a la hora de hablar de los traumas personales, los miedos, la muerte, el paso del tiempo. Pero como en todo, lo hace sin incisiones importantes. Hay drama, aunque siempre sembrado con una inmensa ternura, y desde luego el conmovedor desenlace es toda una lección de cine. Paradigmático del film es la estrechísima relación familiar entre Alessandro, su hermano Crampone y su hija. Sus gritos, sus discusiones, sus leves desencuentros no son sino el contrapunto de una unidad familiar honda, muy honda. Los actores están sencillamente perfectos; de ellos tan sólo emerge un rostro conocido, el de la veterana Anouk Aimée, que interpreta a la enferma Agathe con una presencia grandiosa, elegante, de gran belleza.
Pero, sinceramente, dudo que os pueda recomendar una historia más bien cuidada y terminada durante este verano 2012. Disfrutadla.
A la pregunta de cómo le gustaría que reaccionaran los espectadores ante su película, Philippe Claudel responde: "No soy un genio, y esta película no revoluciona la comedia. Me basta con que se sientan felices viéndola y que salgan con una sonrisa después de haber conocido a hombres y mujeres que se parecen a nosotros y viven como nosotros. Espero que lo pasen bien con una película un poco inteligente, sensible y divertida. Mi única ambición es ofrecer una paleta de emociones humanas y diferentes niveles de lectura que pueden encajar con muchos de nosotros."
Tráiler:
Calificación: 4 de 6.
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