lunes, 20 de enero de 2014

12 Years a Slave (12 años de esclavitud) - (2013) - (Director: Steve McQueen)


12 años de esclavitud

Título original: 12 Years a Slave

Año: 2013

Duración133 min.

País: Estados Unidos.

Director: Steve McQueen.

Guión: John Ridley (Biografía: Solomon Northup)

Música: Hans Zimmer.

Fotografía: Sean Bobbitt.

Reparto:

Chiwetel Ejiofor, Michael Fassbender, Benedict Cumberbatch, Paul Dano, Paul Giamatti, Lupita Nyong’o, Sarah Paulson, Brad Pitt, Alfre Woodard, Michael K. Williams, Garret Dillahunt, Quvenzhané Wallis, Scoot McNairy, Taran Killam, Bryan Batt, Dwight Henry

Género: Drama.

Sinopsis:

Norte de los Estados Unidos. Solomon Northup es un hombre negro, casado y con dos hijos, que goza de una buena posición. Con la excusa de ofrecerle un atractivo trabajo, y aprovechando la ausencia de su familia, dos desalmados le secuestran y es vendido como esclavo. A lo largo de 12 años pasará por distintas plantaciones sureñas, sirviendo a distintos amos. No perderá la esperanza de recobrar la libertad, pero la supervivencia pasa por no mostrarse como alguien con educación, y por el dilema moral de cuál debe ser su reacción ante tremendas injusticias de las que es testigo.

 
 
Premios:

2013: Globos de Oro: Mejor película dramática. 7 nominaciones.

2013: Premios BAFTA: 10 nominaciones, incluyendo mejor película.

2013: Festival de Toronto: Mejor película (Premio del público).

2013: Critics Choice: 13 nominaciones, incluyendo Mejor película.

2013: National Board of Review (NBR): Mejores 10 películas del año.

2013: American Film Institute: Top 10 - Mejores películas del año.

2013: Círculo de Críticos de Nueva York: Mejor director.

2013: Asociación de Críticos de Los Angeles: Mejor actriz sec. (Nyong'o).

2013: Premios Gotham: 3 nominaciones, incluyendo Mejor película.

2013: Independent Spirit Awards: 7 nominaciones, incluyendo Mejor película.

2013: Satellite Awards: 10 nominaciones, incluyendo mejor película y director.




COMENTARIOS:

Formidable película, quizá el mejor drama que se ha filmado en cine sobre la esclavitud en Estados Unidos, destinado a tener el impacto que sobre el holocausto tuvo La lista de Schindler. Se basa en una historia real, que contó el propio Solomon Northup en un libro publicado en 1853. Steve McQueen (II) ha probado sobradamente sus capacidades como cineasta en Hunger –las huelgas de hambre de terroristas del IRA– y Shame –las adicciones sexuales–. Aquí se aplica con realismo en describir las penalidades de un hombre libre reducido al estado de esclavitud sin que pueda hacer nada por impedirlo, lo que supone una inmersión en el infierno de algo socialmente aceptado, disponer de las personas como si pudieran ser propiedad de alguien. Hay innegable crudeza en varios pasajes –las flagelaciones, el impuesto despojo de la intimidad...–, pero justificable y medianamente elegante.




Lejos del director y de su guionista John Ridley caer en la sensiblería, o en el trazo caricaturesco del hombre blanco. Hay un esfuerzo claro por la objetividad, se procura penetrar en el punto de vista de la época sin condenas explícitas, ya sea el del propietario buena persona pero con problemas económicos, que no considera que sea labor suya cambiar las cosas; el capataz pendenciero de enorme ego; el depravado dueño de una plantación, y su no menos depravada esposa, por los celos que alimenta hacia una esclava de la que abusa el otro; los que usan del engaño para servir a sus propios fines; y los que tienen claro que no existen diferencias reales entre los blancos y los negros. Mientras que entre los esclavos las actitudes oscilan entre el extremo de la desesperación y el intento de la huida, y el de aceptación de lo que hay.
 
El título es ya bastante ilustrativo de lo que vamos a ver: los doce infernales años que pasará Solomon Northup, en principio, un hombre libre, negro, violinista y padre de familia respetado y querido en su comunidad, tanto por blancos como por negros. Doce años de pesadilla que comienzan cuando es secuestrado y vendido al mejor postor en el sur racista y supremacista de los Estados Unidos, donde la esclavitud estaba legitimada y legalizada.


Interpretado magistralmente por Chiwetel Ejiofor, el personaje de Solomon, despojado de su libertad, de su identidad y hasta de su nombre, pasa por todos los estadios, empezando por la incredulidad y la estupefacción hasta llegar a la ira, el conformismo, la desesperanza y, en muchas ocasiones, el terror. Pero nunca, nunca, pasa por la rendición.
Y mira que es como pensárselo. Lo de rendirse. Porque los doce años que Solomon tiene que soportar resultan especialmente áridos y dolorosos tras conocer, casi desde el principio, la agradable y acomodada vida que llevaba con su esposa y sus hijos. El contraste, así, es mayor. Y, por supuesto, la identificación del espectador con el personaje, infinitamente más impactante que en los casos en que vemos cómo los esclavos son secuestrados en África y llevados a Estados Unidos (la serie “Raíces” y la película “Amistad” serían los referentes más cercanos). Porque, funcionando también como metáfora de los tiempos en que creíamos que todo era sólido; viendo la película, sentimos como potencialmente propia la caída en desgracia de Solomon.



La película es larga. Y está filmada a través de tomas igualmente largas y morosas, con planos-secuencia extraordinarios, como ése en que Solomon es colgado de la rama de un árbol y ha de hacer equilibrios para no asfixiarse mientras, a su alrededor, los demás esclavos siguen trabajando, como si nada.
Las imágenes de las enormes mansiones de ese Deep South, con los sonidos de la naturaleza como la mejor banda sonora, son escalofriantes. Tanta belleza. Tanto sufrimiento. Tanta hermosura. Tanto dolor.
Y luego están los diferentes personajes blancos con los que Solomon tiene trato. Reluce especialmente Michael Fassbender. Que no es que sea el actor de moda. Es que es el mejor actor del momento. Y punto. Su esquizofrenia y su relación de amor-odio con Patsey también pasa por todos los estadios posibles y desemboca en la secuencia de la que todo el mundo habla, que no vamos a describir y… que sí. Que yo considero necesaria. Como dice el propio director, Steve McQueen: “No es el momento de girarse o cerrar los ojos. Si (el espectador) lo hace, acepta ciertos aspectos de ello. Tiene que mirar… Es horrendo. Pero sí. Tenemos que aceptar esas cosas. Si no, no podemos seguir adelante”.
 12 años de esclavitud patsy

 
Una historia que debería pesar sobre cualquier conciencia, que habla de lo humano y de lo infrahumano, de aquello que como especie hemos hecho con las razas: el verdadero terror. Razas que aún hoy definen, convulsionan, enfrentan. Razas que provocan tragedias tan injustas como esta. 12 años de Esclavitud es quizá una de las mejores películas sobre este tema y sabe esquivar el sentimentalismo de la mayoría de ellas y mirar directamente al latigazo, a la llaga, al dolor de la superficie y de la entraña, de unos hombres y unas mujeres castigados por el más injusto de los prejuicios.
No sé si “12 años de esclavitud” se hartará de ganar todos los premios que se merece o su dureza y la crudeza de algunos pasajes serán demasiado indigestos para los gustos cinematográficos más conservadores. Pero es una película imprescindible y necesaria, de las que acreditan que el cine es más, mucho más que un mero entretenimiento.

Tráiler:



Calificación: 5 de 6.

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