Begin Again
Título
original: Begin Again (Can a Song Save Your Life?)
Año: 2013
Duración: 104 min.
País: Estados Unidos.
Director: John
Carney.
Guión: John
Carney.
Música: Gregg Alexander.
Fotografía: Yaron Orbach.
Reparto:
Keira Knightley, Mark Ruffalo, Hailee Steinfeld, Adam
Levine, James Corden, CeeLo Green, Catherine Keener, Mos Def.
Género: Drama romántico.
Sinopsis:
Gretta
(Keira Knightley) y Dave (Adam Levine), son una pareja enamorada a la par que
compañeros compositores, que llegan a Nueva York cuando él firma un acuerdo con
un importante sello discográfico. Pero su recién adquirida fama pronto tienta a
Dave y deja de lado a Gretta, cuyo mundo se viene abajo. Cuando Dan (Mark
Ruffalo), un ejecutivo discográfico en horas bajas, descubre a Gretta durante
una actuación en los escenarios del East Village, queda cautivado al instante
por su talento y le propone empezar a trabajar juntos. Una colaboración que les
transformará a ambos, a la vez que compondrá la banda sonora de un maravilloso
verano neoyorkino.
COMENTARIOS:
Siete
años ha habido que esperar para que John Carney, guionista y director de la
maravillosa Once, volviera a entregar una película que discurre en la misma
dirección. Begin again comparte con ella la capacidad de conmover gracias a
unos personajes entrañables, bien descritos, y a los conflictos a los que se
enfrentan, y a una inspirada partitura musical compuesta de preciosos temas
musicales de Gregg Alexander que dan el necesario “mood” a la película, porque
en ellos los personajes expresan sus sentimientos.
Está
claro que el éxito de Once, incluido su Oscar a la mejor canción, ha facilitado
las cosas a Carney en lo referente a un presupuesto más desahogado, y a un
reparto de actores conocidos, aunque no obvios, el cineasta no ha sucumbido a
la tentación de fichar meramente intérpretes con tirón comercial.
Pero,
¿qué es lo que hace que "Begin Again" sea diferente? Para empezar,
estamos ante un producto que no se limita a contarte cantando qué está pasando
en pantalla, todos tenemos ojos para darnos cuenta de eso y estamos viendo
cine, no una obra de teatro, algo que tiende a olvidarse en este tipo de producciones.
"Begin Again" Usa la música para definir las emociones, para hablarte
de un estado de ánimo, para destripar los entresijos de cualquier personaje
solo por la letra de lo que canta, cómo lo canta o cómo parece sentirse
mientras lo hace. Si todo esto lo sumas a una historia original por tópica que
parezca en su conjunto, a una pareja protagonista con una química casi
inverosímil (Mark Ruffalo está en estado de gracia) y a unas canciones elegidas
con buen gusto y colocadas con inteligencia, nos queda un producto sumamente
disfrutable.
Después
de su papel como paciente de Freud (Un método peligroso) y de enamorarse
locamente en Anna Karenina, la polifacética Keira Knighley coge su cuaderno de
notas y su gruitarra, y vagabundea por las emblemáticas calles de Nueva York.
Interpreta a Gretta, una joven que llega con su novio Dave a la ciudad, con
miras a triunfar con el último trabajo musical de éste. Mientras Dave se
entretiene entre estudios de grabaciones y viajes de presentación. Finalmente,
él se sume completamente en su trabajo y la abandona. Gretta, perturbada y
hundida, termina durmiendo en el sofá de un viejo amigo en un pequeño
apartamento. Dan Mulligan (Mark Buffalo), productor musical, la ve actuar en un
local de Manhattan y se enamora perdidamente de su música.
Así
comienza Begin Again. Y lo hace mostrándonos la voz dulce, nítida y cargada de
vida de Knighley, que embauca al espectador sin que apenas se de cuenta. Y
aunque la belleza discreta de la actriz se ve completamente oculta por el
timbre de su voz, en tan sólo los primeros minutos del film, ya ha llenado la
sala de magia y es imposible dejar de mirar. Y de escuchar.
Es
un homenaje a la música, a las personas, a los artistas independientes y a la
ciudad de Nueva York, que se muestra tal y cómo es, como impresionante
escenario de fondo. También es una crítica a la comercialización extrema del
arte, a la pérdida de la esencia en el proceso de ventas y a la anulación de la
llamada "alma del artista" cuando se pone un precio a su talento.
Mientras Gretta lucha consigo misma y Dan intenta ayudarla a perseguir sus
sueños, el mundo de ambos se une de manera casi impercentible hasta que los une
una amistad profundamente musical y profundamente tierna.
Otra
de las formas más hermosas que tiene este film de mostrar la vida es la música
incluída en todas las facetas. Como si todo no fuera más que un videoclip
rodado de forma improvisada, componiendo así un álbum de dieciséis canciones
inolvidables y afiladas como lágrimas. Las notas musicales se engranan unas a
otras, formando parte del tráfico vertiginoso de la ciudad, adheriéndose al
cemento que forman los rascacielos, recorriendo la rutina de todos sus
habitantes. Y al caer la noche, todo esto únicamente se vuelve más indiscriptible.
Al
igual que ya quedaba patente en "Once", John Carney es un director
que ama la música por encima de todas las cosas, lo cual es algo que se
agradece en el resultado final (la escena en la que Ruffalo, borracho,
visualiza los arreglos en la canción de Knightley deja buena cuenta de ello).
Podríamos decir que en cada una de sus producciones plasma una pequeña parte de
su vida. Pocas cosas negativas más pueden decirse sobre "Begin
Again". Habrá a quién le haya molestado más este buen rollo generalizado,
de todos modos, seas más o menos permisivo, esto una nimiedad que sigue dejando
un conjunto realmente mágico.
La
selección de actores es perfecta. Hailee Steinfeld adolescente, demuestra que
lo de Valor de ley no fue flor de un día. Keira Knightley está tan encantadora
como siempre, y sale airosa del desafío de cantar. Mark Ruffalo es perfecto
para representar a un tipo que sufre la crisis de la mediana edad, y Catherine
Keener no vacila en su papel de madre, que podía a priori ser antipático. Adam
Levine, músico reconvertido en actor para la ocasión, encarna bien los desafíos
que se afrontan con el vértigo de la fama. Y James Corden da la imagen perfecta
del amigo patoso y no muy atractivo, en cuyo hombro siempre puedes llorar.
Dulce,
suave, musical, por momentos deliciosa. Dos actores que se unen en una comunión
perfecta, en un film lleno de melancolía y esperanza a partes iguales, una
película que nos conduce por el entramado emocional de la ilusión, el fracaso,
la tristeza y todos los sentimientos que nos unen y nos separan como personas.
Siempre
hay lugar para la esperanza...
Trailer:
Calificación: 4 de 6.
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