Una vida en tres días
Título original:
Labor Day
Año: 2013
Duración: 111 min.
País: Estados Unidos.
Director: Jason
Reitman.
Guión: Jason Reitman
(Novela: Joyce Maynard)
Música: Rolfe Kent.
Fotografía: Eric Steelberg,
Reparto:
Kate Winslet, Josh Brolin, Gattlin Griffith,
Tobey Maguire, James Van Der Beek, Tom Lipinski, Clark Gregg, Maika Monroe,
J.K. Simmons, Dylan Minnette, Brooke Smith, Brighid Fleming, Alexie Gilmore,
Lucas Hedges, Micah Fowler, Chandra Thomas.
Género: Drama
romántico.
Sinopsis:
En la década de los 80 el
adolescente Henry vive con su madre separada Adele en una población rural,
sobrellevando lo mejor que puede el habitual estado depresivo de ella. La vida
de ambos se altera cuando irrumpe en su vida Frank, un tipo fugado de una
prisión, que se refugia en su casa en el fin de semana festivo del día del
trabajo, el Memorial Day. Aunque buscado por las autoridades y considerado
peligroso debido a la condena que pesa sobre él por asesinato, Henry y Adele
descubren en él a alguien sensible, el padre y marido que añoran en su hogar.
Premios:
2013: Globos de Oro:
Nominada a Mejor actriz (Winslet)
COMENTARIOS:
“Una Vida en Tres Días" es
un drama romántico de uno de los niños mimados de Hollywood, Jason Reitman, sin
embargo, su última propuesta no ha sido recibida demasiado bien por parte de la
crítica, especialmente en nuestro país donde se han ensañado de forma excesiva
con la película. Voy a romper una lanza en favor de la misma, ya que sin ser un
film redondo ni el mejor de su director, sí que ofrece suficientes puntos de
interés como para estar por encima de la media de estrenos de la cartelera.
Una de las cosas más absurdas que he leído de forma reiterada entre las acusaciones, es sobre la ausencia de humor ácido que Reitman utilizaba en otras de sus obras como ' Gracias por Fumar' (2005), 'Juno' (2007), 'Up in the Air" (2009) y 'Young Adult' (2011). Y digo que exigirle a Reitman ese humor es tan absurdo como lo fue en su momento exigirle a M. Night Shyamalan después de su éxito con 'El Sexto Sentido' (1999) que sus siguientes obras tratasen también temas paranormales con un final sorpresivo, llevando su carrera hacia una deriva imposible y finalmente decepcionante. No provoquemos que la prometedora de Reitman caiga también en el error de la repetición de obras anteriores, así que aplaudo la valentía de querer ofrecer una historia de amor vestida con el clasicismo de 'Los Puentes de Madison' (Clint Eastwood, 1995), aunque caiga en excesivas ocasiones en la cursilería y el sabor rancio de lo demodé.
Pero 'Una Vida en Tres Días'
también ofrece momentos de gran intesidad dramática, especialmente cuando hace
uso del suspense, y el oficio de Reitman tras las cámaras se deja notar en cada
una de sus secuencias, con una puesta en escena exquisita, ayudado por el
trabajo de la estupenda pareja protagonista encarnada por dos grandes de la
interpretación como Kate Winslet y Josh Brolin. El terreno resbaladizo del
romanticismo más pringoso (las clases de baile, el pastel de melocotón, las
habilidades tipo MacGyver...), se supera con el morbo y la oscuridad trágica
del fondo de la historia, en cuyas aristas hubiera sido necesario profundizar
más para hacerla más atrayente al espectador y ganar en tensión sexual y
emoción narrativa. Pese a sus defectos y su tendencia hacia lo ñoño, no es tan
mala como la pintan, en serio, cuenta una historia de amor y pasión de las de
antes y cuenta con unos personajes más completos y turbios de lo habitual en el
género.
En ocasiones a algunos directores
no se les perdona que después de haber llamado la atención con unas pocas
películas personales, se embarquen en sus siguientes proyectos en historias
mucho más convencionales que discurran por terrenos más cómodos y seguros para
la gran audiencia. Claramente a Jason Reitman le ha pasado.
Su nueva propuesta ha sido
acogida de una manera bastante tibia en los Estados Unidos y tiene la pinta que
ocurra lo mismo en nuestro país.
Reitman nos cuenta una historia
de amor un tanto pillada por los pelos y que salvando la incoherencia inicial,
nos adentra en un relato defendido por tres estupendos personajes
protagonistas. Ella, ama de casa engañada por su marido, retoma su vida
envuelta en una gran depresión personal; su hijo, es el niño que está en pleno
proceso a la adolescencia, en su despertar sexual y en la comprensión de esa
palabra tan menospreciada llamada “amor”; y el convicto, un hombre con pasado
oscuro pero de buen corazón.
El drama se sirve prácticamente
dentro de un único espacio de acción, salvo en contadas excepciones donde vemos
el exterior, por lo que todo el peso tiene que recaer en los hombros de los
actores, unos soberbios Josh Brolin y Kate Winslet.
La película en ocasiones parece
haber sido sacada de la imaginación del novelista Nicholas Sparks, ya que su
forma e incluso contenido puede recordar a alguna de sus últimas adaptaciones
al cine.
El paisaje y la atmosfera de un
pueblo pequeño de los Estados Unidos es otra de las bazas, además de un sutil
homenaje a algunas características del cine de los años 80. La cinta transcurre
en 1987, y Reitman en ocasiones parece filmar como se hacía en esa década
dorada.
Pasará en silencio y desapercibida injustamente, y terminará olvidándose dentro de la filmografía de su director, pero a buen seguro más de uno saldréis más que satisfechos de verla, e incluso mucho más que de algunos de sus anteriores títulos.
(universocinema)
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