Bullit
Título original:
Bullitt
Año: 1968
Duración: 113 min.
País: Estados Unidos.
Director: Peter Yates.
Guión: Alan R. Trustman, Harry Kleiner.
Música: Lalo
Schifrin.
Fotografía: William A. Fraker.
Reparto:
Steve McQueen, Jacqueline Bisset, Robert
Vaughn, Don Gordon, Robert Duvall, Simon Oakland, Carl Reindel, Norman Fell,
Suzanne Sommers.
Género: Trhiller.
Sinopsis:
Frank Bullit es Teniente de la
policía de San Francisco. Un ambicioso político le encarga que proteja a un
testigo protegido al que persigue el Sindicato del Crimen de Chicago. A pesar
de que Bullit toma todas las precauciones posibles, no puede evitar que sea
asesinado. A partir de ese momento, se empeñará en investigar minuciosamente el
caso, que es bastante más complejo de lo que parecía a primera vista.
Premios:
1968: Oscar: Mejor
montaje. 2 nominaciones.
COMENTARIOS:
Uno de los thrillers más famosos
e influyentes de la Historia del Cine, la mejor realización del británico Peter
Yates en su primer trabajo en USA y uno de los rol más populares de Steve
McQueen, detenta la más recordada persecución de coches del Séptimo Arte.
Bullitt (carismático Steve
McQueen) es un detective de la policía de San Francisco al que un ambicioso
político, Walter Chalmers (buen Robert Vaughn), le encomienda la misión de
proteger a un tipo, Johnny Ross que va testificar en contra de la mafia, el
tipo es tiroteado junto a un policía que le protegía, pero no muere, es llevado
a un hospital, a partir de aquí Bullitt se verá envuelto en una oscura investigación.
Esta es una cinta con la que se
da entrada al estilo de acción naturalista de la década de los 70, ya sé que es
del 68, donde el desencanto, la corrupción política, el desencanto ante las
autoridades reflejan un tiempo decadente. El guión es Alan R. Trustman (‘El
Secreto de Thomas Crown’) y Harry Kleiner (‘Viaje Alucinante’), adaptan una
novela de 1963 de Robert L. Fish, ‘Testigo mudo’, lo hacen con prodigiosa
economía narrativa, donde los diálogos son escasos, todo se prodiga en lo
visual, en la acción, en el costumbrismo de una investigación, donde el
profesionalismo de los buenos y malos se enfrentan, magnífico el detalle de que
un asesino después de un tiroteo se quite los tapones de los oídos, muy sutil.
La cinta posee un ritmo sereno,
para cuando la acción explota provocar catarsis, el tiroteo en el piso, la
persecución en el hospital, la mítica persecución en coches por la ciudad, o el
trepidante tramo en el aeropuerto. Es un tenso relato de suspense e intriga que
posee tiroteos, persecuciones, explosiones, y por supuesto un héroe de
carácter, un Steve McQueen que sentó cátedra para muchos de los personajes de
acción venideros, ‘Harry el Sucio’, muchas de las de Charles Bronson, Stallone
o Bruce Willis, McQueen hace de lo de siempre, pero al igual que Bogart, Wayne
o Eastwood desbordan una personalidad arrolladora, un ser que vive para su
profesión, taciturno, lacónico, misántropo, Íntegro y al que parece no le
afecta nada, estuvo impresionante, con una mirada penetrante, emanado un fuerte
existencialismo.
Sobre todo la historia ha pasado
a la historia por su icónica persecución de 3 semanas de rodaje para casi 11
minutos por las calles de San Francisco, Steve con su popular Ford Mustang
Fastbacks-325 CV y los sicarios con un Dodge Charger 440, con puntas de
velocidad de 180 km/h, una lección de montaje trepidante, Frank P. Kller (‘Un
diamante al rojo vivo’) ganó el Oscar por su espléndida labor, cambia los
puntos de vista los ángulos, transmitiendo una sensación de habernos montado en
una montaña rusa, escena que te mantiene en tensión gracias a su realismo, se
hace un uso extraordinario de las calles de la urbe, impresionantes los saltos
por los toboganes-calles con continuos saltos, de una coreografía muy dinámica,
algo copiado después por bastantes, la velocidad, las curvas, los cruces, los
derrapes, los disparos, toda una lección de cómo rodar una escena adrenalítica,
ello adornado por la bella música de Lalo Schiffrin (‘Misión Imposible’, ‘La
leyenda del indomable’ o ‘Los violentos de Kelly’) de resonancias jazzísticas y
la fenomenal fotografía de William A. Fraker (‘Rosemary’s Baby’ o ‘Paint your
Wagon’) ayuda por sus vigorosos encuadres y sus tonalidades, lástima que no les
dejaran roda en el Golden Gate, el marco habría sido colosal, como curiosidad
mencionar que el Dodge era más rápido que el Mustang, con lo que el conductor
del perseguido bebía frenar para no dejar atrás al Ford, escena que ha sido
incluida entre los mejores montajes de la Historia.
La cinta discurre con una cadencia
fluida, que te atrapa desde el principio, con personajes bien definidos y las
susodichas escenas de acción bien dosificadas, con inteligentes giros de
argumento, y un increscendo atractivo, derivando en unos 20 últimos minutos de
una enorme tensión, en un escenario central del aeropuerto muy bien manejado.
Y es que cuando tienes a Steve
McQueen, las calles de San Francisco (como la gran serie), un Ford Mustang Fastbacks-325
CV verde oscuro persiguiendo a un Dodge Charger R/T 440 Magnum (ambos del ´68),
a la música de Lalo Schifrin de fondo y a un director joven como es Peter Yates
con ganas de comerse el mundo, no tienes sino una de la mejores películas de
este género jamás rodada. Cada aspecto de la película merece un capítulo.
Estamos ante el mejor cine
policíaco y ante Steve McQueen. Que grandísimo actor. Uno de mis preferidos. Y
en esta película demuestra lo que es. Clase mezclada con naturalidad.
Naturalidad ante la cámara como muy pocos otros han sabido hacer. Jersey de
cuello vuelto y chaqueta de paño con coderas. Y a dar lecciones de
interpretación. La película es Steve McQueen. Y Steve McQueen es la película.
Nadie podría haberla hecho sino él. Recomendable a los que gusten de buenos thrillers.
Escena de la persecución:
Calificación: 4 de 6.
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