martes, 25 de marzo de 2014

The Wolf of Wall Street (El lobo de Wall Street) - (2013) - (Director: Martin Scorsese)



El lobo de Wall Street
Título original: The Wolf of Wall Street
Año: 2013
Duración: 179 min.
País: Estados Unidos.
Director: Martin Scorsese.
Guión: Terence Winter (Libro: Jordan Belfort)
Música: Howard Shore.
Fotografía: Rodrigo Prieto.
Reparto:
Leonardo DiCaprio, Jonah Hill, Margot Robbie, Kyle Chandler, Cristin Milioti, Rob Reiner, Matthew McConaughey, P. J. Byrne, Jon Bernthal, Jean Dujardin, Kenneth Choi, Henry Zebrowski, Joanna Lumley, Brian Sacca, Jon Favreau, Ethan Suplee, Spike Jonze, Katarina Cas, Barry Rothbart, Shea Whigham.
Género: Comedia/Drama.
Premios:
2013: Premios Oscar: 5 nominaciones, incluyendo mejor película y director
2013: Globos de Oro: Mejor actor de comedia (Dicaprio). Nomin. a mejor película
2013: Premios BAFTA: 4 nominaciones, incluyendo Mejor director
2013: Critics Choice: Mejor actor de comedia (Dicaprio). 6 nominaciones
2013: National Board of Review (NBR): Top 10 y mejor guión adaptado
2013: American Film Institute: Top 10 - Mejores películas del año
Mostrar 2 premios más
2013: Satellite Awards: 5 nominaciones, incluyendo mejor película y director
2013: Sindicato de Guionistas (WGA): Nominada a Mejor guión adaptado.
Sinopsis:
El prestigioso cineasta Martin Scorsese ha lleva a la gran pantalla la historia basada en hechos reales del corredor de bolsa neoyorquino Jordan Belfort (Leonardo DiCaprio). Empezando por el sueño americano, hasta llegar a la codicia corporativa a finales de los ochenta, Belfort pasa de las acciones especulativas y la honradez, al lanzamiento indiscriminado de empresas en Bolsa y la corrupción. Su enorme éxito y fortuna cuando tenía poco más de veinte años como fundador de la agencia bursátil Belfort le valió el mote de “El lobo de Wall Street”. Dinero. Poder. Mujeres. Drogas. Las tentaciones abundaban y el temor a la ley era irrelevante. Jordan y su manada de lobos consideraban que la discreción era una cualidad anticuada; nunca se conformaban con lo que tenían.


COMENTARIOS:
La trayectoria real del corredor de bolsa Jordan Belfort, desde sus inicios como principiante en Wall Street, cuando está casado con una sencilla peluquera, hasta el momento en que alcanza la cúspide del poder, la riqueza y el placer, al precio de una vida desquiciada y sin principios, y del acoso del FBI. Enseguida su entrada en el mundo profesional supone una inmersión en la depravación moral, a partir de las lecciones que le imparten sus superiores sobre su trabajo y los -a su entender-, necesarios hábitos sexuales y de consumo de drogas para no perder el paso en la vertiginosa actividad de compraventa de acciones. Lo que parece un bache en su andadura laboral se convertirá en la construcción de un imperio gracias a la venta de activos de muy dudoso valor, primero a incautos paletos, luego a gente adinerada que puede permitirse el lujo de perder dinero.


Martin Scorsese adapta las memorias de Belfort, convertidas en guión por Terence Winter, uno de los responsables de la serie televisiva Los Soprano, que colaboró luego con el italoamericano en Boardwalk Empire, también centrada en el mundo criminal y de los políticos corruptos. Lo hace con tono de comedia esperpéntica muy pasada de vueltas y no exenta de cinismo, usando la voz en off de Belfort al modo en que lo ha hecho en tantas ocasiones a lo largo de su filmografía, de un modo especial en Uno de los nuestros, con la que mantiene no pocos puntos de conexión, con su atractivo reparto de múltiples personajes, lo dinámico de la narración, las canciones de la banda sonora, y también con en el modo en que finalmente se resuelven –es un decir– las cosas.



En su momento el Gordon Gekko de Wall Street de Oliver Stone –citado en un momento del film– se convirtió en referente popular de aspirantes a yuppies, para sorpresa de propios y extraños. Resulta difícil pensar –aunque nunca se sabe– que pueda ocurrir lo mismo con El lobo de Wall Street, más en tiempos de crisis en que se estrena el film, algo posteriores a los hechos narrados, donde los productos financieros y sus creadores se miran con lógica desconfianza y repulsa. El personaje encarnado por Leonardo DiCaprio resulta tremendamente antipático, sólo piensa en sí mismo y su supervivencia, incluso su familia no parece tener una entidad mayor que otra cualquiera de sus posesiones, como su yate de recreo. Por supuesto la amistad y la lealtad no existen en su mundo de “lobos”, los otros depredadores son en el mejor de los casos socios útiles y compañeros de francachelas. Poco hay en Belfort del granuja impresentable y nada modélico, al que, no se sabe por qué, se le acaba mirando con indulgencia, el personaje es odioso, patéticamente odioso.


Tres horas agotadoras -también muy satisfactorias- del mayor despropósito nunca visto, de desenfrenado y estrambótico sexo, de encumbrada y pura apología capitalista y de un desmadre, barbarie del uso de drogas por doquier. Extravagancia y locura extremista, libertinaje caótico y explosión imparable de locura, exceso y salvajismo del poderoso "Don Dinero"; exhibición obsesiva y continuada de una legalizada y permisiva falta de valores, de cualquier tipo de moral o ética mínima que se pueda exigir; inimaginable e impactante reflejo de una forma de vida sin control ni sentido, estallido puro de adrenalina, permanentes sobresaltos emocionales que sientes con gran repugnancia y una, nunca admitida, inexplicable atracción.


Pantalla y cámara exclusivas, amén de una magnífica dirección, para un imponente Leonardo Dicaprio que luce sus mejores artes con gran inteligencia y un impresionante acierto, más un guión peculiar y excepcional por su explosivo contenido, por la demencia y excentricismo de su desarrollo y por el evidente efecto que causa en el alma del espectador; imposible visionar este film en estado neutral e inamovible pues, sin remedio ni control, altera todas tus emociones, colapsa tus pensamientos más profundos, agrede tu receptivo espíritu, ofende tu más tierna y sensible esencia, te revuelve el estómago y te coloca en inevitable pendiente de tensión y caída conforme el estallido en la evolución de la historia se va conformando.


Tratar un tema tan serio que implica tanto la corrupción del sistema económico que domina América, como la crisis de valores que sobrelleva esta población (machismo, drogas, sexo, despreocupación, egoísmo...), a modo de sátira, burla y humor es simplemente inteligente. Y esto es así ya que no sólo hace cómplice al espectador de las fechorías que se realizan a lo largo del metraje, sino que además consigue su aprobación, haciéndonos reflexionar sobre lo fácil que es caer en la tentación de la ambición, el dinero y el poder.


En conclusión: Descontrol, excesos, imprudencias, drogas e incluso drama, nadando en un mar de corrupción. Un fabuloso trabajo, excepcional labor de equipo -dirección, interpretación, guión, acción, trama..., y todo lo que se quiera- pero cuya historia nadie te asegura te vaya a gustar; sólo es seguro que te impresionará, impactará, escandalizará y no te dejará indiferente.

Tráiler:



Calificación: 4 de 6.

No hay comentarios:

Publicar un comentario