miércoles, 25 de abril de 2012

The Wild Bunch (Grupo salvaje) - (1969) - (Director: Sam Peckinpah)


TÍTULO ORIGINAL: The Wild Bunch.

AÑO: 1969 
DURACIÓN: 145 min. 
PAÍS: EEUU.
DIRECTOR: Sam Peckinpah.
GUIÓN: Walon Green, Sam Peckinpah.
MÚSICA: Jerry Fielding.
FOTOGRAFÍA: Lucien Ballard.
REPARTO: William Holden, Ernest Borgnine, Robert Ryan, Edmond O'Brien, Warren Oates, Jaime Sánchez, Ben Johnson, Emilio Fernández, Strother Martin, L.Q. Jones, Bo Hopkins, Alfonso Arau.

SINOPSIS:
1911. La era del lejano Oeste llega a su fin. Pike Bishop atraca un banco con su banda. Pero unos caza-recompensas les han tendido una emboscada. Los hombres de Pike aprovechan un desfile para escudarse tras ciudadanos inocentes. La situación provoca una masacre, pero Pike y otros cuatro forajidos emprenden la huida.
La obra cumbre de Peckinpah, donde muestra su turbia visión de un mundo lleno de auténticos depredadores salvajes, en el que resulta difícil sobrevivir. Sus protagonistas son tipos desagradables, capaces de provocar una matanza de inocentes para abrirse camino. Pero el director es capaz de mostrar su punto de vista, y les otorga rasgos de humanidad y ciertos valores, como la lealtad. Así, el espectador llega a empatizar en mayor o menor medida con ellos, sobre todo en comparación con los siniestros caza-recompensas a las órdenes del ferrocarril, o el despiadado general Mapache, todos ellos inmorales.

COMENTARIOS:

“Mis héroes son perdedores que han sido derrotados antes de vivir su historia, como en las tragedias clásicas”, dijo Peckinpah sobre sus personajes. “Se han acostumbrado desde hace tiempo a la muerte y no les queda nada que perder”, explica. Sus personajes son el reverso tenebroso de los héroes típicos del western: tipos desesperanzados incapaces de luchar por causas justas.
Película de cabecera para cualquier cinéfilo de acción. Como Western, sublime, pero no es sencillamente un Western, y como película de acción, de las mejores, pero tampoco es cine de palomitas. "Grupo Salvaje" es una obra excelente a manos de un genio como Peckinpah.
Tanta calidad de actores tiene que estar bien rodeada y contextualizada y aquí nos encontramos con el segundo gran valor de esta maravilla. Sacúdete las vestiduras porque vas a morder el polvo. El México fronterizo en plena revolución con sus miserables aldeas y sus pobres gentes es un escenario ideal para esta historia de perdedores. La escena inicial donde unos niños juegan observando cómo unas hormigas devoran a dos escorpiones lo dice todo. Peckinpah te muestra lo que vas a ver desde un principio. Sangre y polvo en una tierra donde la vida carece de valor.

Una elipsis que comienza con una masacre y termina con otra. Pero, si es la primera vez que la vemos, percibiremos la primera matanza con repugnancia y la otra con romanticismo. Esto es mérito de los personajes. Porque “Grupo Salvaje” es, ante todo, una película de personajes y, sobre todo, de Pike Bishop. Y antes de centrarme en la película quiero habar de este personaje.
No sé qué  le pasaría a William Holden por aquella época, quizás fuera que tenía una depresión insoportable, quizás las tremendas borracheras que se pegaba con Peckinpah durante el rodaje, pero el caso es que pocas veces he sentido un rostro que se quede tan grabado a fuego en la memoria. El rostro del eterno perdedor pero también del padre comprensivo; rostro del que, presumiendo su trágico final como algo inevitable y sabiendo que no puede proteger a los suyos, dice lleno de ira: “yo estoy jodido pero vosotros os vais a joder también, cueste lo que cueste”. Algo ocurre en los primeros planos a Holden, seguramente siente tanto a su personaje que acaba transformándose en él.
Volviendo a “Grupo Salvaje”, creo que su discurso se centra en la pérdida. Idea esta que se expresa en las palabras de aquel anciano de un pueblo humilde donde los forajidos hacen escala y donde sienten renacer sus mejores días: “todos queremos volver a ser niños, incluso los peores de nosotros; tal vez los peores más que ninguno”. La vida los ha arrastrado a un destino inevitable para ellos, la muerte, y visto su camino probablemente de la peor manera posible, violenta y sin nadie que vele por ellos.

Sólo les quedan sus principios y estos personajes de corazón antiguo harán lo que sea para defenderlos, aunque sea a base de destrozarse, cosa que han hecho toda su vida. Uno de estos principios es, más que la amistad, la pertenencia al grupo: si te has mantenido fiel a los nuestros, terminarás tus días con nosotros, haya que hacer lo que haya que hacer. “Y si no, eres peor que un animal” (P. Bishop).
Imprescindible.


Tráiler:

Calificación: 5 de 6.

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