Título original: The Left Handed Gun
Año: 1958
Duración: 102 min.
País: Estados Unidos.
Director: Arthur Penn.
Guión: Leslie
Stevens.
Música: Alexander
Courage.
Fotografía: J.
Peverell Marley.
Reparto:
Paul Newman, John Dehner, James Best, Hurd
Hatfield, Lita Milan, John Dierkes, James Congdon.
Género: Western.
Sinopsis:
Billy The Kid comenzó
su carrera delictiva a los doce años, después de una corta temporada como
lavaplatos. A los dieciocho mató al sheriff Brady y a su ayudante en la calle
principal de Lincoln para vengar el asesinato de su patrón, el ganadero inglés
Tunstall, que le había acogido como a un hijo. Cuando Pat Garret acabó con su
vida en Fort Summer, Billy tenía 22 años y se le atribuían 21 muertes. De
inmediato se convirtió en leyenda. Para muchos, simbolizaba la rebeldía contra
el poder de los terratenientes y los grandes ganaderos. Arthur Penn
(Filadelfia, 1922-Nueva York, 2010) debutó como director acercándose al mítico
forajido desde una perspectiva intimista, que recreaba su carácter neurótico y
atormentado.
COMENTARIOS:
Arthur Penn hijo de un relojero, hizo gala de una puntualidad insólita: supo llegar exacto,
incitar una ruptura, renovar a Hollywood.
Pero claro, su recorrido es más importante: estudia
Literatura que deja para luchar en la Segunda Guerra Mundial, donde desarrolla
su gusto por el teatro montando obras para el ejército. A su salida estudia
Arte Dramático y Letras, se hace actor y es director de teatro para 1956;
trabaja asiduamente en Broadway cosechando éxitos y un Tony. Antes, en 1951,
entra en la NBC donde funge como ejecutivo, escritor y director de series de televisión.
Su formación intelectual, clásica, escénica y televisiva lo
hicieron un director moderno; además de que supo entender y retratar su tiempo.
Inspirado por el cine europeo, su singularidad radica en abordar de forma
reflexivamente entretenida los géneros clásicos.
Esto es patente desde su primer film El zurdo (The Left
Handed Gun, 1958) un western ameno con tintes psicoanalíticos sobre Billy The
Kid con Paul Newman, en el que ya se nota su estilo entre la abstracción y el
arrebato, y eso que al acabar el rodaje lo despidieron sin permitirle hacer el
montaje final.
Un hombre sin rumbo que se hace llamar William Bonney (Paul
Newman) y que dice que proviene de Kansas pero que nunca ha estado allí, se
presenta a un grupo de ganaderos encabezados por Tunstall (Colin
Keith-Johnston) un inglés que desprecia las armas pero que ha encontrado en
América un buen lugar para llevar sus negocios. William se ganará la confianza
de su patrón así como algunos de los vaqueros como Tom (James Best) y Charlie
(James Congdon) que se convertirán en amigos inseparables. Llevando el ganado a
través de las nuevas tierras de Nuevo México, los ganaderos de la zona alertan
al sheriff del oportunismo de Tunstall por entrometerse en sus tierras y con su
consentimiento lo asesinan a sangre fría. Billy, que ha tomado a Tunstall como
a un padre, jura venganza contra los habitantes de Lincoln escondiéndose en
otro poblado, Madero, forjándose como leyenda ante los ojos atentos de Moultrie un periodista que redacta sus vivencias y el juicioso Pat Garrett (John
Dehner) que quiere estar al margen de las andanzas de Billy y sus hombres.
Western mitómano que Arthur Penn (El Milagro de Anna
Sullivan; Georgia) se fijó en la figura de Billy el Niño, interpretado por un
brillante Paul Newman al que le supo sacar provecho al personaje; un rebelde y
fuera de la Ley en busca de Justicia por la codicia de unos otros. Así se forja
un mito. Desde su infancia, marcada por la violencia, Billy no es un personaje
temperamental ni pacífico cuando sabe que se encuentra en peligro. Penn detalló
algunos momentos remarcables que hacen que esta película del Oeste sea algo
especial (principalmente por la mirada irada de Newman o la despreocupada
caracterización que hace John Dehner de Pat Garrett). Pero algunas secuencias
merecen ser recordadas: la de Billy y los suyos disparando de noche a la Luna
reflejada en un charco dejando levantado una columna de humo que disipa sus
siluetas o la del tiroteo en Lincoln donde un hombre abatido en el suelo es
objeto de las risas de una niña con la consecuente respuesta de la bofetada de
su madre.
Arthur Penn rodó otros “westerns” como “Pequeño Gran Hombre”
(Little Big Man, 1970), con Dustin Hoffman y “Missouri”(The Missouri Breaks,
1976) donde Marlon Brando y Jack Nicholson se enfrentaban a un lento y
psicológico duelo a muerte.
Arthur Penn combina el estilo clásico de Hollywood con la
mirada desencantada de los sesenta. Billy no es un criminal, sino un joven
inadaptado, que sufre sin tregua, inmaduro y desrraigado. El intento de
linchamiento que casi le cuesta la vida anticipa las escenas de La jauría
humana (The Chase, 1966), cuando un pueblo del Sur de los Estados Unidos libera
sus pasiones más abyectas para acosar a un presunto asesino.
The Left Handed Gun es el punto de partida de un director
con una carrera breve y desigual, pero con grandes momentos de inspiración.
Bonnie and Clyde (1967) y Night Moves (La noche se mueve, 1975) han actuado
como una referencia permanente en directores como Scorsese, Coppola o Terrence
Malick. Se ha dicho que Arthur Penn añadió al cine de Holywood los
planteamientos del cine europeo, más atento al análisis psicológico que a la
acción, pero sin perder en ningún momento la fluidez narrativa. Es famosa la
frase de Harry Moseby (Gene Hackman) en
La noche se mueve: “Una vez vi una película de Erich Rohmer. Era como ver
crecer la hierba”. Es cierto que Penn cultivó la introspección y denunció las
imposturas del sueño americano, pero esos rasgos estilísticos y temáticos ya se
encontraban en Fritz Lang, Dieterle, Billy Wilder, William Wyler o Siodmak, lo
cual no le resta un ápice de mérito. The Left Handed Gun no ha perdido su
fuerza. Es algo más que un western, donde se prefiguran los relatos
crepusculares de Peckinpah o Clint Eastwood.
Como siempre, Penn innova, tratando de alejarse de otros
westerns y otras historias sobre Billy el niño. Fue su primer trabajo para la
gran pantalla, y no fue un éxito, aunque con el tiempo ha sido mejor
considerada. Aunque es verdad que no es su mejor película (La jauría humana,
Bonnie & Clyde) ya dejó señas de su personalidad.
Trailer:
Calificación: 3 de 6.
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