martes, 8 de octubre de 2013

Mystic River (Mystic River) - (2003) - (Director: Clint Eastwood)




Título original: Mystic River

Año: 2003

Duración: 137 min.

País: Estados Unidos.

Director: Clint Eastwood

Guión: Brian Helgeland (Novela: Dennis Lehane)

Música: Clint Eastwood.

Fotografía: Tom Stern.

Reparto:

Sean Penn, Tim Robbins, Kevin Bacon, Laurence Fishburne, Marcia Gay Harden, Laura Linney, Eli Wallach, Tom Guiry, Spencer Treat Clark, Emmy Rossum, Kevin Chapman, Adam Nelson, Cameron Bowen, Connor Paolo, John Doman.

Género: Drama/Thriller.

Sinopsis:

Jimmy, Dave y Sean, compañeros de la infancia, vieron cómo su amistad se truncaba bruscamente la mañana en que dos tipos, simulando ser policías, se llevaron a uno de ellos. Los abusos sexuales que padeció Dave le marcaron de por vida; y aunque casado y con un hijo años después, le quedan claras secuelas; Jimmy, siguió el camino de la delincuencia, aunque tras una temporada en prisión, trata de regenerarse y de sacar adelante a su familia; por último, Sean se ha convertido en policía. Y precisamente un caso criminal, el asesinato de la hija de Jimmy, fuerza de nuevo el contacto de los antiguos amigos.



Premios:

2003: 2 premios Oscar: Mejor actor (Penn), actor secundario (Robbins). 6 nominaciones.

2003: 2 Globos de Oro: Mejor actor (Penn), actor secundario (Robbins). 5 nominaciones.

2003: 4 nominaciones BAFTA: Mejor actor, actor secundario, actriz sec. y guión adaptado.

2003: Festival de Cannes: Premio Golden Coach (Clint Eastwood). 2 nominaciones.

2003: Premios Cesar: Mejor película extranjera.

2003: Nominada al David de Donatello: Mejor película extranjera.

2003: 2 premios National Board of Review: Mejor actor (Sean Penn), película.

2003: American Film Institute (AFI): Top 10 - Mejores películas del año.

2003: Círculo de Críticos de Nueva York: Nominada a mejor actor (Sean Penn).

2003: 2 Critics' Choice Awards: Mejor actor (Penn) y secundario (Robbins). 8 nominaciones.




COMENTARIOS:

Podemos clasificar las películas en múltiples categorías, pero hay una consistente en que, aunque ya la hayas visto, si la hacen por la tele sientes la obligación de volverla a ver, el cuerpo te lo pide. Y pierdes la cuenta de cuantas veces la has visto. Y eso da igual, siempre la disfrutas.

Eastwood siempre sorprende, con lo simple, lo real, lo crudo. El drama de esta historia es tan creíble, tan palpable, es una obra maestra, pero también lo es del thriller, te tiene enganchado toda la película, pensando, intentando esclarecer los hechos, intentando comprender a todos los personajes, sabiendo que es como la vida misma, no todo es como parece, ni todos lo que parecen, no siempre conocemos a la gente como creemos, no todo es bueno o malo.



Clint Eastwood es un excelente director. Tiene además su propia productora, Malpaso, y un equipo de técnicos (Lennie Niehaus, música, Joel Cox, montador, Henry Bumstead, diseñador de producción…), con los que viene repitiendo de película en película. O sea, cuenta con un preciso mecanismo de relojería para poner en marcha, realizar y empaquetar películas impecables. Es el caso de Mystic River, un film intenso, con un guión bien vertebrado de Brian Helgeland, adaptación de la novela homónima de Dennis Lehane.

Eastwood rueda a las mil maravillas, con ritmo brioso, sin empantanarse; con ideas visuales efectivas. El film es pesimista y duro, pero su violencia es sobre todo psicológica, y se evitan las truculencias al tratar los abusos sexuales. Película masculina, alguno la tacharía quizá de machista, pues las mujeres tienen escasa presencia, y se comportan de modo poco inteligente: la excepción es la esposa de Sean, con sus llamadas silenciosas al móvil.


Clint Eatwood no actúa, pero hace actuar a sus actores con maestría. Medido reparto que ha dado a Sean Penn el primer Oscar de su carrera, el rebelde actor está perfectamente secundado por un plantel de campanillas: Tim Robbins, Kevin Bacon, Laurence Fishburne. Y aunque las mujeres tengan menos peso, Marcia Gay Harden y Laura Linney se las arreglan para dar a sus personajes una tercera dimensión.

El fatalismo según Eastwood

Sin perdón: un pistolero sanguinario, que había abandonado las armas para convertirse en un destripaterrones, vuelve a matar; Los puentes de Madison: un ama de casa, que vive un intenso romance con un tipo que parece el amor de su vida, debe reasumir sus deberes conyugales; Un mundo perfecto: un criminal, que se diría que ha recobrado la inocencia tras secuestrar a un niño, cae muerto por el disparo de un estúpido policía de gatillo rápido.


Son tres títulos de la filmografía de Clint Eastwood director, cuyos derroteros están marcados por el fatalismo. Los personajes de esas películas parecen tener muy mermada su libertad: el deseo de encauzar sus vidas por sendas nuevas se da de bruces con un destino implacable, que vuelve a ponerles en su sitio. Mystic River, adaptación de una popular novela de Dennis Lehane a cargo de Brian Helgeland (ya adaptó otro libro de éxito, L.A. Confidential, que le valió un Oscar), sigue la misma hoja de ruta.

Geometría de guión

Muchas veces la maestría de un guión resuena en su simetría: frases que anticipan lo que va a suceder más tarde, personajes que tienen una especie de reflejo en otro momento de la película, o formas de ser contrapuestas que al final no son tan diferentes. En ese sentido, el guión de Helgeland es modélico: la víctima del pasado, volverá a serlo en el presente; el coche que fue vehículo para la tragedia volverá a aparecer; la rebeldía de Jimmy niño, el trangresor en los juegos en la calle, volverá a aparecer en la vida adulta; Dave adulto sigue siendo casi tan niño como antaño, a pesar de los abusos. Y todo el conjunto narrativo viene impregnado por la idea de que los personajes están encerrados en una trampa tendida por el destino, de la que no pueden salir por sí solos.


La fuerza de las imágenes

Un viejo dicho dice que ‘una imagen vale más que mil palabras’. Desde luego en el cine, lenguaje audiovisual donde la narración viene limitada por el tiempo, tal afirmación tiene aún más vigencia si cabe. Eastwood sabe dar valor metafórico a las imágenes. Quizá la idea visual más obvia, pero hermosa, sea la de la pelota que se cuela en la alcantarilla, anticipo de lo que va a ocurrir a los tres chicos, cuya vida está a punto de irse por el desaguadero. La aparición de un coche que se ‘traga’ a las personas, nos indica con enorme fuerza que nada volverá a ser igual después de que se haya cerrado la puerta del vehículo que nos llevará quién sabe adónde.

Clint Eastwood se transforma en un cirujano de los sentimientos y corta cuidadosamente con su bisturí para mostrar al público una de sus mayores obras, realizando un trabajo muy delicado con el tacto y pulso que la veteranía le ha otorgado.


Otra obra maestra del insuperable Clint Eastwood. Con un reparto de lujo y un guión sólido de principio a fin, Mystic river se convierte en una de las mejores películas de los últimos años.

Tráiler:


Calificación: 6 de 6.

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