sábado, 11 de mayo de 2013

Barbara (Bárbara) - (2012) - (Director: Christian Petzold)



Título original:Barbara.

Año: 2012

Duración: 100 min.

País: Alemania.

Director: Christian Petzold.

Guión: Christian Petzold.

Música: Stefan Will.

Fotografía: Hans Fromm.

Reparto: Nina Hoss, Ronald Zehrfeld, Rainer Bock, Jasna Fritzi Bauer, Christina Hecke, Claudia Geisler, Peter Weiss, Carolin Haupt, Deniz Petzold.

Sinopsis:

Alemania Oriental, verano de 1978. Barbara, una prestigiosa médico de Berlín, ha sido condenada al ostracismo por razones políticas innombradas en una pequeña localidad, donde ejerce en un modesto hospital. El comunismo impera en la Alemania Oriental, y los comisarios políticos y los informadores están a la orden del día, en un clima de perpetua sospecha. André, superior, de Barbara, se muestra amable con ella, pero la desconfianza dificulta el día a día. Clandestinamente, Barbara se ve de vez en cuando con su amante occidental, que podría, tal vez, llevarle a un mundo mejor. Aunque la doctora, gran profesional, se implica a fondo con los pacientes, de modo especial con Stella, que estaba internada en un campo de presos políticos.

COMENTARIOS:

Otra excelente película que pasa por nuestros cine casi de tapadillo. La protagonista es una pediatra de la antigua RDA represaliada a finales de los años 70 por haber pedido marchar del país con su pareja danesa. El drama transcurre en un hospital de provincias donde coincide con otro médico con el cual congenia a pesar de su firme frialdad inicial.

Centrándonos en la película, justo es decir que estamos ante un buen y equilibrado trabajo sin que toda la emotividad que comporta llegue a tocar la fibra sensible del espectador. Creo que intencionadamente se nos muestra una frialdad y una angustia inicial -que podemos incluso escuchar en un viento molesto- para transformarse de una forma gradual y muy bien interpretada por la protagonista en un discreto entusiasmo y ganas de vivir que va descubriendo poco a poco hasta llegar al desenlace final. Este itinerario vital está perfectamente estructurado en un guion medido hasta el último detalle a pesar de alguna posible incongruencia en la finalización.
El alemán Christian Petzold refleja en su sexta película la desconfianza surgida entre los ciudadanos que padecen un régimen totalitario.  La suspicacia planea entre opresivas y omnipresentes miradas de confidentes apostados en cada esquina. Buenas personas que fueron captadas en momentos de debilidad, ya para siempre instrumentos para la perpetuación de la tiranía.

Los deseos personales, el altruismo y la necesaria prudencia se entremezclan en una trama que muestra un gran respeto por la inteligencia del espectador y mantiene el delicado equilibrio entre anécdota intrigante e inquietudes íntimas.

La protagonista (una desconocida y a tener en cuenta Nina Hoss) acierta la interpretación de una forma magistral, sin efectismos innecesarios y con un gesto contenido y medido consiguiendo un trabajo intimista ajustado y acompañada por una interpretación destacable de su compañero y médico (un también desconocido Ronald Zehrfeld).

Estamos ante un recomendable drama, de línea clásica y naturista que no acaba de emocionar como lo hizo "la vida de los otros" a pesar que consigue hacer un retrato apreciable a partir de la óptica más íntima de un personaje en la etapa final de un regimos decrépito y opresor a las puertas de la caída del muro.

Las tribulaciones de los alemanes del Este han dado pie a cintas muy valiosas en la Alemania reunificada, piénsese en "La vida de los otros" o "Good Bye, Lenin!". Christian Petzold, mejor director en Berlín, se mueve en las coordenadas de la primera, al recrear con sutileza una atmósfera irrespirable en la que se diría imposible la comunicación normal entre las personas. No es así por fortuna, y Petzold se las compone para presentar dos grandes personajes, Barbara y André, que dan un enorme juego a los actores que los interpretan, estupendos Nina Hoss y Ronald Zehrfeld. Ambos han de jugar con los silencios, el lenguaje de su rostro y de su cuerpo resulta de vital importancia para contar su peripecia en un régimen totalitario, donde las dificultades no les impiden comportarse como seres humanos, el amor y el sacrificio hacen acto de presencia de un modo sublime, nada enfático.

Una película en la que el paisajismo y los personajes que lo componen están capturados con una reposada, indesmayable y férrea inquietud. El viento constante, la sintomática y poco amable presencia de vecinos, el insistente placaje del comisario, la acritud del comportamiento de Barbara, lo precario del piso asignado a ésta, la frialdad de las estancias médicas… Una suma de elementos ambientales muy bien trabada por Petzold en esta obra de admirable resolución emocional. Sin subrayados, dejando que la precisa tensión temporal haga que cualquier decisión que los personajes tomen sea verosímil.

De trasfondo una historia de amor que parece ir construyéndose lentamente a base de miradas y de una particular química entre los personajes principales, que si bien no emociona genera algún tipo de movilización o sensación de inquietud en el público.

Bárbara consigue al mismo tiempo ser la impenetrable radiografía de una mujer oculta en la aspereza de su gesto y la pegajosa narración del suspense que la habita en el fondo. Un film magnífico.


Tráiler:



Calificación: 4 de 6.

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