jueves, 14 de enero de 2016

Endeavour (TV) - (Endeavour (TV) - (2012) - (Director: Colm McCarthy)






Endeavour (TV)

Título original: Endeavour (TV)

Año: 2012

Duración: 13 capítulos de 90 min.(3 temporadas)

País: Reino Unido. 

Director: Colm McCarthy.

Guión: Colin Dexter, Russell Lewis.

Música: Barrington Pheloung.

Fotografía: Gavin Struthers.

Reparto:

Shaun Evans, Roger Allam, Jack Ashton, James Bradshaw, Charlie Creed-Miles, Richard Lintern, Flora Montgomery, Abigail Thaw, Danny Webb, Patrick Malahide, Michael Matus, John Light, Daisy Head, Holly Ridley, Lisa Backwell, Jenna Harrison, Sam Reid, Harry Kershaw, Maggie Ollerenshaw, Ian Gelder, Emma Stansfield, Jamie Blackley, Christopher Brandon, Terence Harvey, Rachael Heaton, Graham Curry. 

Género: Triller.

Sinopsis:


Oxford, 1965. Endeavour Morse es un joven agente de policía, abstemio y amante de la música clásica, que considera renunciar a la policía después de un asunto desafortunado, pero se queda para unirse al inspector Thursday en la investigación de la desaparición de la estudiante Mary Tremlett. (Juventud del personaje creado por Colin Dexter llevado a la televisión en la serie “Inspector Morse” 1987, protagonizada por John Thaw).



COMENTARIOS:


"Crecí en un lugar gris, sin sentir nada, hasta que un día escuché su voz y supe por primera vez que existía la belleza", le dice Endeavour a una cantante de ópera.






Poder definir a una serie como “inteligente” es mucho más que un placer por los sentidos. Significa que no solo ha sido reconfortante verla, sino que echas en falta que no existan otras como la referida. Esto es lo ocurre últimamente con las series y miniseries británicas: son tan buenas que sientes un vacío de calidad televisiva enorme cuando las terminas. Porque han logrado que te introduzcas en su mundo por medio del producto bien hecho y un guión que solo desprende excelencia. Dentro de esta descripción entra Endeavour, una maravilla de ITV.




Esta auténtica masterpiece es una historia de detectives basada en los libros de Colin Dexter sobre el detective Endeavour Morse (Shaun Evans) que se sitúa en Oxford, una de las cunas de la erudición y referente académico de Reino Unido por excelencia. En esta adaptación televisiva se parte de 1965, justo cuando Morse es trasladado a la ciudad protagonista y comienza su aprendizaje como investigador.

Está ambientada en la década del sesenta. Hay que destacar la cuidada ambientación que se logró en el vestuario y la escenografía, pero lo que es más complejo aún es el afán de lograr verosimilitud en el léxico de sus personajes -quienes se comunican con las muletillas, modismos y palabras de la época- y también de los escenarios naturales: son abundantes los largos planos a la ciudad, con sus vehículos y sus habitantes.






Con la Guerra de Vietnam como telón de fondo y los ecos de los primeros jóvenes en cuestionar el sistema, herederos del movimiento de los Angry Young Men , desde el guión se recuerdan las cicatrices de la Segunda Guerra Mundial en Gran Bretaña y se denuncian la inoperancia y la corrupción política y judicial de la era McMillan.

En las tramas se ve como este chico, que estudió en la Universidad de Oxford, posee unas dotes detectivescas innatas que le permiten hallar pistas para resolver los casos de asesinato donde cualquier otro ni las olería; pero ni una de las conjeturas de Morse es al azar o por inspiración divina, ya que todas tienen una explicación. Es decir, la serie te cuenta de forma minuciosa cómo ha llegado hasta un indicio, por qué es relevante para la investigación y qué consecuencias tendrá para dilucidar qué pasó con las víctimas.






Quizá el mayor acierto de los capítulos es que logran el objetivo que se proponen, más allá de entretener: que el espectador no intuya ni por un momento quién es el asesino. Ni un solo hilo que pudiese descubrir el pastel queda suelto por el desarrollo de la trama. A esto se une un contexto exornado en el que aprendes indirectamente: música clásica, libros de autores inmortales, o la sabiduría que aporta con su simple presencia Oxford embellecen aún más la serie. Un boato nada pedante que encaja con las investigaciones sin chirriar, y que da ganas de ponerse a descifrar crímenes cuando tenemos un hueco. De sus actores hay poco que decir, salvo que están impecables. La presencia de Evans y su Morse, que ignora las amenazas pero sí se enfada cuando alguien se atreve a ser condescendiente con él, abruma al resto aunque no los desdibuja. Una bendición sin duda para una serie donde el protagonista lleva todo el peso.





Una buena forma de ver Endeavour es sentado en el sofá cuando está cayendo la noche, estimulando así el detective que todos llevamos dentro antes de dormir. Algo que permite a su vez finalizar contento un día gracias a una gran serie con aroma a inteligencia. No se me ocurre mejor plan previo al sueño. (parte del comentario publicado por Jesús Travieso).






Trailer:






Calificación: 5 de 6.

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