TÍTULO ORIGINAL: Le Skylab
AÑO: 2011
DURACIÓN: 91 min.
PAÍS: Francia.
DIRECTOR: Julie Delpy.
GUIÓN: Julie Delpy.
MÚSICA: Varios.
FOTOGRAFÍA: Lubomir Bakchev.
REPARTO:
Lou Álvarez, Julie Delpy, Eric Elmosnino, Aure Atika, Noémie Lvovsky, Bernadette Lafont, Emmanuelle Riva, Vincent Lacoste, Marc Ruchmann, Sophie Quinton, Valérie Bonneton, Denis Menochet, Jean-Louis Coullo'ch, Michelle Goddet, Luc Bernard, Candide Sánchez, Karin Viard, Noah Huntley.
PREMIOS:
2011: Festival de San Sebastián: Premio Especial del Jurado.
SINOPSIS:
Durante un viaje con su marido y sus hijos, Albertine recuerda el viaje que hizo a Bretaña, cuando tenía diez años, para asistir a la celebración del cumpleaños de su abuela en casa de su tía Suzette. El skylab, la primera estación espacial americana, fuente de fantasía para los más jóvenes de la familia, se convierte en una obsesión para Anna, la madre de Albertine, una mujer neurótica que se siente aterrorizada ante la posibilidad de que el satélite se estrelle en la costa oeste de Francia.
COMENTARIOS:
Hay filmes que se desarrollan el clima oscuro y nevoso del invierno que es mejor ver cuando la temperatura exterior anda por los cero grados y cintas veraniegas que se disfrutan más cuando en la calle hace casi 40 grados. Aunque pueda parecer una chorrada, siempre da un plus a meterse mejor dentro de la historia. Pues bien, "El Skylab" es una de esas pelis que hay que ver en verano, porque rezuma verano por los cuatro costados.
Este filme es el quinto como directora de la francesa Julie Delpy, una mujer que empezó ejerciendo como actriz en su adolescencia y juventud en películas de directores como Jean Luc Godard, Carlos Saura, Bertrand Tavernier o Kieslowski y que logró la fama internacional junto a Ethan Hawke en "Antes del amanecer". También ha hecho sus pinitos como guionista (en "Antes del atardecer", por la que fue nominada al Oscar en este aspecto) y como cantante, publicando un disco en 2003. En los últimos años ha espaciado sus apariciones en pantalla y se ha centrado más en colocarse detrás de las cámaras, dirigiendo filmes como la simpática "2 días en París" o "El Skylab", en la que se reserva un papel secundario como madre de la niña protagonista.
Con una trama que tiene reconocidos elementos autobiográficos (cuando se desarrolla la acción la joven Albertine tiene la edad de la propia Delpy en 1979 y ella dice haberse inspirado en su madre para su personaje, además de muchos recuerdos de sus reuniones familiares), Delpy construye una película donde predomina el costumbrismo y la naturalidad, en la que aparentemente no pasa nada, pero todos los personajes tienen algo que decir, sus cosas buenas y malas, sus contradicciones.
En un momento en el que todo el mundo está preocupado por la caída del satélite Skylab sobre sus cabezas (finalmente cayó en el Océano Índico) asistimos al despertar a la adolescencia de Albertine, que empieza a sentir los pinchazos del amor, que ve películas poco apropiadas a su edad (como "El tambor de hojalata" y "Apocalypse now"), que empieza a hacerse preguntas sobre lo que ve, pero que sigue conservando la inocencia de la niñez.
Cualquiera podrá sentirse identificado con una historia en la que se nos habla de las relaciones familiares desde una óptica ligera, con algunos apuntes de drama, pero donde predomina el buen humor. Como esas comidas familiares en las que un tema político y social crea controversias entre varios miembros aunque la sangre no llega al río. La fotografía colorista capta muy bien el ambiente pesado y apacible del verano y el elenco de actores cumple adecuadamente con su cometido, aportando la frescura necesaria al conjunto.
Una película muy interesante, a la que solamente se le puede reprochar una ocasional sensiblería, especialmente en su epílogo. Creo que la película, que está contada a modo de flashback, podría haberse narrado sin el prólogo ni el epílogo, que no aportan mucho más y hacen repetitivo y maniqueo un mensaje que se había deslizado de forma sutil por el resto del metraje.
Su película es un retorno a la infancia, durante una breve estancia familiar, pero es también una defensa de la familia como institución, con sus miserias y debilidades, pero sobre todo como fuente de inspiración y crecimiento. Es agradable sumergirse por un momento en sus agudos y divertidos diálogos alrededor de una mesa, o colarse en una primera fiesta para sostener la mirada de una niña que descubre la emoción del primer amor. Disfrutamos el viaje por lo que tiene de incursión en lo cotidiano, lo entrañable y lo imperecedero.
Con todo ello, un filme muy recomendable, con sabor a nostalgia, que a muchos les recordará los veraneos familiares en la playa o en el pueblo.
Tráiler:
Calificación: 2 de 6.
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