martes, 13 de octubre de 2015

Anatomy of a Murder (Anatomía de un asesinato) - (1959) - (Director: Otto Preminger)



Anatomía de un asesinato

Título original: Anatomy of a Murder

Año: 1959

Duración: 160 min.

País: Estados Unidos.

Director: Otto Preminger.

Guión: Wendell Mayes (Novela: Robert Traver)

Música: Duke Ellington.

Fotografía: Sam Leavitt.

Reparto:

James Stewart, Lee Remick, Ben Gazzara, Arthur O'Connell, George C. Scott, Eve Arden, Kathryn Grant, Joseph N. Welch, Duke Ellington.


Género: Drama.

Sinopsis:

En un tranquilo pueblo de Michigan, el fiscal retirado Paul Biegler (James Stewart) acepta la defensa del teniente Manion (Ben Gazzara). Manion tiene una seria acusación por el asesinato de un hombre que supuestamente había violado a su esposa, Laura Manion (Lee Remick). Pero Paul se debe enfrentar solo al asunto. Unicamente le ayudan su viejo amigo Parnel McCarthy (Arthur O'Connell), bastante aficionado a la bebida, y su leal secretaria Maida (Eve Arden). Después de un corto tiempo de investigación, comienza el juicio. Paul Biegler confía en demostrar la locura temporal de Manion y en la ejecución de un instinto irresistible. Pero debe enfrentarse a un prestigioso fiscal interpretado por George C. Scott, que defiende la tesis de que efectivamente la esposa de Manion coqueteaba con el muerto.





Premios:

1959: 7 nominaciones a los Oscar, incluyendo mejor película y actor principal (James Stewart)

1959: Globos de oro: 4 nominaciones, incluyendo mejor película – Drama.

1959: Festival de Venecia: Mejor actor (James Stewart)

1959: Círculo de Críticos de Nueva York: Mejor guión y actor (James Stewart)

1959: National Board of Review: Top 10 mejores películas.

1959: Premios BAFTA: 3 nominaciones, incluida a mejor película.





COMENTARIOS:

Pocas cintas consiguen atraer la atención del espectador justo antes de que comience la acción. En Anatomía de un Asesinato, su director lo logra plenamente gracias a una excelente música de Duke Ellington – homenajeado en la película con un pequeño papel- y a unos famosos créditos del especialista Saul Bass: unos siniestros recortes de lo que parece ser un muñeco; un cadáver de papel.





Aunque hoy parezca absurdo, el largometraje fue muy polémico en su día. Incluso fue prohibido en alguna ciudad de Estados Unidos. La causa de tanto alboroto surgió por culpa del vocabulario empleado por los personajes.

Palabras tales como "puta", “penetración”, “anticonceptivo” o “pantys” (¿?) provocaron que hasta el propio padre de James Stewart calificara la cinta de “sucia” y encabezara una campaña en contra de ella. Pero el director era Otto Preminger. Hacía ya años que controlaba todos los aspectos de sus producciones y nada de esto le preocupaba en absoluto. Siguió adelante con el proyecto que a la postre resultó ser una de sus grandes obras. Fue nominada para siete oscar y aunque no ganó ninguno por culpa de Ben-Hur -una de las injusticias a las que nos tienen acostumbrados los miembros de la Academia- obtuvo muy buena acogida por parte de crítica y público.





El largometraje está basado en el best seller de Robert Traver y narra el juicio contra el teniente del ejército Manion (Ben Gazzara) acusado de matar al violador de su mujer, Laura. En un principio, Preminger pensó en Lana Turner para dicho papel, pero la caprichosa actriz no quiso ponerse unos pantalones que el propio director había elegido y, además, se empeñaba en que la vistiera el prestigioso Jean Louis. El típico tira y afloja entre director y estrella no llegó a producirse. Preminger no le dio opción: la despidió y contrató a Lee Remick, prácticamente una debutante, a la que parece que le vaya a estallar la blusa en cualquier momento.





Otto Preminger era, ante todo, un gran director de actores. Muy duro según ellos, pero gracias a su dureza obtenía lo mejor de cada uno, aunque fuera ya un profesional consagrado. Es el caso del protagonista: James Stewart. Toda la acción se desarrollaba bajo su punto de vista, el del abogado encargado de la defensa. Con su notable actuación, Stewart “inventó” una personalidad que navegaba entre el rigor del hombre de derecho y la sencillez de un aficionado a la pesca y al jazz que se tomaba la vida con gran sentido del humor. Así, su habilidad ante juez y jurado era del mismo nivel que su capacidad para mantener a Laura –y a su “blusa”- lejos de su espacio vital.





De la parte técnica merece la pena destacar el acertado uso de la profundidad de campo. Gracias a ella podemos observar, en una secuencia legendaria, como George C. Scott (el fiscal) se interpone deliberadamente entre el testigo al que interroga y el abogado, dificultando de esta forma la visión entre ambos y el intercambio de señas. Stanley Kramer repetirá la misma operación en otra famosa película del género: La Herencia del viento (Inherit the Wind, 1960), esta vez con Spencer Tracy como abogado defensor.

Anatomía de un Asesinato es de una ambigüedad extraordinaria –característica esencial en las mejores cintas de Preminger-, el espectador en ningún momento sabe si el acusado es culpable o inocente. Y es que, comenzando por la, digamos "alegre", Lee Remick y continuando por el barman amigo del muerto o el propio teniente Manion, nadie parece decir la verdad en este juicio. El que no miente es el director que se limita a exponer la vista oral con largos y planificados planos secuencia, sin decantarse por uno u otro lado. Cualquier realizador habría caído en la tentación de usar el flash-back para acompañar las declaraciones de los testigos; Preminger no lo hace, de esta forma consigue dar al espectador una libertad absoluta para decidir; una decisión nada fácil. Esto es, precisamente, lo que más me atrae de cualquier película de Otto Preminger, lo que sigue después del final: el debate asegurado entre los espectadores que han tenido la suerte de verla.





Excelente película rodada con precisión por el experto Otto Preminger, artífice de Laura (1944) y Cara de ángel (1953). La crudeza de la descripción verbal de la violación causó sensación en la época de su estreno. Acompaña una fenomenal composición de jazz de Duke Ellington, que también tiene un pequeño papel. Nadie debe perdérsela.

Trailer:





Calificación: 5 de 6.

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