jueves, 7 de mayo de 2015

Kiss Me, Stupid (Bésame, tonto) - (1964) - (Director: Billy Wilder)





Bésame, tonto

Título original: Kiss Me, Stupid

Año: 1964

Duración: 119 min.

País: Estados Unidos.

Director: Billy Wilder.

Guión: Billy Wilder & I.A.L. Diamond (Teatro: Anna Bonacci)

Música: André Previn.

Fotografía: Joseph LaShelle.

Reparto:
Dean Martin, Kim Novak, Ray Walston, Felicia Farr, Cliff Osmond, Mel Blanc, Henry Gibson, Barbara Pepper, James Ward, Doro Merande, Howard McNear.

Género: Comedia.

Sinopsis:

Tras actuar en Las Vegas, Dino, un cantante de moda muy chulo, se dirige a Hollywood a rodar una película. Pero una avería le retiene en un pequeño pueblo, donde dos hombrecillos frustrados intentan venderle un par de canciones compuestas por ellos, con una táctica bastante rastrera: liar a Dino con la mujer de uno de ellos, ¡el día de su aniversario de bodas!






COMENTARIOS:

El guión, de Wilder y Diamond, se basa en la obra de teatro "L'ora della fantasia" (1944), de Anna Bonacci. Se rueda en exteriores de LA y en estudio. Producido por Wilder, se estrena el 16-XII-1964 (LA).





La acción tiene lugar el 30 de septiembre de 1964, en Climax (Nevada). Allá llega accidentalmente el famoso cantante Dino Latino (Dean Martin), que es abordado por Barney Millsap (Osmond), empleado de la gasolinera, y Orville J. Spooner (Walston), profesor de piano y organista dominical. Ambos le presentan a la exuberante Polly (Novak).





El film es una comedia de humor, enredos y denuncia, con elementos de musical. El guión construye una obra chispeante, ingeniosa, ácida e irreverente. Los diálogos son ocurrentes y punzantes. Aborda con ironía demoledora temas como la fama, los celos, la promoción de ventas... Desacredita los estereotipos sobre la fidelidad conyugal, la armonía familiar, la prostitución. El relato avanza a un ritmo implacable, mientras los actores se cruzan infidelidades, engaños, deslealtades y abusos, y obtienen a cambio ventajas tangibles. Se burla del éxito y de los métodos empleados para conseguirlo. Denuncia la doble moral imperante, la hipocresía generalizada, el odio oculto de personas caritativas, etc. Varias escenas alcanzan niveles culminantes: clase de piano, discusión de Orville y Zelda, conversación telefónica con el dentista, cena de Orville, Zelda y Dino. Los personajes están bien caracterizados. El cantante es vanidoso, egoista, pedante, mujeriego y borracho. El profesor de piano presenta un cuadro patológico de celos, aprecia otras cosas mucho más que la música y da clases con desgana. La obra levantó sonoras protestas entre los sectores más conservadores de la sociedad americana. Wilder eliminó un beso de Zelda y Dino, pero no calmó la situación. Critica la televisión (entretiene al loro).





La cinta incluye numerosas constantes del realizador: importancia del azar, tono melancólico, transgresión de estereotipos, confusión o sustitución de identidades. No faltan elementos iconográficos de su imaginería: coches flamantes (descapotable blanco), coches modestos (el 600), televisores, puros, etc. Se incluyen detalles muy propios de Wilder: extraño encendido del mechero (sustituto de la cerilla). Abundan las citas cultas (Shakespeare), cinéfilas ("El enemigo público", Rosano Brazzi) y melómanas (Beethoven, Bach, Porter, Berlin).





La música, de André Previn, aporta una brillante partitura, colorista y elegre, con toques de jazz, swing y chachachá. Incorpora varias canciones de George e Ira Gershwin (" 'S Wonderful", "Sophia", "I'm A Poached Egg"...). Añade fragmentos de "Para Elisa" (Beethoven). La fotografía, de Joseph LaShelle, en B/N y panavisión, subraya el tono melancólico, ralza el potente erotismo de Kim Novak y ofrece "zooms" de aproximación que convierten planos medios en primeros o primerísimos planos (rostro de Felicia Farr cuando dice "Kiss Me, Stupid"). 





Dean Martin parodiándose así mismo, en un papel hecho a su medida, está de perlas, como no podría ser de otra forma. Felicia Farr genial y enormemente atractiva, hay algunos momentos en los que casi iguala a la diosa. Cliff Osmond en el liante y manipulador mecánico, de lujo. Mención especial merece Ray Walston, dicen que el papel era para Peter Sellers, dejando aparte el motivo (parece ser que problemas serios de salud para Sellers) me alegro mucho que al final se lo llevara el, ya que esta simplemente inconmensurable, como obsesivo celoso o como tierno protector, muy difícilmente se puede uno imaginar a alguien mejor para ese papel. El gag del camarero que no se ríe con los chistes y que no entiende nada me parece sintomático de lo que representa la película, un maravilloso disparate y despropósito que entretiene, emociona y divierte con absoluta naturalidad. Gran película.





Trailer:




Calificación: 5 de 6.

No hay comentarios:

Publicar un comentario