domingo, 28 de abril de 2013

Imágenes y frases de cine: “El bueno, el feo y el malo”






Un fotograma, una frase, una imagen, un instante….para el recuerdo:
 
"El mundo se divide en dos, Tuco: los que encañonan y los que cavan. El revólver lo tengo yo, así que ya puedes coger la pala"
(El bueno, el feo y el malo)

Jagten (The Hunt)(La caza) - (2012) - (Director: Thomas Vinterberg)



Título original: Jagten (The Hunt)
Año2012
Duración: 111 min.
País: Dinamarca.
Director: Thomas Vinterberg.
Guión: Thomas Vinterberg, Tobias Lindholm.
Música: Nikolaj Egelund.
Fotografía: Charlotte Bruus Christensen.
Reparto:
Mads Mikkelsen, Alexandra Rapaport, Thomas Bo Larsen, Annika Wedderkopp, Anne Louise Hassing, Lars Ranthe, Lasse Fogelstrøm, Susse Wold, Ole Dupont, Sebastian Bull Sarning.

Sinopsis:
Tras un divorcio difícil, Lucas, de cuarenta años, ha encontrado una nueva novia, un nuevo trabajo y se dispone a reconstruir su relación con Marcus, su hijo adolescente. Pero algo va mal. Un detalle. Un comentario inocente. Una mentira fortuita. Y mientras la nieve comienza a caer y las luces de Navidad se iluminan, la mentira se extiende como un virus invisible. El estupor y la desconfianza se propagan y la pequeña comunidad se sumerge en la historia colectiva, obligando a Lucas a luchar por salvar su vida y su dignidad.


Premios:
2012: Festival de Cannes: Mejor actor (Mads Mikkelsen).
2012: Premios del Cine Europeo: Mejor guión. 5 nom., incluyendo mejor película.
2012: Premios BAFTA: Nominada a mejor película en habla no inglesa.
2012: Festival de Sevilla: Sección oficial largometrajes a concurso.

COMENTARIOS:
Mads Mikkelsen da vida a Lucas un hombre solitario que es profesor de un jardín de niños. Él es el amado por los niños, goza de la amistad del pequeño poblado y su vida transcurre sin mayor inconveniente.
La pequeña aldea, empero, se convertirá en su peor pesadilla a raíz de un incidente con la hija de su mejor amigo, Klara. Ella ve en nuestro protagonista a un héroe y —aparentemente— le ofrece su corazón. Lucas la rechaza, sin saber lo que la inocente niña es capaz de provocar.

Nunca antes la frase “los niños nunca mienten” se convirtió en el arma más cruel para destruir la existencia de un hombre. Lucas deberá afrontar las eternas miradas, los dedos que lo señalan como pervertido, psicópata, degenerado. Y es que el director hace la prueba de ponernos en los zapatos del bando contrario. La cinta logra estremecer al público por la imagen del verdugo. Una niña —símbolo de la bondad y la inocencia— se convierte en la villana de la cinta; el profesor tendrá que sobrellevar la humillación, la discriminación y la violencia que acompañan semejante denuncia.
¿Por cuánto tiempo puede alguien sobrellevar la injusticia? Quizá sea difícil encontrar una película en la que el público se vuelva tan empático con el condenado a una vida de lucha. La dignidad que sólo puede acompañar a quien es torturado sin razón, brilla en el rostro del difamado. También, nos hace reflexionar sobre la crueldad y odio que pueden aflorar en el espíritu humano, transformando, incluso, a los amigos en seres capaces de dar muerte.

En una sociedad donde se supone que todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario, hay temas especialmente sensibles o susceptibles al linchamiento popular sin haberse demostrado si la acusación es real o no. Seguramente el mayor exponente de esto sea cuando alguien es acusado de pederastia o malos tratos. Con que simplemente un niño insinúe algo inapropiado por parte de un adulto aunque sea por echarle imaginación, por rabieta o mezclando cosas que ha oído, este ya tiene muy complicado salir del atolladero en el que ha sido introducido.
Volviendo a lo que nos ocupa, la historia sobre este delicado tema está enmarcada en una pequeña comunidad nórdica donde más que vecinos todos son amigos y con especial camaradería entre los hombres con una antigua tradición de ir de caza juntos y luego beber y cantar disfrutando de las presas conseguidas. El protagonista es un profesor de guardería cariñoso con los niños, querido por su comunidad y que empieza a vivir un momento dulce con la proximidad de que su hijo se mude con él tras tiempo sin apenas verlo por el divorcio y también por iniciar una relación con una compañera suya de trabajo. Todo se desmorona cuando una niña, hija de su mejor amigo y por simple rabieta por no ser correspondido como quiere su amor platónico por su profesor, mezcla una expresión que ha oído a su hermano en casa con la rabia del rechazo y le acusa de algo de forma vaga y casi sin querer hacerlo pero que una profesora primero, un supuesto especialista después y para terminar los padres, abrazarán como dogma de fe, poniendo incluso palabras en boca de la niña que no ha dicho y acogiéndose a los principios de que 1º los niños no mienten y 2º aunque luego lo niegue y se eche atrás, es el trauma que no la deja recordar. Como todo chisme o bulo, la cosa va engordando y se va volviendo cuanto menos surrealista, convirtiendo al protagonista en una lacra de la comunidad.

La película tiene muchas virtudes, entre ellas: tratar como lo hace un tema tan delicado, la forma sobria pero firme y nada pesada de narrarlo y sobretodo como transmite (en gran parte a, reitero, su soberbia actuación) la agonía injusta que sufre el protagonista. La situación es desesperante, el espectador asiste a lo sucedido con una mezcla de rabia e impotencia, con mucha tensión y un constante mal cuerpo. Personalmente hacía mucho que no sufría tanto con una película. La cinta, traslada al espectador un complicado dilema aunque no para que actúe en calidad de juez sino para que empatice y sufra al igual que lo hace el protagonista de la historia, dado que ambos son los únicos que saben a ciencia cierta que es inocente. No pretende jugar con la duda y convertir al que la está viendo en un personaje más de esta comunidad, lo cual se me antoja un ejercicio también muy interesante pero estaríamos hablando de otra película. La que nos ocupa es sin duda un film de altos quilates, muy recomendable y una de las obras más destacables de lo que se ha estrenado en cines hasta ahora en 2013. Hace tiempo que personalmente tengo pendiente echarle un vistazo a aclamados trabajos de Thomas Vinterberg como Submarino o Celebración y seguramente sea un buen momento para ello.

Como de la nada y con su característica parsimonia narrativa, Vinterberg construye una historia inquietante, poniéndonos delante de un espejo para que (con total impudicia) nos contemplemos actuando como humanos en grupo.
De ésta forma, nos obliga a recordar cómo la manada en movimiento puede mandar una vida al garete mezclando, con aterrador virtuosismo, las dosis precisas de miedo, crueldad y estupidez.
Está rodada con grandes silencios, grandes detalles imprescindibles y con unos actores espectaculares, no sólo Mads Nikkelsen que podría arrasar en cualquier certamen (qué grande en su dignidad), si no también la niña que actúa como sin actuar, con suma naturalidad.





Film para llevarnos a la reflexión y hacernos dudar de nosotros mismos, de nuestras reacciones, convicciones... Engloba todo lo que es una gran película.
 

Tráiler:


Calificación: 5 de 6.

sábado, 27 de abril de 2013

James Dean - Biografía (James Dean - Biography)



James Dean (8 de febrero de 1931 - 30 de septiembre de 1955) fue un conocido actor estadounidense y un ídolo de la juventud de su tiempo, a pesar de que tuvo una vida muy corta. Nació como James Byron Dean en Marion, en el estado de Indiana. Sus padres fueron Mildred Winslow y Winton Dean. Su madre murió cuando Dean tenía 9 años y su padre lo envió a la granja de sus tíos en Fairmount para que se hiciesen cargo de él. En esta granja pasó toda su infancia.

A Dean siempre le gustó practicar deportes. A pesar de su miopía destacó en varios de ellos, como el baloncesto y el béisbol.

También amaba el teatro, y comenzó a estudiarlo y a practicarlo desde muy joven. Antes de salir de su pueblo ya había representado varias obras. Cursó sus estudios en la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA), donde interpretó varios papeles de teatro, como el de Malcom en Macbeth. Pronto se trasladó a Nueva York para estudiar interpretación en el famoso Actor's Studio.

Después de solicitar a numerosas agencias de actores trabajo en una obra de teatro, le ofrecieron en 1952 intervenir en See the Jaguar, en la que interpretó a un adolescente que había estado encerrado en una jaula la mayor parte de su vida. También hizo varias apariciones en televisión, que sin embargo no trascendieron. En 1953 le dieron otro papel en Broadway, The Immoralist, que tuvo una acogida muy positiva por la crítica.

Finalmente, Jimmy, como se le conocería, consiguió convertirse en actor de cine, cuando en 1954 el director Elia Kazan, que había rodado Un tranvía llamado deseo con Marlon Brando, le ofreció el papel principal de Cal Trask en Al este del Edén

El director eligió a Dean por su similitud con el personaje, introvertido, tosco, melancólico y apasionado. Durante su estancia en Hollywood, Dean salió con muchas mujeres, pero el amor de su vida fue la actriz Pier Angeli, a quien conoció durante el rodaje de Al este del Edén, y quien sería una de sus amantes.

A pesar de que la madre de Angeli se opuso a ese romance, estuvieron juntos un tiempo hasta que Angeli le comunicó que iba a casarse con el cantante Vic Damone. Dean no aceptó esa decisión y, según algunos biógrafos, la golpeó. Durante la ceremonia de la boda de Angeli, se situó con su moto delante de la puerta de la iglesia y mantuvo acelerado el motor para hacer ruido. El matrimonio de Angeli duró poco tiempo. Ella murió en 1971.

Dean no acudió al estreno de Al este del Edén. Nada menos que Marilyn Monroe y Marlene Dietrich trabajaron en esa ocasión como acomodadoras. Días después Dean vio su película pasando desapercibido en las filas del cine, como un espectador más.

Al poco tiempo, Nicholas Ray le contrató para el papel de Jim Stark en Rebelde sin causa, coprotagonizada por Natalie Wood

En el contrato que Dean tuvo que firmar se le prohibía competir en carreras de automóviles mientras durase el rodaje. La película se terminó a los dos meses y la post-producción unos meses más tarde.

Durante este tiempo Dean rodó Gigante, de George Stevens, junto a Rock Hudson y a Elizabeth Taylor.

Su personaje, Jett Rink, tenía también rasgos de Dean, ya que ambos eran personas solitarias. También en esta película se le prohibió participar en carreras de coches mientras duraba la filmación. La película se rodó cerca de la frontera con México

Mientras trabajaba en Gigante, Dean se compró un Porsche 550 Spyder, al que bautizó The little bastard («El pequeño bastardo»).

Días antes de su muerte hizo un anuncio publicitario en la que advertía a los jóvenes de conducir con prudencia. Tan pronto como terminó el rodaje de la película, Dean fue a competir en una carrera de automóviles en Salinas, cerca de San Francisco. La noche anterior dejó su gato a Elizabeth Taylor para que lo cuidase, ya que temía que algo le sucediese.

Mientras Dean conducía su Porsche a una velocidad moderada por la carretera, acompañado por su mecánico, se le acercó en un cruce en la localidad de Cholame, California, un Ford a gran velocidad, conducido por un estudiante. Dean trató de esquivarlo, pero no pudo. Se incrustó contra un poste de la luz y se rompio el cuello, perdiendo la vida instantáneamente el 30 de septiembre de 1955, a la edad de 24 años. El conductor del otro automóvil y el mecánico de Dean se salvaron

Biografía 

El 8 de febrero de 2013 James Dean habría cumplido 82 años. Su trágica muerte generó un seguimiento de “culto” y una elevación a niveles de ídolo rayando en el frenesí para toda una generación. Desde el fallecimiento de Rodolfo Valentino no se había generado tamaña reacción entre los fans de Hollywood. No se trata solamente de la fascinación con una figura pública adorada por las masas, a quien se le arrebata la vida en plena juventud, como ha sido el caso de la Princesa Diana o su equivalente en la “realeza” estadounidenses, John Kennedy, Jr, cuyas vidas eran seguidas por los de su misma generación y por personas de todas las edades, con diferentes grados de identificación. Aquí estamos hablando de sumarle a esto la magia del cine. James Dean representó para su generación el enfrentamiento generacional, la frustración del rechazo, la necesidad de afecto y reconocimiento que no llegaba de parte de la figura paterna o de autoridad. Y la ira contenida y el terrible desencanto con un mundo que consideraba sin valores.

Era el típico joven a quien esas falencias ya lo habían marcado. Era inocente, por momentos indefenso, incapaz siquiera de comunicar su necesidad. Pero sus enfrentamientos con la autoridad y esta cierta debilidad podrán haber generado tremenda empatía en toda una generación de jóvenes, pero a la generación mayor, intransigente y falta de comprensión, no hacía sino confirmarle que los reclamos de James Dean, efectivamente, eran una “rebelión sin causa”. Pero qué podían los jóvenes espectadores sentir sino la más desgarradora angustia al reconocerse a sí mismos cuando, como Jim en East of Eden (Al Este del paraíso, 1955), le increpaba a su padre (Raymond Massey): “¡Quiero respuestas ahora! No me interesa lo que voy a entender dentro de diez años!”

No hay mucho que entender para darse cuenta de que Dean no estaba necesariamente actuando. Su propia historia no distaba de la de sus personajes. James Byron Dean nació el 8 de febrero de 1931 en Marion, Indiana. Fue criado por sus tíos, ya que la madre falleció cuando él tenía 9 años. El padre, destrozado emocionalmente después de la muerte de su esposa, aceptó que Jimmy viviese con sus tíos en Fairmont. En la escuela secundaria integró el grupo actoral y ganó un Premio Dramático del Estado de Indiana con un monólogo.

En la Universidad UCLA también integró el grupo teatral que dirigía el prestigioso actor de reparto James Whitmore. Incluso hizo breves participaciones en las películas Fixed Bayonets (Bayoneta calada, 1951), Sailor Beware (¡Qué suerte tiene el marino!, 1951), Has Anybody Seen My Gal? (1952) y Trouble Along the Way (Camino de adversidad, 1953). A instancias de James Whitmore, se aventuró a Nueva York para intentar ingresar al prestigioso Actor’s Studio. Poco a poco llegaron los trabajos tanto en televisión como en teatro. Allí fue donde lo descubrió el director Elia Kazan y pensó que era ideal para el rol de Cal en East of Eden (Al Este del paraíso, 1955).

Este film fue adaptado de parte de la historia narrada en la novela de John Steinbeck. Su temática gira en torno de la historia de Caín y Abel. Dean es Cal (Caín), el hijo traumatizado de un Adam Trask (Raymond Massey), un devoto granjero que cultiva lechuga en California, en 1917. El hermano mellizo de Cal, Aaron (Abel) (Richard Davalos), es el hijo ejemplar, interesado en seguir el negocio familiar y ayudar a su padre, e involucrado en un noviazgo formal con Abra (Julie Harris).

Ansioso de obtener la aprobación de su padre, Cal inventa una manera de plantar cosechas especiales, pero el padre prefiere solventar otro proyecto, el del hermano Aaron, que consiste en un nuevo método de refrigeración de la lechuga, para poder despacharla al Este. Pero el método falla y se pierde la cosecha. Mientras tanto, Cal ha descubierto que la misteriosa figura de la madre (Jo Van Fleet), supuestamente muerta, no sólo está viva sino que es la madama de un prostíbulo. Todos estos acontecimientos desencadenan momentos muy dramáticos.

East of Eden recibió 4 nominaciones para el Oscar. Como Mejor Director (Elia Kazan), Mejor Guión (Paul Osborn) y James Dean como Mejor Actor. Fue la primera de sus dos nominaciones póstumas (el único actor en la historia del Oscar en recibir dos nominaciones después de su muerte). Estos primeros nominados perdieron ante sus contrincantes que representaban el film Marty (Marty, 1955). Mejor Actor resultó Ernest Borgnine, Mejor Director fue Delbert Mann y el Mejor Guión fue el del Paddy Chayefsky. Jo Van Fleet tuvo más suerte y ganó la estatuilla como Mejor Actriz de Reparto, algo reforzado por el hecho de que ese mismo año tuvo una participación destacada en otros dos films que recibieron mucha atención de la Academia: The Rose Tattoo (La rosa tatuada, 1955) y I’ll Cry Tomorrow (Mañana lloraré, 1955).

La actuación de Dean recibió críticas extasiadas y los lectores de Picturegoer lo nombraron Mejor Actor del año. Se le otorgó el Globo de Oro al Mejor Actor Dramático.

Dirigida por Nicholas Ray, se trata de un estudio de los problematizados jóvenes de la California de la época. Dean interpreta a Jim, un joven descuidado por sus padres (Jim Backus y Ann Doran), a quienes desprecia. A su padre por su debilidad, y a su madre por aprovecharse de ella. Jim es arrestado por estar borracho y, en la estación de policía, observa a Judy (Natalie Wood), una joven detenida por deambular de noche, y a Plato (Sal Mineo), un chico rico arrestado por matar unos cachorros. Jim es nuevo en la ciudad, y en su primer día de escuela reencuentra a sus dos compañeros de arresto.

Jim invita a Judy a salir, lo cual lleva a una confrontación con el novio de Judy, Buzz (Corey Allen). Con sus compañeros de pandilla, enfundados en sus chaquetas de cuero, Buzz empieza a acosar a Jim, y, después de perder en una pelea a cuchillo, lo reta a un peligroso juego, algo así como la carrera del menos cobarde.

Los dos deben acelerar automóviles hacia un acantilado. El primero en saltar del auto es un “gallina”. Llegado el momento, Jim salta del auto a último momento, pero la chaqueta de Buzz se traba en la manija de la puerta y se precipita junto con el auto.


Las reacciones de los involucrados y sus padres en esta tragedia constituyen el meollo de la trama de Rebel Without a Cause. La dirección de Nicholas Ray hizo que lo que podría haber sido un melodrama resultase un satisfactorio estudio de los problemas de una generación. La actuación de Dean fue una vez más excelente. Ese año Dean ya había obtenido su nominación por East of Eden, pero Sal Mineo fue nominado como Mejor Actor de Reparto [ganó Jack Lemmon en Mister Roberts (Mister Roberts, 1955)]. Natalie Wood fue nominada como Mejor Actriz de Reparto, pero perdió ante Jo Van Fleet. Nicholas Ray también recibió su candidatura, pero por el Argumento Original, y perdió el Oscar ante Daniel Fuchs, guionista de Love Me or Leave Me (Ámame o déjame, 1955).

Es curioso que tanto Natalie Wood como Sal Mineo también hayan encontrado la muerte en circunstancias trágicas. Sal Mineo fue apuñalado cerca de su casa en 1976, y Natalie Wood se ahogó misteriosamente al caerse de un yate, en 1981.

Con dirección del legendario George Stevens, Giant es una saga familiar basada en la novela de Edna Ferber que se extiende a lo largo de dos generaciones y 2 horas y 20 minutos. Este film constituyó un desafío para sus tres protagonistas: Elizabeth Taylor, Rock Hudson y James Dean. Hudson brindó la mejor actuación de su carrera, Taylor estuvo excelente, y Dean pudo en cierta forma salirse del rol (esencialmente idéntico) de sus dos primeros protagónicos, a pesar de lo poco creíble del maquillaje que se utilizó para envejecerlos en toda la parte final del film. Taylor es Leslie, quien se casa con Bick (Hudson) y se va a vivir al rancho ganadero de su propiedad, un verdadero imperio. Se encuentra con la obstinada oposición de su cuñada, Luz (Mercedes McCambridge) y la impertinencia de Jett (James Dean), un peón del rancho. Al morir Luz en un accidente ecuestre resultado de su enfrentamiento con Leslie, le hereda a Jett una parte del rancho.

Jett no solo se rehusa a vendérsela a Bick, sino que encuentra petróleo en esa parcela y se convierte en millonario. Los acontecimientos se van precipitando con el correr de los años, y las rencillas se extienden a la siguiente generación, en que los personajes son jugados por actores como Carroll Baker, Dennis Hopper, el mismo Sal Mineo y Earl Holliman.

Esta saga tejana fue muy bien recibida por la crítica y la Academia. Obtuvo 10 nominaciones para el Oscar, pero el único ganador fue su director, George Stevens. El premio a la Mejor Película fue para Around the World in Eighty Days (La vuelta al mundo en ochenta días, 1956), producida por Mike Todd, esposo de Elizabeth Taylor. Rock Hudson (en su única nominación de toda su carrera) y Dean (en su segunda nominación póstuma) perdieron ante Yul Brynner por The King and I (El Rey y yo, 1956) y Mercedes McCambridge perdió como Actriz de Reparto frente a Dorothy Malone en Written on the Wind (Palabras al viento, 1956). Las otras nominaciones fueron para guión, partitura musical, dirección artística, vestuario y edición. Elizabeth Taylor no fue reconocida, pero lo sería en los cuatro años posteriores, y ganó Oscars en 1960 y 1966.

El día siguiente a haber terminado la filmación de su rol, James Dean se subió a un Porsche flamante y se estrelló contra otro auto. Era el 30 de setiembre de 1955, y tenía 24 años. La noticia corrió por todo Hollywood en un clima de absoluta incredulidad. Taylor, Hudson y Stevens estaban en el estudio revisando parte de las escenas filmadas cuando recibieron el aviso. Pasaron más de una hora haciendo llamadas tratando de confirmar la veracidad de la noticia. No podían creerlo. Ni tampoco lo pudo creer el mundo.

Al igual que en casos como el de Marilyn Monroe, o de River Phoenix (una imagen muy similar a la de Dean) nunca se sabrá qué habría sido de su carrera en años futuros.

Ya le estaba asignado el rol que Paul Newman finalmente jugó en Somebody Up There Likes Me (El estigma del arrollo, 1956). Y la leyenda ha continuado y ha perdurado con los años. Se han hecho documentales sobre su vida, e incluso dos películas se han referido al efecto de su muerte sobre sus fans.


JAMES DEAN: UNA VIDA INVENTADA

James Dean, una de las grandes leyendas del Hollywood de los 50 y de la historia del cine, vivió una vida llena de inseguridades y tragedias que le condujeron la abismo. Desde la devastadora pérdida de su madre siendo todavía un niño y la difícil relación con su padre, vivió un vertiginoso encumbramiento como uno de los más grandes actores, hasta su trágica muerte a los 24 años. Esta película narra la verdadera historia del hombre que se esconde detrás del mito. James Franco aporta una increíble combinación de carisma, invulnerabilidad e inteligencia al papel de James Dean. Dirigida por Mark Rydell, nominado a un Oscar, y escrita por Israel Horovitz, supone la más intensa, compleja y rica historia jamás escrita sobre el legendario actor.

La metamorfosis de Franco interpretando el papel principal de James Dean en la biografía de TNT, le hizo ganar grandes críticas y llamar la atención de la industria. Por su papel de la leyenda del cine, ganó un Globo de Oro como Mejor Actor en una Película Hecha para Televisión, y fue nominado a un Emmy y al Screen Actors Guild Award.

James Dean es un mito. Su nombre es aval de rebeldía, inconformismo y creatividad. Aunque detrás de lo mítico, se encuentra un joven inquieto, impaciente, acomplejado por su miopía y su baja estatura; un chico que acostumbraba vestir suéteres remendados y jeans vaqueros desteñidos y andrajosos (en tiempos en que no se usaban).


Quizás Dean vivió alocadamente y buscando la muerte, como decían quienes lo conocían, pero no en el momento en el que se produjo el accidente mortal, cuando conducía prudentemente. Sus últimas palabras, según declaró meses después su mecánico, fueron: "Ese chico nos tiene que ver".

FILMOGRAFÍA:






Un conflicto en cada esquina
Título original: Trouble Along the Way
Año: 1953
Director: Michael Curtiz.
Reparto: John Wayne, Donna Reed, Charles Coburn, James Dean.
Sinopsis: Mientras lucha por mantener la custodia de su hija después de divorciarse, el entrenador de fútbol Steve Williams se encuentra inmerso en un escándalo de contratos de una pequeña escuela católica, por lo que tiene que volver a ganarse la respetabilidad.

Rebelde sin causa
Título original: Rebel Without a Cause

Año: 1955

Director: Nicholas Ray.

Reparto: James Dean, Natalie Wood, Sal Mineo, Jim Backus, Ann Doran, Corey Allen, William Hopper, Edward Platt, Nick Adams, Dennis Hopper.

Sinopsis: Tres jóvenes, Jim Stark, Judy y Platón, coinciden en una comisaría. Cada uno está allí por un motivo distinto: Jim está borracho, Judy se ha escapado de su casa y Platón acababa de matar a tiros a unos cachorros. El inspector Ray descubre que los tres mantienen una relación conflictiva con sus familias. A Jim y a Judy los van a recoger sus padres, pero Platón, hijo de una pareja divorciada, tiene que conformarse con la visita de la criada negra que vive con él.


Al este del edén

Título original: East of Eden

Año: 1955

Director: Elia Kazan.

Reparto: James Dean, Raymond Massey, Julie Harris, Dick Davalos, Jo van Fleet, Burl Ives.

Sinopsis: Un granjero californiano tiene dos hijos, Cal y Aron, de caracteres muy diferentes, pero ambos compiten por el cariño de su padre. La situación de Cal se complica cuando averigua que, en realidad, su madre no sólo no está muerta, sino que además regenta un local de alterne.

 
Gigante

Título original: Giant

Año: 1956

Director: George Stevens.

Reparto: Elizabeth Taylor, James Dean, Rock Hudson, Carroll Baker, Jane Withers, Chill Wills, Mercedes McCambridge, Sal Mineo, Dennis Hopper, Judith Evelyn, Paul Fix, Rod Taylor, Earl Holliman-

Sinopsis: Jordan "Bick" Benedict (Rock Hudson), un joven terrateniente, llega a su inmenso rancho de Texas con su flamante esposa Leslie Benedict (Elizabeth Taylor), una rica y bella muchacha del Este. No tardan mucho en descubrir que pertenecen a mundos radicalmente opuestos y que los separa un abismo. Jett Rink (James Dean) es un arrogante y joven empleado de los Benedict que tiene la suerte de encontrar petróleo en unas tierras que le ha dejado en su testamento Luz, la hermana de Jordan; pero, a pesar de su inmensa fortuna, no consigue lo que realmente le importa: Leslie.

viernes, 26 de abril de 2013

Imágenes y frases de cine: “Los chicos del coro”



Un fotograma, una frase, una imagen, un instante….para el recuerdo:


"Sus miradas eran la muestra de su deseo de escapar, de construir cabañas a cielo abierto"
(Los chicos del coro)

jueves, 25 de abril de 2013

Imágenes y frases de cine: “House”


The Killers (Código del hampa) - (1964) - (Director: Don Siegel)



Título original: The Killers
Año: 1964
Duración: 95 min.
País: Estados Unidos.
Director: Don Siegel.
Guión: Gene L. Coon (Relato: Ernest Hemingway).
Música: John Williams.
Fotografía: Richard L. Rawlings.
Reparto:
Lee Marvin, Angie Dickinson, John Cassavetes, Ronald Reagan, Clu Gulager, Claude Akins, Norman Fell, Don Haggerty, Robert Phillips.
Sinopsis:
Dos asesinos reciben el encargo de acabar con la vida de un antiguo piloto de carreras. Ejecutado el trabajo, uno de ellos, intrigado, decide averiguar por qué la víctima ni siquiera intentó defenderse o huir. La investigación lo lleva hasta uno de los jefes del crimen organizado. Ésta es la segunda adaptación del relato corto "The Killers" de Ernest Hemingway. La primera ("Forajidos", 1946), indiscutible obra maestra del cine negro, fue dirigida por Robert Siodmak y protagonizada por Burt Lancaster ("el Sueco").


COMENTARIOS:
Concebida inicialmente como un programa piloto para televisión, “Código del Hampa” terminaría en las salas de cine por su excesiva violencia para ser transmitida a todos los hogares "puros" americanos. Esto se nota (lo del medio televisivo) por los colores estridentes utilizados en su fotografía, las tomas desde helicóptero, los zooms, las tomas desde coches en marcha y las transparencias que surgen. Siegel rueda una novela de Hemingway y es un remake de la película “Forajidos” de Robert Siodmak, donde él mismo fue guionista del primer borrador.

Difiere de la protagonizada por Burt Lancaster en la trascendencia clara y contundente de los asesinos, donde Lee Marvin (sobre todo) y Clu Gulager, toman las riendas de la trama y la definición del caso, mientras que en Forajidos se limitan a ser brazos ejecutores.
No entienden como un hombre se puede dejar matar sin oponer ningún tipo de resistencia, y esto y el no conocer a quien les ha contratado, les hace decidir averiguar dónde está el millón de dólares robados del furgón blindado. Curiosamente el protagonista, Johnny North, termina trabajando en un hogar para ciegos, en clara y malévola alusión a su ceguera ante las armas utilizadas por una femme fatale, que le destroza por dentro, y que él no ve por estar "ciego" de amor.
Una mujer puede ser el arma más peligrosa que existe sobre la Tierra. Si se lo propone puede convertirse en un impredecible y embaucador demonio con apariencia de diosa, capaz de arrastrarte hasta sus intereses cual lava volcánica descendiendo sobre las laderas de su víctima, impresionando con su exclusividad y desplegando todo su poder destructivo. El dolor que puede causar puede ser comparable al del iluso que se encuentra frente a ese río de lava, que atónito por la belleza de ese espectáculo natural se queda inmóvil para jugárselo todo a una carta e intentar demostrarse a sí mismo que lo que está viviendo no es un sueño, que los sueños han despertado. Y es lo que pasa en “Código del hampa”, película repleta de hombres pero dominada por una sola mujer, una ‘femme fatale’ que aun brillando con la fuerza de una estrella no se hace con todo el universo de esta cinta, pues la obra de Don Siegel está tan bien hecha que siempre mantiene equilibrada la balanza de todos sus perfectos personajes.

Los nombres de una impresionante mujer llamada Sheila Farr (Angie Dickinson) y el imponente Jack Browning (Ronald Reagan) salen a la luz junto a una cifra de miles de dólares. Es entonces cuando nos involucramos en una espiral llena de preguntas y respuestas, peligros y desconfianza, que fluye sobre una inteligente estructura en la que la intriga se erige como principal protagonista, dividiéndose la trama en varios frentes que combinan una relación de amor casi imposible, un apasionante enredo planificado para cometer un robo en la línea de “Atraco perfecto” (1956) y el emocionante desarrollo de la investigación sobre los hechos que realizan los dos matones.
“Deberías comer Charlie. ¿Sabes cuantas proteínas debes de comer al día?. ¡No hidratos de carbono!, sino proteínas”, espeta Lee en un momento dado a Charlie, los dos sicarios que son el eje central sobre el que se sostiene la trama. Dos personajes contrapuestos, el veterano que piensa en el retiro frente al joven impetuoso, en cuyos diálogos se entremezclan las frases banales y la reflexión propia de sus averiguaciones y que posiblemente le sirvieron de modelo a Quentin Tarantino a la hora de concebir a Vicent Vega y Jules Winnfield -John Travolta y Samuel L. Jackson- para Pulp Fiction (1994). Arquetipos, como el resto de los personajes, que utiliza Siegel no sólo para elaborar un palpitante thriller, sino también para esbozar un tratado sobre la ceguera: la que padecen todos sus protagonistas obnubilados por una ambición que les acabará empujando hacia su propia destrucción. Salvo North, que aceptó su inmolación consciente quizá de que su labor con los invidentes le había concedido la redención.

Espectacular Angie Dickinson en su papel de mujer fatal y perfecto como siempre Lee Marvin, llenando la pantalla con toda su admirable rudeza. Sorprendente el ex-presidente de los Estados Unidos, Ronald Reagan, con un papel ascendente que impresiona por lo bien dibujado e interpretado que está su personaje. John Cassavetes cumple con corrección y Clu Gulager transmite la rebuscada simpatía de su chulesco personaje. El resto de las interpretaciones también raya a gran altura, y destaco a Claude Arkins como Earl Sylvester, mecánico amigo de Johnny y primer interrogado de la cinta, por su genial interpretación.
Con todo lo citado, cerrar diciendo que esta película es un regalo que no se puede rechazar, un viaje a lo más profundo del mejor cine negro y de acción, vibrante, violento, desvergonzado, lleno de pasión, enganchándote de principio a fin por su capacidad y perfección en todos los puntos que toca. Mérito de su impecable director, Don Siegel, mérito de su perfectamente tejido guión, haciendo fluir la historia sobre sus cultivados diálogos, y mérito también de un reparto de altura, de una trama inmejorable y de la agradecida fotografía de Richard L. Rawlings.

100 % cine negro el cual hay que revisar cada cierto tiempo para saborear un buen cine como se saborea un buen vino que mejora con los años. Una gran película, llena del mejor cine.









Tráiler:

Calificación: 5 de 6.

miércoles, 24 de abril de 2013

Imágenes y frases de cine: “Jo, qué Noche”

 

Un fotograma, una frase, una imagen, un instante….para el recuerdo:


“Camarero: ¿Quiere una copa? Tiene cara de necesitarla.
Paul: ¿No tendrá algún poderoso afrodisíaco escondido por ahí, no?
Camarero: ¿La chica está fría, eh?
Paul: ¡No, no es para ella, es para mí!”

- Jo, Qué Noche (Martin Scorsese, 1985)

lunes, 22 de abril de 2013

Robin and Marian (Robin y Marian) - 1976) - (Director: Richard Lester)



Título original: Robin and Marian
Año: 1976
Duración: 106 min.
País: Reino Unido.
Director: Richard Lester.
Guión: James Goldman.
Música: John Barry.
Fotografía: David Watkin.
Reparto:
Sean Connery, Audrey Hepburn, Robert Shaw, Richard Harris, Ian Holm, Nicol Williamson, Denholm Elliott, Kenneth Haigh, Ronnie Parker, Bill Maynard, Esmond Knight, Veronica Quilligan, Peter Butterworth, John Barrett, Kenneth Cranhan, Victoria Abril.
Sinopsis:
Desilusionado por los años que perdió luchando como cruzado en Tierra Santa, Robin Hood (Sean Connery), regresa a Inglaterra y se da cuenta de que todo ha vuelto a ser como antes.
Tras su marcha, Robin dejó en Inglaterra a su amada, Marian (Audrey Hepburn) y al volver quiere estar con ella, pero hay una pequeña sorpresa: Marian es ahora una monja, la abadesa de la abadía de Sherwood. Pero eso no es impedimento para que vuelva a renacer su amor y Marian renuncia a los hábitos para poder estar con Robin. La mujer, harta de decirle a Robin que no quiere que luche más porque no hace otra cosa que sufrir, toma una dura decisión.
COMENTARIOS:
Robin y Marian es probablemente una de las películas menos conocida de Audrey Hepburn. Supuso su regreso al cine tras 8 años de ausencia y la protagonizó junto a Sean Connery (Robin Hood), Richard Harris (Ricardo Corazón de León) y Robert Shaw (sheriff de Nottingham).

Richard Lester dirigió en 1976 esta especie de “segunda parte” de Robin Hood que se inicia con la vuelta a casa de Robin, cansado de luchar en las cruzadas en nombre del rey. Allí descubre que Lady Marian (el amor de su vida) se ha convertido en monja y decide ir a buscarla al convento para llevársela contra su voluntad.
Poco más os voy a contar sobre esta preciosa historia de amor cuyo momento cumbre lo tiene en esta frase que Marian le dice a Robin: "Te amo…más de lo que puedes imaginar. Te amo más que a los niños, más que a los campos que planté con mis manos, más que a la plegaria de la mañana, más que a la paz, más que a la alegría, más que al amor, más que a la vida entera ".

“Fui triunfador en todas las batallas, pero no sé si realmente gané” se pregunta Robin Hood, mientras habla con su amada Marian. El reencuentro con Marian, convertida en la madre Jennet, abadesa de un humilde refugio donde se cura a los enfermos y se siembra la tierra para calmar el hambre, se colma de nostalgia… y de esperanzas nuevas. Volver a ver a aquella mujer con una belleza que no diluyen los años y con un carácter que se afirma cada día, significa para Robin un oasis que lo aleja del esfuerzo vano y de la lucha infame, y lo devuelve al amor de su vida y a su remanso de paz. Pero, el injusto rey Juan sigue en el poder, y el alguacil de Nottingham está persiguiendo a su amada, así que, no hay más remedio que prepararse para la última batalla.
Richard Lester desmitifica la figura del héroe inglés sin quitarle un ápice de dignidad y aprovechando para narrar una de las más bellas historias de amor que se han visto en una pantalla grande.

Rodada parcialmente en España con pequeños papeles para Victoria Abril (como esposa del rey Juan) y Margarida Minguillón.
A partir de este original planteamiento, vemos como el mito se tambalea pero el romanticismo primigenio no sólo se mantiene inalterable, sino que roza niveles que el resto de propuestas no logran alcanzar. La historia de Robin y sus amigos contra la tiranía del rey Juan cede parte de su protagonismo a una de las historias de amor más bellas y penetrantes, la que nos regalan Connery y Hepburn, inmensos, en estado de gracia. El otro ángulo del triángulo amoroso lo pone Little John (Nicol Williamson). Ya no es sólo el compañero que sigue a Robin tras pelear con palos en un puente. El pequeño John oculta el sufrimiento por su amor a Marian para salvaguardar la inquebrantable amistad que le une a Robin. Y es que además están los quince minutos de Richard Harris, con una portentosa (como siempre) interpretación del vil y sanguinario Ricardo Corazón de León, ajeno al falso mito implantado por el cine anglosajón. Y Robert Shaw claro, un Sheriff de Nottingham rico en matices, no el recaudador sin escrúpulos de siempre. La relación de Nottingham y Robin es de respeto y admiración mutua, aun sabiendo que el enfrentamiento entre ambos será ineludible.
Hepburn llevaba retirada del cine desde 1967, año que rodó "Sola en la Oscuridad" y "Dos en la carretera" y decidió retirarse para cuidar a sus hijos y verles crecer.

La vuelta al cine de Audrey fue muy aclamada por su público, que ya la echaba de menos, y agradecieron su voluntad de protagonizar a Marian en esta fantástica película.

No puedo ser objetivo. Uno de los films románticos más bellos y que cada vez que vuelvo a ver, me sigue emocionando. Un magnífico guión, rodado con pulso maestro donde las escenas están al servicio de un "crescendo" que culmina en un final apoteósico. Es de esas películas ante las que uno se pregunta dónde están las claves de su maestría. Es la fusión de una historia con un director en "estado de gracia", que lleva el film a cimas que no repetirá. Dos interpretaciones con lo que ha convenido en llamarse "química".
Sean Connery, Audrey Hepburn, Robert Shaw y Nicol Williamson, intachables en sus caracterizaciones, cargan con todo el peso de la historia y logran que ésta se mantenga en alto con una fuerte dosis de emotivos sentimientos.
Un filme que llegará muy bien a los corazones románticos.



Tráiler:

Calificación: 4 de 6.