domingo, 31 de mayo de 2020

Clint Eastwood cumple 90 años



Clint Eastwood cumple 90 años: Los tipos duros no se retiran nunca.

Nueve décadas que han dado al actor la posibilidad de reinventarse, de la televisión al cine y de la actuación a la dirección, donde, se ha consagrado con su originalidad, poder e inteligencia. A sus 90 años, Eastwood suma cuatro Oscar (más uno de honor)

Son 90 años como 90 soles. 90 años que dan para arrancar en televisión, reinventarte como anti héroe de la mano de un heterodoxo enamorado de John Ford como Sergio Leone, poner del revés las costuras del thriller más adrenalínico y oscuro junto a Don Siegel y luego, entrados los años ochenta, consagrarse como uno de los directores más originales, poderosos e inteligentes que hayan bendecido las colinas de Hollywood. Un director cortado por el mismo patrón que Alfred Hitchcock o Howard Hawks. Capaz de rodar en el tiempo establecido, sin caprichos ni excentricidades, con la seguridad de que su arte, innegable, no interferirá con la película hasta el punto de que el ego del creador oculte la historia.




Antes de los Christopher Nolan, David Fincher y Wes Anderson, antes de las películas de serie media como «Pequeña Miss Sunshine» o «Entre copas», cada vez más difíciles de rodar, cada vez más perdidas o condenadas a salir adelante lejos de los circuitos convencionales, ahí estaba ya Eastwood. Armado de historias tan complejas, inteligentes y poéticas como aquella, «Cazador blanco, corazón negro», en la que rendía tributo a otro héroe personal, John Huston. Un director con el que tanto comparte. Al que retrató curándose los ramalazos de fiebre amarilla mediante profusos lingotazos de ginebra, en el corazón de las tinieblas y a la caza del elefante mítico.

Ahora mismo solo soy capaz de pensar en otros dos monstruos sagrados, Martin Scorsese y Steven Spielberg, capaces de combinar comercialidad y voz propia, por más que el italoamericano de Little Italy sea más oscuro y vanguardista y el genio que parió «E.T.» o «Tiburón» siempre estuviera más cerca de los tebeos que marcaron su infancia y de los cuentos con brujas, vampiros y princesas. Luego tenemos a Woody Allen, que también va a su bola. Pero lo del director de «Annie Hall» y «Manhattan» siempre fue mucho más radical, más de «outsider» en el mejor sentido.




Alcalde durante un tiempo de un pueblo, Carmel by the Sea, que es un espejismo azul eléctrico contra las aguas rotundas del océano Pacífico, muy cerca del Big Sur donde escribía Henry Miller, Clint Eastwood, republicano, conservador en el mejor y más noble sentido de la palabra, terror de la más imbécil progresía, también está muy lejos de las pijadas posmodernas que ensucian la Casa Blanca. En 2016 defendió al botarate que hoy disfrutamos, al tonto de capirote de Trump, pero quiero sugestionarme o creer que lo hizo más movido por el espanto a la turbia Hillary Clinton que por amor al payaso rubio. Bah. Tampoco importa.

Qué otra cosa sino adoración puedes sentir por el tipo que rodó el mejor «biopic» de un músico que jamás hayas visto, la sensacional y desgarradora «Bird», donde narra con pulso eléctrico y compasión infinita los pozos de ambición y tortura del muy genial y autodestructivo y drogota Charlie Parker, al que interpretaba un Forest Whitaker majestuoso. Que si no gratitud profunda puedes sentir hacia el director de ese poema sobre el amor, el perdón, la lealtad, el olvido y la nostalgia que es «Los puentes de Madison», y con un fin de semana entre el fotógrafo de National Geographic y el ama de casa que es el equivalente en celuloide a los grandes sonetos de los mejores poetas isabelinos.




Como escribí en algún sitio, quizá aquí mismo, ya solo por la escena del propio Eastwood bajo la lluvia mientras una Meryl Streep manosea la última baraja del futuro, solo por esos minutos con vocación de eternidad tiene ya garantizado su hueco entre los más grandes. Streep, por cierto, bordó una de las interpretaciones de su vida, repleta de sensibilidad, frustración, erotismo y dulzura. Y qué si no fidelidad merece el director de la sobrecogedora «Million Dollar Baby», donde entre otras cosas afrontaba el asunto de la eutanasia y el derecho a una muerte digna.




O la sutil y emocionante «Gran Torino», que profundiza en las atrocidades del racismo sin permitirse ni un gesto para la galería, ni un sermón moralizante, ni un borrón sentimentaloide, y que mediante un guión de acero colado contaba la amistad entre un viejo amargado, cabezota y traumatizado y unos chavales hijos de la diáspora provocada por la misma guerra en la que el viejo había combatido. Me falta espacio para brindar por tantas obras maestras. Aunque no puedo olvidar dos westerns tan maravillosos como «El jinete pálido» y, sobre todo, la majestuosa «Sin perdón». Qué decir de «Mystic River» o de «Un mundo perfecto». Que no hay ni habrá otro igual a usted, Mr. Eastwood. (Julio Valdeón en La Razón)

miércoles, 27 de mayo de 2020

Proximo estreno: "Summerland" (Trailer)




Ambientada durante la Segunda Guerra Mundial en el Reino Unido, la película trata sobre una escritora solitaria que debe cuidar a un niño evacuado de Londres. Lentamente comienza a formar un vínculo con él, mientras recuerda su propia vida y su amante perdido. Gemma Arterton interpreta a Alice, junto con Gugu Mbatha-Raw, Penélope Wilton, Amanda Root, Siân Phillips, Dixie Egerickx y Tom Courtenay. Descrito como una "historia intensamente emocional de la resistencia del amor en tiempos difíciles".

Alice (Gemma Arterton) es una escritora solitaria, resignada a una vida solitaria en los acantilados costeros del sur de Inglaterra mientras la Segunda Guerra Mundial se desata a través del canal. Cuando abre la puerta de su casa un día y descubre que debe adoptar a un joven evacuado de Londres llamado Frank, es resistente. Sin embargo, no pasa mucho tiempo antes de que los dos se den cuenta de que tienen más en común en el pasado de lo que Alice había asumido. Summerland está escrita y dirigida por la primera cineasta británica Jessica Swale, una dramaturga galardonada con Olivier que hace su debut como directora con esta película después de otro corto anteriormente. Producida por Guy Heeley y Adrian Sturges. 



Trailer:

martes, 19 de mayo de 2020

"Sí. Mi Chiamano Mimi" por Kathryn Grayson.




Escena final de la película "So This is Love" (Cumbres doradas), Kathryn Grayson interpreta el aria "Sí. Mi Chiamano Mimi" de la ópera "La Boheme" de Puccini.



viernes, 15 de mayo de 2020

So This Is Love (Cumbres Doradas) - (1953) - (Director: Gordon Douglas)



Título original: So This Is Love

Título en español: Cumbres doradas (La historia de Grace Moore)

Año: 1953

Duración: 97 min.

País: Estados Unidos.

Dirección: Gordon Douglas.

Guion: John Monks Jr.

Música: Max Steiner.

Fotografía: Robert Burks.




Reparto:

Kathryn Grayson, Merv Griffin, Joan Weldon, Walter Abel, Rosemary DeCamp, Jeff Donnell, Douglas Dick, Ann Doran, Margaret Field, Mabel Albertson, Fortunio Bonanova, Marie Windsor, Noreen Corcoran.

Productora: Warner Bros. Pictures.

Género: Drama. Musical. Biográfico.


Sinopsis:

La cantante estadounidense Grace Moore, a punto de debutar en el Metropolitan Opera House de Nueva York, recuerda sentada en su camerino el largo camino que ha tenido que recorrer hasta esta primera noche de éxito absoluto. Por su memoria van pasando los primeros años de su infancia, cuando su tía Laura logró convencer a su padre, el severo coronel Moore, para que la mandara a Washington a estudiar canto. Biopic de la gran soprano Grace Moore, cuya magnífica carrera operística se vio truncada prematuramente por su muerte en un accidente aéreo. (FILMAFFINITY)





Grace Moore

Mary Willie Grace Moore nació en 1898 en el condado rural de Cocke, este de Tennessee, "The Tennessee Nightingale" fue una soprano y actriz de ópera. Después de un breve período de estudio en Ward-Belmont en Nashville, se fue a Washington, DC y luego a la ciudad de Nueva York, obteniendo su primer trabajo remunerado como cantante en el Black Cat Cafe en Greenwich Village. Después del éxito de Broadway en espectáculos de luminarias como Jerome Kern e Irving Berlin, pasó a disfrutar dieciséis temporadas sucesivas de la Metropolitan Opera. También se convirtió en una de las mejores estrellas de Hollywood de su tiempo, y sus películas, como "One Night of Love" en 1934, por la que fue nominada para el Premio de la Academia a la Mejor Actriz, ayudaron a popularizar la ópera al llevarla a un público más amplio.
El cronista de la diva, Lanfranco Rasponi la caracterizó de esta manera: "natural, reflexiva, seductora ... un ser humano maravillosamente cálido que podría tranquilizar a cualquiera en cuestión de segundos". Pero ella sabía lo que valía, cuando la alta tarifa (dos veces la de sus colegas) que el Royal Opera Covent Garden le había ofrecido para cantar "La Bohème", llamó la atención de algunos mecenas de la música londinense adinerados y causó una gran controversia en los medios, dijo, "Es absolutamente absurdo: valgo lo que están dispuestos a pagarme"; Tennessee Nightingale era una atractiva mujer sureña y artista del pueblo. Murió prematuramente a la edad de 48 años en un accidente aéreo cerca de Copenhague (el príncipe heredero de Suecia falleció en la misma tragedia) y está enterrada en Chattanooga en el cementerio Forest Lawn.






Comentario:

1953 fue un año en el que dos cantantes estadounidenses protagonizaron homenajes filmados a estrellas de épocas anteriores: Patrice Munsel desempeñó el papel principal en la producción británica de Melba, y Kathryn Grayson hizo un Grace Moore convincente y entretenido para Warners.






Kathryn Grayson interpreta a la cantante Grace Moore en "So This is Love", una biografía musical de 1953. Esta es una pequeña parte de la historia de Moore, en relación con sus primeros años de su vida y sus esfuerzos por convertirse en estrella de la ópera. La película también muestra su éxito en Broadway y deja completamente de lado su carrera cinematográfica, que fue de 1930 a 1939, (fue nominada para el Premio de la Academia a la Mejor Actriz por "One Night of Love" en 1934). La película parece bastante fiel a su historia, ciertamente, la secuencia en la que se trata el trauma vocal de Grace Moore parece seguir los eventos y el tratamiento descritos en "You're Only Human Once", la autobiografía de Moore.






Moore era una soprano lírica y fuertemente ligada al repertorio francés, específicamente a Manon y Louise. En películas, cantó arias de Madama Butterfly y "Casta Diva" de Norma. Todo lo cual quiere decir que ella y la coloratura Kathryn Grayson no compartieron mucho repertorio. La música interpretada en la película, por lo tanto, se adapta mejor a la voz de Grayson.
Kathryn Grayson hace un trabajo encantador como Moore. Es muy bonita y su voz está en buena forma como la ambiciosa cantante Moore, y es efectiva tanto en los números de comedia musical como en los de ópera. No sé si su canto de "Me llaman Mimi" le habría ganado una gran ovación por parte de un público de Metropolitan Opera, pero el aria se puso en la película ya que fue el debut de Moore en el Metropolitan.






Moore murió en un accidente aéreo en 1947, y no puedo imaginar una película biográfica hoy que lo deje fuera. Esta película se concentra en la música y la ambición de una joven decidida a llegar al escenario de la ópera.






Le acompañan, Merv Griffin, un cantante popular, le va bien en su breve debut en el cine como el primero de los pretendientes de Grace Moore, Walter Abel como su padre, Rosemary DeCamp, como su tía, Douglas Dick, como su segundo novio, Jeff Donnell, Joan Weldon, Ann Doran y The Szonys, que contribuyen a la especialidad de danza elegante y vertiginosa.






Así que, "So This Is Love" es una película que muchas personas pueden disfrutar, y un intento digno tanto de la estrella como del estudio de presentar sus sinceros respetos a Grace Moore. Gordon Douglas, en un género que no es el suyo, dirige con eficacia y sobriedad, excelente fotografía y música de Max Steiner y una magnífica escena final con el aria de Mimi, "Mi Chiamano Mimi", realmente emocionante.






Video:




Calificación: 3 de 6.

jueves, 14 de mayo de 2020

Elisa, vida mía - (1977) - (Director: Carlos Saura)



Título original: Elisa, vida mía

Año: 1977

Duración: 129 min.

País: España.

Dirección: Carlos Saura.

Guion: Carlos Saura.

Música: Giorgio Mainiero.

Fotografía: Teodoro Escamilla.


Reparto:

Geraldine Chaplin, Fernando Rey, Isabel Mestres, Norman Briski, Joaquín Hinojosa, Ana Torrent.


Productora: Elías Querejeta.

Género: Drama.


Sinopsis:


A punto de separarse de su marido, Elisa visita a su padre para celebrar el cumpleaños de éste, al que no ha visto desde hace veinte años, ya que abandonó el hogar cuando ella era aún una niña. Él vive retirado en el campo, dedicado a escribir sus memorias. Elisa, que no quiere volver a su casa, decide quedarse una temporada. Es entonces cuando la relación entre padre e hija empieza a hacerse cada vez más profunda. (FILMAFFINITY)







Premios:

1977: Festival de Cannes: Premio Mejor Actor (Fernando Rey)

1978: Premio del Círculo de Escritores Cinematográficos de España al mejor director para Carlos Saura.
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Comentario:


"Elección y presentación de Alberto Tovar: "Desde su propia concepción original, pasando por el apoyo expresivo de las diversas artes, Elisa, vida mía se convierte en un extraordinario ejercicio de introspección y reflexión. Reflexión de amplias dimensiones que no sólo se contenta en desglosar la psicología emocional de cada uno de los dos protagonistas de esta extraña relación, sino que también quiebra las precisas fronteras literarias y cinematográficas antojándose como una excelente pieza de metaliteratura, finalizando con un constante en la obra de Saura: ese recuerdo herido de un período represivo vivido durante más de 30 años. Todo este conglomerado desarrollado con absoluta maestría. Maestría que te hace temblar por sumergirte bajo tanta belleza en una especie de hipnosis que no puede estar mejor liderada que por dos grandes y sobresalientes trabajos interpretativos de Fernando Rey y Geraldine Chaplin. Absoluta obra maestra del genio Carlos Saura".




Reseña Xavier: En la primera edición del Cinoscar Summer Festival pudimos visionar y reseñar Cría cuervos..., seguramente la película más importante del cine español de los 70 por ser una descripción de la España de posguerra y un claro presagio de los tiempos que estaban por venir, con el dictador ya en la tumba. Elisa, vida mía, película que sigue a Cría cuervos... en la filmografía de Carlos Saura, perfectamente podría entenderse como un despertar y una dependencia de los tiempos oscuros, de nuevo partiendo de las relaciones familiares, y de nuevo con una historia íntima y misteriosa, llena de magia y giros inesperados. Con todo, Elisa, vida mía me recuerda, ni que sea por su vinculación al mejor cine de relaciones 'padre-hija', a dos títulos clave posteriores: El nido de Jaime de Armiñán y El sur de Jaime de Armiñán. Al inicio de Elisa, vida mía vemos un coche acercándose a un caserío perdido en mitad de la nada mientras un narrador inconcreto nos cuenta la historia de un viaje (arranque, por cierto, análogo al de Mamá cumple 100 años). Pronto Saura difumina lo que parece un retorno a la casa familiar y llena su relato de una trabajada ambigüedad: no sabemos qué viaje, físico o psíquico, es el más importante, ni tan siquiera cuál es la identidad de la voz narradora, y con ella la perspectiva sobre la que se asienta toda la historia (puede ser, en definitiva, la autobiografía del padre, la evocación del padre por parte de la hija, o la evocación del abuelo por parte del padre, todo en un bucle sin fin de redes de parentescos y afectos con un traslado visible entre el campo y la ciudad). 




También sorprende el hecho de que estemos ante una película que parece dibujada en tonos claros, casi invisibles, formando una crónica del desconcierto: el padre cuenta una historia a la hija que luego tiene su reflejo en una escena lorquiana, con Geraldine Chaplin imitando a la novia ensangrentada del poeta; y a su vez la hija cuenta una historia al padre, que sirve, quién sabe, de preludio para la transposición de cuerpos y almas que encierra su enigmático final. En medio hay escenas tan bellas, de composición pictórica, como la secuencia en que Chaplin se despierta mientras está amaneciendo o el momento en el que el padre da clases a sus alumnas. Puede que no llegue a las cotas de emoción de El nido ni llegue a poseer la mística de esa película-mundo que es El sur, o puede que Elisa, vida mía precise de más visionados: lo cierto es que esta segunda incursión de Saura en el festival lo reivindica como gran autor de nuestro cine, poseedor de un universo personalísimo. Curiosamente Saura, sintiendo que había aspectos de la trama que no estaban claros o que directamente no se contaban en el film, escribió una novela trazando una historia paralela de la filmada en los 70: tal vez la lectura del libro nos dará la clave para descifrar en toda su dimensión uno de los grandes largometrajes-enigmas de esta segunda edición.




Reseña Mayra: Elisa, vida mía es una película llena de reflexiones y preguntas existenciales, tan difíciles de responder como el enigma que nos narra la película, bordeando el tema de los temores, de la comunicación y de las traiciones. Todo ello bajo el argumento del acercamiento entre un padre y su hija, que más bien es la excusa o el hilo conductor para adentrarnos en las profundidades de los personajes, sus dudas y sus temores, y desarrollar así una historia montada de manera nada cronológica que se funde entre lo que bien pueden ser los escritos del padre, los recuerdos del pasado o incluso el mismo presente. Elisa, vida mía contiene muchos diálogos interesantes y bien escritos, un montaje que a ratos crea cierto aire de suspenso e incluso de terror, una fotografía muy buena y acordes interpretaciones protagónicas, pero aun así siento que este film no llega al nivel de solidez narrativa de films como Cría cuervos... (que, cabe decirlo, es mi favorito)." (Crítica en Cineoscar & Rarities)




Siempre me ha parecido extraño que "Elisa, vida mía", sea una película tan poco conocida, es verdad, que se necesita ver un par de veces para profundizar realmente, pero está magistralmente rodada, fotografiada y bellamente interpretada, profunda y llena de matices. Me encantó esta película tanto como "Cria Cuervos" y la recomiendo a todos.





Trailer:



Calificación: 5 de 6.

martes, 5 de mayo de 2020

The Truth About Murder (La verdad sobre el crimen) - (1946) - (Director: Lew Landers)





Título original: The Truth About Murder

Título en España: La verdad sobre el crimen

Año: 1946

Duración: 63 min.

País: Estados Unidos.

Dirección: Lew Landers.

Guion: Lawrence Kimble, Eric Taylor, Hilda Gordon.

Música: Leigh Harline (Musical: C. Bakaleinikoff)

Fotografía: Frank Redman.


Reparto:

Bonita Granville, Rita Corday, Morgan Conway, Donald Douglas, June Clayworth, Edward Norris, Gerald Mohr, Tommy Noonan, Michael St. Angel, Ellen Corby, Ralph Dunn, Dewey Robinson, Max Wagner.



Productora: RKO Radio Pictures.


Género: Intriga. Cine negro.

Sinopsis:

Una abogada, experta en el uso del detector de mentiras, deja su trabajo para unirse al bufete de su amigo Bill. Cuando la esposa de Bill aparezca asesinada, la abogada y su pareja investigarán los motivos del crimen, cada uno por su lado. (FILMAFFINITY)








Comentario:

Lew Landers (2 de enero de 1901 - 16 de diciembre de 1962). Compitiendo con Sam Newfield y William Beaudine como uno de los directores más prolíficos de la industria cinematográfica estadounidense, Lew Landers comenzó a dirigir películas a mediados de los años treinta bajo su verdadero nombre de Louis Friedlander, pero lo cambió a Lew Landers después de varias películas. 





Su primer éxito, El cuervo (1935), con Boris Karloff y Bela Lugosi, fue probablemente su mejor obra. Landers trabajó para casi todos los estudios de Hollywood durante su larga carrera, pero pasó mucho tiempo en RKO y Columbia produciendo épicas de aventura de bajo presupuesto, thrillers y westerns. En los años treinta, realizaba una media de 6 o 7 películas al año, ¡12 realizó el año 1942!. En la década de 1950, trabajó en series de la televisión, como lo hicieron muchos de sus compañeros directores B.







Los seguidores del género de misterio/asesinatos, pueden encontrar este film lo suficientemente entretenido como para sentarse un rato y verla. Un esposo descubre que su esposa está a punto de dejarlo al poco tiempo la encuentran asesinada a tiros. El esposo es arrestado pero su amiga abogada (Bonita Granville) cree que es inocente, por lo que ella se dispone a probarlo mientras su novio (Morgan Conway) intenta demostrar su culpabilidad.






"The Truth About Murder" es una película "B" bastante entretenida y especialmente para los seguidores de Granville. La mayoría de los cinéfilos la recordarán como Nancy Drew y varios otros roles que hizo cuando era niña. Siempre es interesante ver a las estrellas infantiles en papeles más adultos y pienso que Granville hace un buen trabajo aquí. Resulta bastante creíble y logra llevar muy bien la película con su encanto. Conway también está muy bien en su papel y pienso que las dos estrellas tenían una buena química.









A pesar de que la trama a veces es ligera y en lógica es demasiado fácil de seguir, ya que está muy claro quién es el asesino, aunque la razón que aparece al final es un poco descabellada y que el guión tiene muchos agujeros, resulta muy entretenida y en algunos momentos su atmósfera es de un modesto "noir". El director Lew Landers al menos mantiene el ritmo de la película muy bien y los 62 minutos pasan volando. En mi opinión, de lo mejor de Landers.





Calificación: 2 de 6.