Más dura será la
caída
Título original: The
Harder They Fall
Año: 1956
Duración: 109 min.
País: Estados Unidos.
Director: Mark Robson.
Guión: Philip Yordan
(Novela: Budd Schulberg)
Música: Hugo
Friedhofer.
Fotografía: Burnett
Guffey.
Reparto:
Humphrey Bogart, Rod Steiger, Jan
Sterling, Mike Lane, Max Baer, Jersey Joe Walcott, Edward Andrews, Harold J.
Stone, Carlos Montalbán, Nehemiah Persoff, Felice Orlandi, Herbie Faye, Rusty
Lane, Jack Albertson.
Sinopsis:
Eddie Willis (Humphrey Bogart),
un veterano periodista, es contratado como agente de prensa por Nick Benko (Rod
Steiger), un hombre sin escrúpulos, para que consiga hacer popular a Toro
Moreno, un gigantesco pero torpe aspirante a boxeador, a quien hacen creer que
es un gran campeón a base de amañar sus combates.
COMENTAROS:
Último filme del mítico y
espléndido actor Humphrey Bogart, quien fallecería un año después de la
grabación de este título víctima de un cáncer de estómago.
Más dura será la caída, gran obra
producida y escrita por Philip Yordan, quien adapta una novela de Budd
Schulberg, es uno de los mejores ejemplos de película ambientada en el mundo
del boxeo, filmada por Mark Robson, un director que ya había abordado previamente
una materia similar con la magistral El ídolo de barro (1949, Mark Robson).
Si en la anterior película Robson
centraba la historia desde la perspectiva del propio boxeador, ahora será desde
el punto de vista de un influyente periodista deportivo, quien conducirá las
riendas del desarrollo de la acción al ser contratado por un promotor de
combates falto de escrúpulos para que mediante una agresiva de marketing,
publicite un nuevo y hercúleo boxeador argentino (personaje basado en el púgil
italiano Primo Carnera), estableciendo una incisiva, naturalista y agria
estampa de las corruptelas y personajes que rodean al pugilismo.
Rodada en los últimos años de la
etapa dorada del cine negro, Más dura será la caída (1956) supone el último
coletazo vital del icono por excelencia de un género que, como el western,
vislumbraba su cénit en el horizonte y, precipitándolo con su fallecimiento un
año después del estreno, dejó a La Meca del cine huérfana de su gran mito.
Se trata de una vuelta de tuerca
cuyo resultado es una denuncia abierta que, si la ubicamos en el subgénero de
"películas de boxeo", podríamos decir que rechaza ser una película de
acción sin más, o una película de boxeo en la que se vanagloria de los mitos de
un deporte en el que abundan más, si cabe, las miserias humanas. Esta denuncia,
ataca directamente a la raíz del problema, las mafias que controlan el deporte
y lo tienen convertido en un circo (excelente la alegoría de la caravana de
Toro Moreno, el triste púgil manipulado, acompañada por una música de lo más
circense), asegurando que el boxeo, la eterna lucha interpares ha perdido su
esencia, sus valores, pasando a ser un mero negocio, fábrica de Hércules de
plastilina de usar y tirar que no interesan a nadie, en la que los managers,
entrenadores u ojeadores, a través de la farsa y el amaño, elevan al olimpo o
empujan al infierno al boxeador en función de lo abultado que quede su
bolsillo.
“Más dura será la caída” de Mark Robson es una
película notable. Una auténtica parábola sobre la integridad humana ante los
efectos perversos de la corrupción y el desprecio por los otros. El dinero,
maldito dinero, que todo lo quiere y todo lo mueve, termina por envilecer a
quienes terminamos rendidos a sus pies. El mundo del boxeo, sirve para mostrar,
como el negocio se construye sobre la manipulación, la burla y la trampa.
Existe gente inescrupulosa y egoísta que fundamenta su bienestar en la
desgracia de otros. El pecado no es el Diablo, sino la expresión de la maldad
que los humanos somos capaces de producir sin que Dios parezca darse cuenta.
Humphrey Bogart, con su estilo parsimonioso y sabio, que le dio fama y gloria,
encarna a un periodista que pone a prueba su ética bajo los efectos de la
necesidad. Nos alegra que dentro de los horizontes de una vida humana, ésta se
encuentre orientada por una serie de valores y principios que nos permitan un
mínimo de coherencia y esperanza. Este mensaje de integridad y decencia es el
epicentro de “Más dura será la caída”.
Además, se agradece la presencia
en la película de héroes de este deporte como Max Baer o J.J. Walcott, lo cual
dice mucho de la veracidad de la historia y, encima, ambos están fenomenal.
Desde luego, Bogart no pudo decir adiós de mejor manera.
Trailer:
Calificación: 5 de 6.
Excelente descripción y reflexión sobre la película. Es desde luego una película fascinante que he vuelto a ver varias veces. Gracias y un saludo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Adelbert. Un saludo.
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