Para Claire Bloom, Richard Burton fue el amor de su vida.
Pero poco tenía que ver ese fuerte galés, hijo de minero, de corazón puro de 24
años que conoció, cuando ella tenía 18, en 1949 con el hombre de 40 al que
temblaba el pulso cada mañana hasta tomarse el primer brandy y que también
estaba dominado por un buitre al acecho en forma de esposa, Elizabeth Taylor,
que graznaba su nombre para que acudiera a su vera durante el rodaje en el que
se reencontraron Burton y Bloom seis años después de su ruptura, 'El espía que
surgió del frío' (1965), de Martin Ritt. Burton y Bloom mantuvieron una
relación que duró cinco años, desde que trabajaran juntos en 1953 en el Old Vic
interpretando a Hamlet y Ofelia. Su primera noche de amor fue en el dormitorio
de la actriz mientras su madre dormía en el piso de arriba. La ruptura se
produjo mientras rodaban juntos 'Mirando hacia atrás con ira' (1958), de Tony
Richardson. Bloom sospecha de sus relaciones con otras mujeres, pero no
esperaba sorprenderle en pleno acto con Susan Strasberg. Se sintió humillada, y
desamparada. La separación no fue precisamente amistosa. Cuando se
reencontraron durante el rodaje de 'El espía que surgió del frío', él había
cambiado enormemente, nervioso y preocupado por el hecho de que Elizabeth Taylor
pensara que aún estaba interesado en Claire Bloom.
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