TÍTULO ORIGINAL: The Quiet Man
AÑO: 1952
DURACIÓN: 129 min.
PAÍS: EEUU.
DIRECTOR: John Ford.
GUIÓN: Frank S. Nugent, John Ford (Hístoria: Maurice Walsh).
MÚSICA: Victor Young.
FOTOGRAFÍA: Winton C. Hoch & Archie Stout.
REPARTO: John Wayne, Maureen O'Hara, Barry Fitzgerald, Ward Bond, Victor McLaglen, Jack MacGowran, Arthur Shields, Mildred Natwick .
1952: 2 Oscars: Mejor director, fotografía color. 7 nominaciones
1952: National Board of Review: Mejor película
1952: Venecia: Premio OCIC
Sinopsis:
Una de las obras maestras indiscutibles de John Ford, y canto de amor a Irlanda, la tierra de sus ancestros. Cuenta el regreso a tierras irlandesas del ex boxeador Sean Thornton, que desea dejar atrás su traumático pasado en Estados Unidos, y establecerse así en Inisfree, el lugar de los orígenes familiares, para vivir en paz. Enseguida echa el ojo a una temperamental pelirroja, Mary Kate Danaher, con quien querría casarse, pero las diferencias con su hermano Will por cuestiones de tierras parecen abocar al fracaso las posibilidades de que tal matrimonio se celebre algún día.
El inimitable Ford sabe dotar su historia de una importante carga sentimental, sin hacerse en ningún momento cargante ni empalagoso. Su profundo y suave sentido del humor se hace presente en mil y un detalles, subrayados por el narrador, el católico padre Lonergan (perfecto Ward Bond), que mantiene una cordial rivalidad con el pastor anglicano. Son memorables la escena de amor en la vieja capilla una noche de lluviosa tormenta, y las peleas, especialmente la que tiene lugar en el prado. Y hay momentos realmente divertidos, como cuando el personaje de Michaleen Oge Flynn exclama: "¡Homérico!" tras echar un vistazo a la casa de Thornton... Durante todo el film, Ford homenajea la vida familiar, hogareña hasta el extremo, pintándola de modo idílico, pero aportando también buenas dosis de realidad. John Wayne y Maureen O'Hara hicieron una pareja magnífica, y John Ford ganó justamente el Oscar al mejor director; y además del premio a la fotografía, el film recabó otras cinco nominaciones a la estatuilla dorada.
La anécdota:
Según se cuenta, durante el rodaje se produjo una anécdota que explica perfectamente el carácter pícaro e irlandés de John Ford. Por lo visto, el director llamó a John Wayne y le dijo que Victor McLaglen no estaba hablando bien de él y que además su personaje se estaba alzando con el protagonismo de la cinta. Del mismo modo llamó a McLaglen y le dijo algo parecido acerca de Wayne. Los resultados de tales confidencias no se hicieron esperar. En la escena de la lucha entre los dos, el realismo superó la ficción. McLaglen acabó con una pequeña conmoción y John Wayne con dos fracturas en las costillas. Y tan amigos. La escena, eso sí, no tiene desperdicio.
Comentarios:
Una estación pequeña. Un tren que llega. Un "extraño" que se baja y un revuelo que se monta a su alrededor. ¿Innisfree?, todos los presentes quieren dar su explicación. El maquinista consigue llevarlo aparte y le dice: " ¿Ve aquel camino?...pues olvídese de él, que no tiene nada que ver".
El genial e inimitable John Ford, nos va a contar una historia llena de sentimientos, sin ser empalagosa; costumbrista hasta parecer casi real y por encima de todo un canto a la amistad sin límites, todo aderezado con un guion que no tiene desperdicio y una dirección magistral.
La cinta va transcurriendo apoyada en unos paisajes que hacen que uno quiera estar allí, unas sucesiones de planos que uno quiere ser irlandés, y un fino sentido del humor en los diálogos de los personajes, ya sean principales o secundarios, destacando aquí al típico "buscavidas" Mikelino Flynn, que por un trago hace de todo y que suelta frases que en el contexto resultan antológicas.
Tan solo la escena en la cabaña de Thornton, a punto de estallar la tormenta, con el viento colándose por las ventanas, agitando la roja melena de Mary Kate en plena disputa con el bueno de Sean, justifica el visionado de la cinta...Esa tensión sexual no resuelta, desprende tal carga de erotismo que no se puede explicar salvo viéndola uno mismo.
Ver andar a Maureen por el riachuelo descalza...la gran pelea...la carrera de caballos...Irlanda como en un sueño...si no la habéis visto todavía estáis en pecado mortal.
Hay quien pudiera ver en la película cierto aire machista, por el trato de Sean Thornton (Jonh Wayne) hacia Mary Kate Danaher (Maureen O´Hara), nada más lejos de la realidad, ella "los tiene bien puestos" y defenderá su ancestral tradición de aportar su "dote" al matrimonio hasta las últimas consecuencias, y me reafirmo en que no es machista porque en una de las escenas donde él la lleva a tirones, descalza, forzándola físicamente, a reclamar a su hermano la "dote", aparece una mujer que le ofrece un trozo de palo a John Wayne para que la haga entrar en razón, tradición y costumbrismo irlandés.
Pero sin duda ninguna lo que me atrae de esta cinta es como dije al principio, que es un canto a la amistad sin límites, hasta el punto que tienen cabida simpatizantes del Ira, la "rivalidad" entre el padre católico y el pastor protestante al cual van a trasladar por falta de fieles y ante la visita de su superior, los católicos se hacen pasar por protestantes para que no lo echen del pueblo.
Destacar también la partitura original con aires celtas, incluyendo algunas canciones populares que dan más fuerza si cabe a algunas secuencias, en especial "Galway Bay".
Merece la pena verla no solo por el ejercicio visual que desarrolla Ford; cada plano es una obra de arte...pero la forma de explicar lo que no se ve, lo que no se va a ver, es única. Para ello es necesario un guion perfecto, sin fisuras, y después un reparto único.
En definitiva, os invito a que veáis esta película donde os aseguro que al menos pasareis dos horas relajantes, apacibles y emotivas.
Tráiler:
Calificación: 6 de 6.
Hombre, que flipemos con Ford y nos guste mucho esta peli está bien, pero no nos ocultemos a la realidad; esta peli tiene momentos machistas. Si, aunque nos joda que las cosas que nos gustan tengan "fallos", es así, hay que reconocerlos y ponerse en el contexto histórico.
ResponderEliminarUna cosa es que se hubiera tratado como un documental de la época en la que transcurre la peli, pero no es así; las escenas de "humillación" a la mujer están tratadas como una comedia, para que te rías de como la arrastra y "quien es el que manda". El público de los 50 se partía con eso, aunque ahora nos parezca sin mucha gracia. Ya lo dijo Ford a mediados-finales de los 60 ante la pregunta de un crítico francés: "¿Por qué en muchas de sus películas el prota le zurra a la chica? Al público le gusta", dice Ford.
Se quiere refutar esta acusación de machismo diciendo que la prota los tiene "bien puestos" (leña al fuego) o que ella es la que lleva el desenlace a buen puerto. Si, pero su actuación no deja de ser también machista y cabeza cuadrada.
No nos escaqueemos con sufterfugios ni intentemos buscar y darle vueltas a justificaciones que ya no tienen posibilidad. Lo normal sería que si J Wayne es un tío decente que sólo busca el amor y no le importa lo material, se buscase otra que no viviese sólo para eso, y no que siguiese en la cerrazón del típico machote y solucionarlo por la fuerza.
Saludos.
Muy interesante tu comentario, un saludo y gracias.
EliminarJosé Maria, cuando se dispone un texto proprio al alcance del público hay que ser lo bastante maduro como para aceptar críticas. La película, absolutamente maravillosa, ya la he visto 5 veces, se hace difícil de visualizar en 2018 precisamente por la carga machista. En su defensa se puede decir que está ambientada cuando está ambientada y que probablemente no se desvie mucho de la realidad social de la Irlanda de la época.
ResponderEliminarNo acabo de entender tu comentario, posiblemente mi crítica lleve a confusión, creo que no, la película me parece una maravilla, hoy en día muchísimas películas clásicas pueden pecar de machistas, pero eran otros tiempos. Las críticas las acepto perfectamente, hay varias contrarias en otros títulos y no elimino ninguna, sinceramente no entiendo tu reproche. Un saludo y gracias por intervenir en este blog.
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