Sólo los ángeles
tienen alas
Título original: Only
Angels Have Wings
Año: 1939
Duración: 121 min.
País: Estados Unidos.
Director: Howard Hawks.
Guión: Jules Furthman.
Música: Dimitri
Tiomkin.
Fotografía: Joseph
Walker.
Reparto:
Cary Grant, Jean Arthur, Thomas Mitchell, Rita
Hayworth, Richard Barthelmess, Allyn Joslyn, Sig Ruman, Victor Kilian, Noah
Beery Jr., Don Barry, John Carroll, Don 'Red' Barry.
Género: Drama.
Sinopsis:
Una joven americana llega
haciendo escala a Barranca, un puerto sudamericano. Allí conocerá una pequeña
gran familia de pilotos que arriesgan sus vidas llevando el correo con sus
avionetas a través de las montañas. Geoff Carter (Cary Grant) está al mando. Y
allí, en un pequeño microcosmos, hombres y mujeres se desafían, enamoran,
discuten. Dos mujeres intentarán conseguir su amor. Un mundo en el que solo
existen el pasado y el momento presente, emociones contenidas, personajes que
se niegan poder amar y sentir, para poder afrontar un futuro que no existe para
ellos, debido al riesgo en su trabajo.
Premios:
1939: 2 nominaciones
al Oscar: Mejor fotografía (B&N), efectos especiales.
COMENTARIOS:
“Sólo los ángeles tienen alas”
surgió al parecer como una vivencia del propio Hawks mientras buscaba
localizaciones para ¡Viva Villa!, topándose con un lugar en Méjico donde unos
aviadores se jugaban el pellejo cada día transportando el correo de un lado a
otro. El director utilizó esa y otras experiencias aéreas para desarrollar el
guión junto a Jules Forthman.
Si “Sólo los ángeles tienen alas”
se hubiera rodado hoy sería uno de los mejores filmes del año. Pero en el año
en que se rodó, 1939, lo tenía más difícil. Pues se considera uno de los años
más fructíferos de las historia del Séptimo Arte. De la cosecha de ese año
destacan “Lo que el viento se llevó”, “La diligencia”, “Cumbres borrascosas”,
“El mago de Oz”, “La regla del juego”, “La jungla en armas”, “Beau Geste” y
“Caballero sin espada”. Difícil decidirse mirando la cartelera.
En la primera parte es un film de
la época dorada de Hollywood, y del arte y el talento de Hawks como director,
encuadrando o en la sala de montaje junto a Viola Lawrence, con un ritmo
demoledor que nos lleva de la comedia al suspense y de éste al drama para
volver de nuevo a la comedia con gran ligereza, personajes definidos y
ofreciendo movidas escenas e ingeniosos diálogos de la manera en que sólo él
sabía hacerlo. En la segunda el ritmo cambia y la película pasa a convertirse
en un film épico centrado en los aviones y los pilotos, con algún momento de
comedia para distender el ambiente.
Hawks, conocido por su afición a
contar con fanfarrón desenfado anécdotas de rodaje, decía haber ayudado a
convertir a Rita Hayworth en estrella (mérito compartido con Harry Cohn,
presidente de Columbia). Así, en una escena en que Hayworth debía parecer
borracha, al no saber cómo lograr que la actriz lo hiciera bien, ideó una
estratagema: “Le dije a Cary Grant, cuando te parezca que la escena se apaga,
di simplemente ‘no tienes ni idea de lo que te hablo, ¿verdad?’ y la agarras
por el cuello y le echas esto por la cabeza. Se pondrá a gritar o a chillar o
algo así, y entonces fundimos, y le pones una toalla por la cabeza…”. Y de este
modo, la escena funcionó. Las otras dos estrellas del reparto, ya habían dado
antes, en cambio, muestras de su buen hacer: Grant con el propio Hawks, en “La
fiera de mi niña”, y Jean Arthur en varios de los filmes de Frank Capra.
Una de las cimas incontestables
de la filmografía de uno de los grandes del Hollywood dorado: Howard Hawks.
Obra maestra absoluta, “Solo los ángeles tienen alas” es una de las mejores
películas de acción y aventuras jamás filmada, fruto del talento de un director
capaz de darnos obras maestras en todos los géneros que abordó.
Las vivencias de un grupo de
pilotos, que transportan el correo en viejos aviones a través de altas cimas
nevadas azotadas por el viento, sirve de perfecto pretexto a Hawks para
sumergirnos en ese “su” particular universo, de auténtico y profundo espíritu
aventurero, que conoce como nadie, -de joven se dedicó a toda suerte de oficios
peligrosos-, donde se convive con el riesgo y donde la muerte, a la que
pretenden o fingen ignorar, planea sobre sus vidas como una permanente amenaza
y que Hawks plasma en fotogramas de oro puro, enfatizando la amistad y la
camaradería de un mundo, donde solo existe el pasado y el fugaz momento
presente.
Film sensible y profundamente bello, de emociones contenidas; personajes de una sola pieza que se niegan a si mismos la condición de seres humanos con capacidad para amar y sentir, como una suerte de defensa frente a un futuro que no existe, “Solo los ángeles tienen alas” es un film presidido por un fatalista pesimismo que solo al final abrirá la puerta a la esperanza a través de un complejo proceso de redención personal.
Filmada íntegramente en estudio,
su impecable puesta en escena, el extraordinario guión, rico en registros que
van desde el dramatismo más intenso hasta el humor más desenfadado, -bañado de
un aparente cinismo y de un romanticismo no asumido pero real-, la magistral
dirección de Hawks y un reparto irrepetible, -soberbiamente dirigido-,
encabezado por un Cary Grant sencillamente perfecto, una encantadora Jean
Arthur, un colosal Thomas Mitchell y el lujo de la presencia de una bellísima
Rita Haywoth, hacen de “Solo los ángeles tienen alas” una auténtica joya del
cine, tierna, entrañable y donde en cada fotograma se dibuja de forma nítida la
complicidad y la devoción que siente Hawks hacia unos personajes, que son su
“alter ego”, a los que ama.
Trufada de secuencias
inolvidables, no se puede dejar, sin embargo, de destacar lo que a mi juicio
son algunos de los momentos más emotivos jamás vistos en una pantalla de cine y
que dan la medida precisa del inmenso talento y sensibilidad de Hawks: La
sobria y sin embargo sobrecogedora despedida entre Cary Grant y Thomas
Mitchell; el sublime plano de Cary Grant llorando, con la mirada perdida en el
vacío y ese maravilloso final, -uno de los más bellos de la historia del cine-,
donde la palabra GUION, -hoy desgraciadamente extinta-, cobra de repente toda
su grandeza y esplendor. Obra maestra intemporal para amantes del CINE con
mayúsculas.
(Parte del comentario, publicado por Francesc
Chico Jaimejuan)
Vídeo:
Calificación: 6 de 6.
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Calificación: 6 de 6.
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