lunes, 29 de junio de 2015
Estrellas del cine: Rock Hudson y Dorothy Malone.
Rock Hudson y Dorothy Malone durante el rodaje de la excelente 'Escrito sobre el viento' (Written on the wind, 1956), de Douglas Sirk.
miércoles, 24 de junio de 2015
Murder, My Sweet (Historia de un detective) - (1944) - (Director: Edward Dmytryk)
Historia de un detective
Título original: Murder, My Sweet
Año: 1944
Duración: 95 min.
País: Estados Unidos.
Director: Edward
Dmytryk.
Guión: John
Paxton (Novela: Raymond Chandler)
Música: Roy Webb.
Fotografía: Harry Wild.
Reparto:
Dick Powell,
Claire Trevor, Anne Shirley, Otto Kruger, Mike Mazurki, Miles Mander, Douglas
Walton, Don Douglas.
Género: Cine negro.
Sinopsis:
Esta intriga policíaca narra las aventuras de Philip
Marlowe, un detective privado de Los Ángeles que resuelve todo tipo de
misterios. Cuando el exconvicto Moose se pone en contacto con él sobre lo que
parece un caso de lo más rutinario, una serie de pistas falsas aparecen en
escena acusando al protagonista de unos crímenes que no ha cometido. Sin
embargo, todas las pruebas clarifican su intervención en el terrible homicidio…
COMENTARIOS:
Un
interrogatorio y un flashback dan inicio a la trama de la película. El
interrogado es nuestro detective. Las sombras hacen casi invisibles a los
policías que lo interrogan y él aparece con los ojos vendados. Estos juegos con
las sombras y la iluminación son constantes, veremos cómo unos intermitentes
neones se reflejan en el rostro de Powell y su despacho al inicio de su relato.
Esa iluminación hará aparecer de forma fantasmagórica a Moose Malloy reflejado
en un cristal, una solución visual excepcional.
Philip
Marlowe y Sam Spade son las figuras más representativas de las novelas de
detectives y así también de las películas de este género. El primero nace de la
mente de Raymond Chandler y el segundo es hijo de Dashiell Hammett, ellos dos
se encargaron de moldear la figura del detective privado. Marlowe es el
protagonista en esta “Murder My Sweet”, una adaptación de la novela de 1940
Farewell, My Lovely, escrita por Chandler. Originalmente el filme se estrenó
con el título original de la novela, pero los estudios decidieron cambiarlo
para buscar un nombre más llamativo.
En 1975 se hizo una nueva versión con "Adiós, muñeca" (Farewell, My Lovely), con Robert Mitchum como Marlowe.
Cuando
la RKO "fichó" a Dick Powell para hacer una serie de comedias y
musicales (en los que, insisto, el actor se hallaba encasillado desde los años
treinta) no se imaginaban que la estrella iba a cambiar drásticamente de
registro para unirse a los Humphrey Bogart, Edward G. Robinson o John Garfield
en la edad de oro del cine negro. Esta transformación no fue casual: Powell
exigió una cláusula en su contrato que le permitiera actuar en dramas, lo que
le llevó directamente al papel de Philip Marlowe, basado en la novela
"Farewell, My Lovely" de Raymond Chandler.
La
cinta, finalmente se tituló Murder, My Sweet, para evitar la confusión a un
espectador que podía creer que se encontraba ante un título afín a Desfile de
Candilejas o a La Calle 42. Aterrado por el casting el director, Edward
Dmytryk, siguió adelante con la película, con el beneplácito de Raymond
Chandler que sí creía en Powell.
Lo
cierto es que el actor resultó un convincente Marlowe, uno de los tres mejores
en interpretar el papel. Quitando el experimento subjetivo de Robert Montgomery
en La Dama del Lago (Lady in the Lake, 1947), y algunos menos afortunados, los
otros destacables fueron Humphrey Bogart, en la obra maestra de Hawks El Sueño
Eterno (The Big Sleep, 1946); y Elliot Gould en la singular El Largo adiós de
Robert Altman (The Long Goodbye, 1973), donde la trama rozaba la parodia, los
actores parecían improvisar y los diálogos anunciaban el cine de Quentin
Tarantino, casi dos décadas antes.
La
sensación de parecer que siempre estaba a punto de ser golpeado o convaleciente
de alguna pelea, más la angustia que Chandler siempre le quiso dar a su
personaje, encajaba muy bien con el físico más débil de Powell -pero la mente
despierta- frente a unos oponentes tan amenazantes como Otto Kruger, con
aspecto de Nazi, (La Segunda Guerra Mundial aún no había finalizado y los
"malos" que mejor funcionaban de cara a la taquilla eran los de
aspecto germano) y el gigantón Mike Mazurki.
Como
en otras películas basadas en la obra de Chandler, los diálogos presidían un
tratamiento del guión muy entretenido gracias a que el protagonista se
enfrentaba a dos casos distintos; dos historias en apariencia, diferentes, que
se solapaban y encontraban al final de camino. El relato en off, dentro de un
larguísimo flashback, las ironías de Marlowe, la confusión de la trama, la
rubia fatal (Claire Trevor) y la fotografía tenebrosa redondeaban uno de los
mejores film noir de la época. Uno de los responsables de que Nino Frank
(periodista francés) bautizara el género con dicho adjetivo.
Bajo
las nuces de neón de Los Ángeles filmada en blanco y negro, entre finas tandas
de lluvia incesante y niebla opaca, en escenarios teñidos de un intenso negro
color noche, "Historia de un detective" destaca con luz propia en el
olimpo de las mejores obras maestras del cine negro... y la interpretación del
cantante, actor, productor y director Dick Powell como el sarcástico e irónico
Marlowe, es de lo mejorcito del género...
Merece
la pena verla aunque sólo sea por deleitar nuestros oídos con los insuperables
diálogos de las novelas de Chandler, secos y lacónicos, incisivos,
irreverentemente adolescentes y directos al pecho del espectador como ranas
mojadas encima de rocas frías...O aunque sólo sea por ver a Marlowe encender
una cerilla con el trasero de una estatua de Cupido, imagen fetichista donde
las haya...
Con
algunas variaciones menores con respecto a la novela de Chandler la
película continúa siendo una gran obra.
Trailer:
Calificación: 5 de 6.
lunes, 22 de junio de 2015
Estrellas del cine: Alan Ladd, Van Heflin y Brandon De Wilde.
Alan Ladd, Van Heflin y Brandon De Wilde, de celebración de cumpleaños durante el rodaje de 'Raíces profundas' (Shane, 1952), de George Stevens.
domingo, 21 de junio de 2015
The Masque of the Red Death (La máscara de la muerte roja) - (1964) - (Director: Roger Corman)
La máscara de la muerte roja
Título
original: The Masque of the Red Death
Año: 1964
Duración: 89 min.
País: Reino Unido.
Director: Roger Corman.
Guión: Charles Beaumont & R.
Wright Campbell (Historias: Edgar Allan Poe)
Música: David Lee.
Fotografía: Nicolas Roeg.
Reparto:
Vincent
Price, Hazel Court, Jane Asher, David Weston, Nigel Green, Patrick Magee, Paul
Whitsun-Jones, Robert Brown, Julian Burton, David Davies, Skip Martin, Gaye
Brown, Verina Greenlaw, Doreen Dawn, Brian Hewlett, Sarah Brackett.
Género: Terror.
Sinopsis:
Edad
Media, siglo XII. Inspirada en el relato homónimo de Edgar Allan Poe
(1809-1849). Mientras una plaga devastadora -conocida como la Muerte Roja-
diezma la población de una pequeña provincia italiana, el sádico y excéntrico
príncipe Próspero se encierra con sus amigos en una de sus propiedades
fortificadas para evitar el contagio. Para evadirse de la tragedia, decide
organizar una fiesta de máscaras, en la que somete a los invitados a todo tipo
de juegos depravados, de los que sólo podrán salir indemnes dos inocentes.
COMENTARIOS:
Uno
de los hitos del cine de terror de los años 60, y la película más prestigiosa
de Roger Corman . Era su sexta adaptación de una obra de Edgar Allan Poe,
filmando en Inglaterra con una inquietante fotografía del posterior director
Nicholas Roeg y utilizando escenarios más lujosos de lo habitual gracias a que
aprovechó los usados en Becket.
Vincent
Price, en una de sus interpretaciones más notables, es un cruel príncipe que
tiene atemorizada a toda una comarca. En su castillo comete todo tipo de
barrabasadas, realizando cultos a Satán. Sin embargo, una misteriosa figura de
rojo que destruye todo lo que toca amenaza su poder.
Una
cumbre en la obra de Corman en una estupenda adaptación del relato de Poe. El
film contiene un prólogo bastante lento en el que se describen las fechorías de
Price, dueño y señor de su propio mundo. Luego sigue la configuración
ascendente de la tensión.
Nos
situamos en plena Edad Media, en una pequeña población italiana ha estallado
una epidemia de peste, mientras la plaga, conocida como la Muerte Roja, diezma
la población, el sádico príncipe Próspero (Vincent Price) se encierra con sus
amigos en su aislado castillo para evitar el contagio, pero la Muerte Roja
terminará por hacerse omnipresente.
Gracias
a su magistral estilo de narración, la intensa fotografía en color de Nicolás
Roeg, el eficaz montaje, y la magnífica interpretación por parte de sus
protagonistas (es de resaltar sobre todo la actuación de Vincent Price, lo
retorcido, cruel e imprevisible de su personaje hace de él el centro absoluto
de la película), este film se ha convertido con el paso del tiempo en una
pequeña obra maestra de Corman.
Para
convertir las siete páginas en una cinta de hora y media, se lleva la historia
un escalón más arriba, imprimiéndole un aura de reflexión religiosa y moral,
que el relato nunca tuvo, ampliando el catálogo de personajes y escenas,
cambiando ligeramente la trama y añadiendo varias subtramas vinculadas a
personajes secundarios.
La
cinta no se limita a acumular argumento y trama sobre la idea del relato, como
normalmente ocurre con este tipo de adaptaciones, sino que le da un sentido
nuevo, añadiendo formas y detalles nuevos a las ya conocidas escenas del
original para llevar la historia a una nueva dimensión
de terror.
En
lo negativo, debo señalar que en la segunda parte de la cinta pierde algo de
tensión, la convencional interpretación de Jane Asher y el mal envejecimiento
de algunas escenas y efecto algo triste e inevitable.
Pero,
el gran acierto de esta película, por encima de todo es que, con su horror,
violencia, y morbo, es para todos los públicos. ¿Cuántas películas de terror
tienen esta etiqueta? Un brindis por el
ingenio de Roger Corman, por crear algo terrorífico sin recurrir a los simples
excesos de sangre.
Trailer:
Calificación: 3 de 6.
sábado, 20 de junio de 2015
viernes, 19 de junio de 2015
Magnífico McQueen (Magnificent McQueen)
Magnífico McQueen
“No estoy seguro de si soy un actor que corre o un corredor que actúa”
(Steve McQueen)
Nacido en Indiana el 24 de Marzo de 1930, Terence Steven
McQueen se unió a los 17 años al Cuerpo de Infantería de la Marina trabajando
como conductor de tanques y como mecánico, probablemente estimulando así su
interés permanente en los vehículos, especialmente en las motocicletas y los
coches de carreras.
Recibió en esa misma época una distinción por rescatar a
cinco infantes de marina en un accidente de entrenamiento, y aprovechó más
adelante sus beneficios militares para estudiar en el Actor's Studio de Nueva
York.
En 1955, él y Martin Landau fueron los dos únicos actores a
los que Lee Strasberg aceptó tras una prueba general a dos mil candidatos. Al
encontrarse con Landau, McQueen le comentó que ya se conocían.
Cuando Landau quiso saber de dónde, Steve le contó que le
vio en la parte posterior de la motocicleta de James Dean cuando en una ocasión
Dean la llevó a reparar a un garaje de Nueva York. El mecánico de motocicletas
de dicho garaje no era otro que McQueen.
Steve consiguió su primer papel importante en “Cuando hierve
la sangre” (1959), personaje que originalmente iba a ser interpretado por Sammy
Davis Jr. Pero una discusión entre éste y Frank Sinatra, protagonista de la
película, provocó que Davis fuera sustituído por Steve.
En 1963, McQueen abandonó brevemente el rodaje de “La gran
evasión” por considerar que su papel no era lo suficientemente extenso.
Afortunadamente para la historia del cine, dos de sus
compañeros de reparto, James Garner (al que le unió siempre una estrecha
amistad) y James Coburn, le convencieron para que volviera.
El capitán Hilts al que da magistralmente vida Steve en esta
maravillosa película es hoy su más conocido y exitoso personaje, merecidamente
recompensado en el Festival de Cine de Moscú con un galardón al mejor actor.
En 1976 Steve apareció, como un motociclista más, con casco
y sin acreditar, en la película “Dixie Dynamite”. Se cuenta que se convocó a
los motociclistas de la zona para participar en esta aventura de bajo
presupuesto y entre los que se presentaron estaba McQueen. Con sobrepeso y una poblada
barba, el actor pasó desapercibido hasta que el ayudante de producción vio su
nombre en la lista de los presentados.
En la película, según parece, se reconoce su estilo de
conducción (de pie sobre los pedales, inclinado hacia delante y la cabeza sobre
el manillar).
"El Yang- Tse en llamas"
"El estrellato equivale a éxito económico y el éxito
económico equivale a seguridad”
En ese mismo año le propusieron el personaje que hizo Kevin
Costner dieciséis años después en el “El guardaespaldas”, pero el proyecto se
quedó tan sólo en eso. Curiosamente, McQueen es el actor favorito de Costner y
su principal influencia como intérprete.
Formado con el cinturón negro Pat E. Johnson en Tang Soo Do
(arte marcial tradicional de Corea, enfocado hacia la disciplina y la práctica
de defensa propia), Steve fue también entrenado en Jeet Kune Do por Bruce Lee.
En 1979 le fue otorgada la licencia de piloto privado de la
FAA (Federal Aviation Administration), aprendiendo a volar en un biplano
Stearman, que había comprado para ese fin, con la misma destreza, según
cuentan, con la que manejaba los coches de carreras.
"Los siete magníficos"
En 1982, tras la muerte del actor, el biplano fue vendido en
pública subasta junto con su gran colección de vehículos.
“Un actor es una marioneta manipulada por una docena de
otras personas. El automovilismo tiene dignidad. Pero necesita la misma
concentración absoluta”
A lo largo de su extensa carrera, Steve fue considerado para
protagonizar títulos como “El gran Gatsby”, “Alguien voló sobre el nido del
cuco”, “Encuentros en la Tercera Fase”, “Harry el sucio”, “French Connection” o
“Superman”. Películas en las que, por un motivo u otro, él no se vio apropiado,
pero que encumbraron a todos y cada uno de los actores que las llevaron
finalmente a la pantalla.
También hubo personajes a los que optó McQueen que se le
escaparon de las manos en el último momento. Como el protagonista de “Marcado
por el odio”, que finalmente protagonizó Paul Newman, relegando a Steve a un
pequeño papel en la película. O el protagonista de “Desayuno con diamantes”,
papel que fue a parar finalmente a George Peppard y que Steve no pudo llevar a
cabo por su contrato con la serie televisiva "Wanted: Dead or Alive"
(1958).
"Papillon"
O el de Sundance en “Dos hombres y un destino”, al que tuvo
que renunciar por un problema con su agente. O el del Coronel Kurtz en
“Apocalypse Now”, que recayó finalmente en Marlon Brando.
Gran olvidado en los Premios de la Academia (tan sólo fue
nominado a un Oscar por “El Yang-Tsé en llamas”), McQueen fue mejor reconocido
en los Globos de Oro, consiguiendo una nominación por su gran papel en
“Papillon” y obteniendo en 1967 y 1970 el Henrietta Award como actor favorito
del año.
“Hay algo en mis ojos de perro lanudo que hace que la gente
piense que soy bueno”
Hace hoy 80 años que Steve llegó a este mundo con una
motocicleta debajo del brazo. Y en Noviembre del presente año hará ya 30 que se
nos fue, demasiado pronto, con tan sólo 50 años de edad, y a la vertiginosa
velocidad de un coche de carreras.
"Bullit"
Pero nos ha dejado personajes como Hilts, Papillon, Vin,
Cincinnati Kid, Thomas Crown, Bullit, Michael Delaney, Tom Horn, Junior Bonner…
Y películas hoy ya clásicas como “La gran evasión”, “Papillon”, “Los siete
magníficos”, “El rey del juego”, “Bullit”, “El coloso en llamas”, “Las 24 horas
de Le Mans"... Y su maravillosa sonrisa.
Motivos más que suficientes para que permanezca en nuestro
recuerdo. Y, por supuesto, a toda pantalla.
(Publicado por Clementine)
miércoles, 17 de junio de 2015
La caza (La caza) - (1966) - (Director: Carlos Saura)
Título original: La
caza
Año: 1966
Duración: 93 min.
País: España.
Director: Carlos
Saura.
Guión: Angelino Fons,
Carlos Saura.
Música: Luis de Pablo.
Fotografía: Luis
Cuadrado.
Reparto:
Ismael Merlo, Alfredo
Mayo, José María Prada, Emilio Gutiérrez Caba, Violeta García, Fernando Sánchez
Polack, Violeta García, María Sánchez Aroca.
Género: Drama.
Sinopsis:
Tres amigos van de caza a un coto
que fue escenario de una batalla durante la Guerra Civil (1936-1939). Todos
ellos están pasando por momentos difíciles, separaciones, problemas con el
alcohol, de modo que lo que iba a ser una tranquila jornada de caza se
convierte en un enfrentamiento entre los tres.
Premios:
COMENTARIOS:
La década de los sesenta fue una
fiesta cinematográfica en Europa. El auge de los nuevos cines fue simplemente aplastante, avasallador en su
ruptura, deslumbrante en su inteligente atrevimiento. La revolución narrativa y
estética experimentada por el cine también tuvo una gran significación en la
industria de cine española, donde incluso se vio apoyada por un ligero cambio
en el apoyo del régimen franquista (con el nombramiento de García Escudero
como director general de Cinematografía y Teatro), pese a que seguía inamovible
la Junta de Clasificación y Censura de Películas. El conocido como Nuevo Cine
Español (NCE) siempre se ha hallado por detrás de las olas francesas,
italianas, inglesas y alemanas, pues pese a la importancia que tuvo en su
momento, pocas huellas reconocibles han perdurado en la evolución histórica del
cine español, incluso dentro de las filmografías de los propios realizadores
que lo conformaron. La lista de realizadores es larga si aunamos tanto al grupo
que surgió de las Conversaciones de Salamanca de 1955 (Saura, Patino, Regueiro,
Gutiérrez Aragón...), con la Escuela de Barcelona (Jordà, Esteva,
Portabella...) e, incluso, los realizadores experimentales vascos (Aguirre,
Sistiaga); pero sería más inteligente resaltar los realizadores que
conformarían el grupo más potente de la época, la verdadera "nueva
ola" española: Carlos Saura, Basilio Martín Patino, Joaquim Jordà, Jorge
Grau y Antonio Eceiza.
Se podría tomar como punto de
salida tres obras claves de la cinematografía española: Viridiana (1961. Luis
Buñuel) —el realizador aragonés jamás pertenecería a ningún nuevo cine,
primero, por su condición de nómada exiliado, segundo, porque como otros
grandes realizadores como Pasolini, Fassbinder o Bresson, no se puede incluir
dentro de ningún nuevo cine, pues ellos mismos, por decirlo de una manera
tosca, ya son su propia filosofía, tendencia y vanguardia—, Plácido (1961. Luis
García Berlanga) y Los golfos (1960. Carlos Saura); estas dos últimas, claras
herencias del neorrealismo de Rossellini y De Sica, territorio afín al
guionista Rafael Azcona, que además de Plácido, escribiría buena parte de las
películas claves de la época: El pisito (1959) y El cochecito (1960), ambas de
Marco Ferreri, El verdugo (1963. Luis García Berlanga), Peppermint Frappé
(1967. Carlos Saura), Los desafíos (1969. Azcona, Egea, Guerín y Erice)...
Carlos Saura es un realizador, ya no sólo clave, sino punta de lanza de toda esta
generación perdida de directores. De sus primeras inquietudes rossellinianas
con "Los golfos", intentó una estilización viscontiana en "Llanto por un bandido" (1964), hasta realizar "La caza", film básico, tanto para la evolución como
cineasta del propio Saura —de lo que no es ajeno el hecho de que fuera la
primera colaboración entre el realizador oscense y el productor vasco Elías
Querejeta—, como para el NCE en su totalidad. En palabras de Zunzunegui «La
caza supondrá su tercer (y por mucho tiempo último) paseo por los difíciles
caminos del "realismo", aunque estemos ya en un "realismo"
profundamente teñido de "simbolismo"». Así, "La caza" se convierte en
un film bisagra, entre el realismo cercano al documental de "Los golfos" y las
piezas alegóricas (de una dramática que se autoempuja hacia la ficción
terrorífica), que Saura filmaría con un estilo cercano a la maestría, como
pueden ser "Peppermint Frappé", "Ana y los lobos" (1973), "La prima Angélica" (1974)
y "Cría cuervos" (1976). Bisagra que se podría entender entre el documentalismo
de Patino en "Nueve cartas a Berta" (1965) y Fernán-Gómez en "El extraño viaje" (1964), frente a la experimentación de “De cuerpo presente” (1967), de Antonio
Eceiza y el godardismo de "Acteón" (1967), de Jorge Grau.
"La caza" es una película total.
Cuatro personajes (Paco, Luis, José y Enrique, éste, yerno del primero) bajo un
sol abrasador entregados a la caza del conejo —título preliminar de la película
que la censura recortó a su título definitivo— que acabará deviniendo en
"la caza del hombre", la mejor caza, en palabras de Luis (José María
Prada), el cazador hedonista, entregado a la bebida y a la literatura de
ciencia-ficción como medio de supervivencia. La reunión de estos tres amigos de
juventud (el cuarto, sin estar presente físicamente —suicidio de por medio—, lo
está a un nivel psicológico, como una verdadera carga sobre unos personajes que
no son ni meros reflejos de lo que fueron en el pasado), a los que se les une
el joven Enrique (Emilio Gutiérrez Caba), por momentos, el testimonio del
espectador dentro del film, mientas va retratando con su cámara fragmentos de
la evolución del catártico día de caza, en realidad, una mera excusa de José
(Ismael Merlo), el cazador mentiroso, canalla y más perturbado del grupo, para
pedir un préstamo a Paco (Alfredo Mayo), el cazador soberbio, autoritario y
despiadado, que tanto desprecia al tullido campesino que cuida las tierras de
José, como a su propio amigo cuando se rebaja a pedirle dinero.
Hay en La caza mucho de Chabrol y
Godard, en especial en el ritmo narrativo y los trucajes fílmicos empleados:
movimientos bruscos de cámara, diálogos en primer plano como monólogos…
Bajo el abrasante sol de Toledo
–elemento recurrente del film, que subraya constantemente la situación extrema
en la que se están colocando los personajes–, van aflorando gradualmente los
rencores, las diferencias y las envidias. Todo ello desembocará en la dantesca
escena final en la que los tres protagonistas acabarán masacrados los unos por
los otros en una orgía de violencia y sangre. La cacería actúa, sin duda, como
una metáfora de la Guerra Civil, el principal tabú entre los tres amigos, al
que aluden en más de una ocasión sin querer profundizar demasiado en él. Así,
organizan la caza como si de una operación militar se tratase, con la cámara
recreándose en la minuciosa preparación de las armas que llevan a cabo. A esta
visión castrense de la actividad de la caza se une la matanza indiscriminada de
conejos, filmada con una gran crudeza, que incide en la naturaleza violenta de
los tres protagonistas y nos va preparando sutilmente para el terrible
desenlace final.
La Guerra Civil es el gran
silencio de la película. "La caza" es una película en la que las
alusiones son fundamentales: aquello a lo que se alude pero no se dice es, a
veces, mucho más importante que lo que sí articulan los personajes. Arturo es
el otro gran silencio del film, la otra ausencia relevante, el personaje que
debería participar en la cacería pero que no puede. De él sabemos que se
suicidó a causa de cierto desfalco que cometió, pero muy pocos datos podemos
recabar sobre él porque los demás personajes aluden a su caso de manera muy superficial.
En definitiva, en mi opinión,
"La caza" constituye una obra maestra del cine español, una película
producto de su tiempo y realizada en un período en el que era imperante que los
directores fuesen cuidadosos e imaginativos para poder contar sus historias en
imágenes salvando el escollo de la censura. En "La caza" la violencia
aparece tratada de una manera metafórica, casi lírica, a menudo latente, pero
sólo patente –y en toda su crudeza y esplendor– en el desenlace.
(Parte de los textos de Erin and Anton Garcia)
Trailer:
Calificación: 6 de 6
lunes, 15 de junio de 2015
domingo, 14 de junio de 2015
viernes, 12 de junio de 2015
Violent Saturday (Sábado trágico) - (1955) - (Director: Richard Fleischer)
Sábado trágico
Título original: Violent
Saturday
Año: 1955
Duración: 87 min.
País: Estados Unidos.
Director: Richard Fleischer.
Guión: Sydney Boehm (Novela: William L. Heath)
Música: Hugo
Friedhofer.
Fotografía: Charles
G. Clarke.
Reparto:
Victor Mature, Richard Egan, Stephen McNally,
Lee Marvin, Ernest Borgnine, Virginia Leith, Tommy Noonan, Margaret Hayes, J.
Carrol Naish, Sylvia Sidney, Billy Chapin, Dorothy Patrick.
Género: Thriller.
Sinopsis:
En un pequeño pueblo de Arizona,
donde nunca pasa nada, los demonios personales de sus habitantes estallan con
motivo del atraco a un banco. Entre las historias que se entrecruzan están la
de un miembro de la comunidad amish que debe hacer frente al pecado de la
violencia, un padre que debe proteger a su hijo y un hombre que intenta
recuperar el amor de su esposa.
COMENTARIOS:
Tres forasteros se presentan en
Bradenville, un pequeño pero próspero pueblo minero de Arizona, con la
intención de asaltar el banco local, basándose en un meticuloso plan que les
hará pasar un tanto desapercibidos sin tener que llamar demasiado la atención
de sus habitantes.
Por otro lado también asistimos a
los problemas personales y familiares de algunos de sus ciudadanos. El
apoderado propietario de las minas, Boyd Fairchild (Richard Egan) y su
administrador Shelley Martin (Victor Mature), cuyas vidas sentimentales se desvían
por distintos cauces. Boyd quiere recuperar a su mujer Emily (Margaret Hayes)
de una crisis matrimonial que va cayendo en picado mientras que Shelley quiere
demostrar lo orgulloso que se siente de su hijo Steve (Billy Chapin) a quien le
hubiera gustado ver a su padre condecorado como héroe de guerra. Lo que parecía
un tranquilo sábado para todos, a pesar de dichos problemas domésticos, el
atraco al banco va a cambiar bruscamente los acontecimientos dando un giro
inesperado a sus vidas.
Película de personajes, según una
novela de William L. Heath, que va subiendo en intensidad hasta llegar a un
clímax final resuelto con gran brillantez. Atención especial merece su reparto
con J. Carrol Naish, Stephen McNally y Lee Marvin como los tres atracadores,
Sylvia Sidney como una ladrona, Victor Mature como el cobarde desertor de la
guerra y Ernest Borgnine como el amish.
“Sábado Trágico” es una de las
mejores películas que realizó el irregular pero casi siempre interesante Richard
Fleischer (director de la sobresaliente cinta de Ciencia-Ficción “Cuando el
Destino nos Alcance”) que combina una primera parte de carácter melodramático a
lo Douglas Sirk en cuánto a mostrarnos la apariencia de cada uno de los
personajes; para pasar a una segunda mitad salpicada por la violencia
característica en los filmes de género policíaco (Lee Marvin se hace amo de la
función como villano sin escrúpulos). Destaca también la presencia del
secundario de lujo Ernest Borgnine, que interpreta a un bondadoso patriarca
Amish, y que probablemente Peter Weir tomaría nota para su film “Único Testigo”
(Witness, 1985).
De hecho es el atraco, y las
circunstancias que de él se derivan, lo que paradójicamente, va a poner punto
final a los pequeños dramas individuales o de pareja antes desarrollados, y que
hasta ese momento final permanecen ocultos o irresueltos, pintando así una
sociedad marcada por cierta hipocresía y por las apariencias.
Con un excelente reparto, que
incluye estrellas pasadas (Sylvia Sydney), presentes (Mature, Borgnine) y
emergentes (Lee Marvin), y un guión notable, que dibuja perfectamente a los
personajes (ciertamente variados, incluyendo a una familia Amish), la
realización encuentra sus mejores momentos en los planos o secuencias en los
que confluyen las diversas tramas de la película, francamente bien resueltos.
Pese a su forzada conclusión (todo resulta en ella "demasiado
oportuno"), un filme distinto y recomendable.
Trailer:
Calificación: 3 de 6.
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