Negulesco demuestra se maestria, en la taberna donde Hedy Lamarr y Paul Henreid está cenando, mientras una mujer canta un Fado, la cámara en un plano general, se mueve lentamente de izquierda a derecha, mostrándonos los rostros emociodados de todos los presentes hasta llegar a la mesa donde están nuestros dos protagonistas. Gran escena, romántica, sensible, emocionante... aquí se demuestra cuando tras las cámaras hay un maestro.
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