jueves, 7 de abril de 2016

Borgen (TV Series) (2010/2016) - (Creador: Adam Price)



Borgen (TV Series)

Título original: Borgen (TV Series)

Año: 2010

Duración: 58 min.

País: Dinamarca.

Directores:

Adam Price (Creator), Mikkel Nørgaard, Annette K. Olesen, Louise Friedberg, Rumle Hammerich, Søren Kragh-Jacobsen, Jannik Johansen, Jesper W. Nielsen.

Guión:

Jeppe Gjervig Gram, Adam Price, Tobias Lindholm.

Música: Halfdan E.

Fotografía:

Magnus Nordenhof Jønck, Eric Kress, Lars Vestergaard, Lasse Frank Johannessen, Rasmus Heise.

Reparto:

Sidse Babett Knudsen, Birgitte Hjort Sørensen, Pilou Asbæk, Mikael Birkkjær, Freja Riemann, Emil Poulsen, Thomas Levin, Søren Malling, Christoph Bastrup.

Género: Drama Político.

Sinopsis:

Serie de TV. (2010-Actualidad). Serie sobre política que narra el ascenso de la carismática Birgitte Nyborg al puesto de Primera Ministra de Dinamarca, y de la influencia del poder en su vida profesional y personal. Borgen es el nombre común con el que se conoce el castillo de Christiansborg donde se encuentran los tres poderes del estado danés: el parlamento, la oficina del Primer Ministro y la Corte Suprema.

Premios:

2011: Premios BAFTA TV: Mejor serie de TV - Internacional.





COMENTARIOS:

“Es un drama de primera división en cualquier lengua”, señala Stephen King

Todos los que siguen mi blog, no les sorprenderá mi seguimiento y  admiración por las series nórdicas (Bedrag, Bron/Broen, Forbrydelsen, Varg Veum, Wallander (serie sueca), Maria West, Raid...) y en concreto las danesas, algunas de ellas nunca estrenadas en España, series que  por desgracia no son las más conocidas en nuestro país. 




Un ensayo reciente, Dying every day (Muriendo cada día), estudia el papel del filósofo Séneca en la corte de Nerón y su autor, James Romm, vuelve una y otra vez a una cuestión crucial: ¿Se puede salir indemne del poder? ¿Se puede ejercer el mando sin quedar moralmente tocado por las decisiones que se deben tomar? Hay pocas cosas tan alejadas de la Dinamarca contemporánea, uno de los países más transparentes, igualitarios, verdes y democráticos del mundo, como el cruel y enloquecido mundo de la dinastía Julio-Claudia. Sin embargo, esa cuestión se encuentra en el centro de la magnífica serie: Borgen, que relata la historia de los problemas políticos y cotidianos de una primera ministra danesa que, por encima de cualquier otra cosa, trata de ser decente y no traicionar ni sus principios ni los de sus votantes.





La primera temporada de Borgen —nombre con el que se conoce el castillo de Christiansborg donde se encuentran los tres poderes del estado danés— relata a lo largo de diez episodios cómo Birgitte Nyborg, una política centrista interpretada por Sidse Babett Knudsen, se convierte en jefa de Gobierno, apoyada por una compleja coalición (más bien cogida con pinzas). La serie está más cerca de El ala oeste de la Casa Blanca, por la forma en que muestra las interioridades del poder y la relación con asesores y ministros, que de cualquiera de las dos versiones de House of cards, donde la maldad y el poder van siempre de la mano . Sin embargo, no ofrece una visión clemente o idealista de lo que ocurre entre bambalinas.






"Me había prometido no mentir en mis primeros 100 días", afirma Nyborg cuando se encuentra ante su primera crisis seria. La jefa de Gobierno tiene que lidiar con el realismo político —"Usted vende mis políticas, pero yo las hago", le dice a su jefe de prensa cuando trata de influir en una de sus decisiones—, con intereses económicos que tratan de frenar sus reformas, con su propia conciencia y con la conciliación familiar. La prensa representa una auténtica subtrama de la serie a través de dos coprotagonistas, la periodista de televisión Katrine Fonsmark (Birgitte Hjort Sorensen) y el asesor de comunicación, Kasper Juul (Pilou Asbaek).





La serie, producida por la televisión pública danesa y estrenada en 2010, va por la tercera temporada y ha logrado picos de audiencia en su país equivalentes al 40% de la población. Logra ser muy danesa pero también universal. De hecho trata temas, como el espionaje, que acabarían en los titulares de medio mundo. Cuando se estrenó en EE UU, el novelista Stephen King escribió en la revista Entertainment Weekly que era lo mejor que había visto ese año. "No se tarda mucho en entender que la política danesa no es muy diferente de la estadounidense. En la televisión de EE UU, cuando la familia y la ambición se encuentran suele triunfar (de forma muy poco realista) la familia. Aquí no se endulzan las cosas. Hay una cosa que tengo muy clara: es un drama de primera división en cualquier lengua".





El creador de Borgen, Adam Price, de 46 años, mitad británico y que también es el chef televisivo, explicó a The Guardian la génesis de la serie: "Me pareció muy interesante el hecho de que en nuestras autosuficientes democracias occidentales no queramos molestarnos en defender la democracia. Quizás ni siquiera votamos. Y es un dilema interesante: ¿Cómo podemos defender la democracia siendo a la vez tan cínicos sobre ella?".

La serie es ante todo una reivindicación del papel de la política, sin cinismo pero sin almíbar. Y es la historia de una mujer que, desde el poder, trata de llevar a cabo una serie de reformas que cree sinceramente que pueden mejorar su país, a la vez que se enfrenta a la crisis que genera en su hogar, dos hijos pequeños y un marido profesor de economía, su desaparición de la vida cotidiana. Algunos capítulos están encabezados por citas de Maquiavelo. Dinamarca no es, desde luego, la Florencia de los Médici, ni la Roma de Nerón pero los problemas y dilemas a los que se enfrenta el príncipe —la princesa en este caso— flotan por encima de cualquier tiempo y espacio.





No hace falta ser un gran aficionado a la política y al periodismo para seguir Borgen pero estos son los temas principales que están tratados de manera impecable, aunque la trama periodística coge peso en la última temporada (en especial el personaje de Torben)

Brigit Niborg es la candidata de un partido de centro llamado Los Moderados que por contingencias de los resultados electorales se ve en posición de formar gobierno y para ello tendrá que buscar apoyos de todos los espectros.





Cada capítulo trata un tema de ámbito político diferente, tocando varios a lo largo de los 30 capítulos divididos en tres temporadas. A saber: política exterior, elecciones, ecología, temas étnicos, espionaje, el pasado que sale a relucir, etc otros capítulos tratan de un ministro o de un partido, sin olvidar los temas generales , por así llamarlo, de los personajes, ya sea en temas de familia, amor o enfermedad de Casper, Katrin o de la propia Brigit. La estructura no es compleja.

En Borgen aparecen muchos entretejidos reales acerca de los roles que se juegan en las candidaturas y en la carrera política hacia el poder. Vemos cómo actúan los asesores de prensa de cada uno, cómo se manejan los medios de comunicación, incluso el momento que elige cada político para hacer declaraciones jugosas. Nada está librado al azar, las declaraciones se hacen en un lugar estratégico, a un medio de comunicación determinado, con una vestimenta especial y un tono de voz específico.





Contamos con personajes muy logrados como el líder de la derecha Jeselbou o el villano socialdemócrata Laugesen (genial este personaje).

Congresos de partido, disidencias internas, consejos de ministros, negociaciones para sacar leyes o debates televisivos. Genial. Si te gusta la política te encantará Borgen. Mucho mejor que West Wing. (parte de los comentarios publicados por Capitán Butle)





En resumen, magnífica serie de tres temporadas de 10 episodios cada una. Lamentablemente Price anunció que la tercera seguramente sería la última temporada. Borgen es una perlita en el universo de la ficciones televisivas que no cuenta con la popularidad de otras series. Está en la línea de Bron/Broen o Forbrydelsen. Acérquense y pierdan el miedo a las series en otra lengua o de países más lejanos, no se van a arrepentir.


Trailer:



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