La tía Tula
Título original: La tía Tula
Año: 1964
Duración: 109 min.
País: España.
Director: Miguel Picazo.
Guión: José Miguel Hernán, Luis
Sánchez Enciso, Manuel López Yubero, Miguel Picazo (Novela: Miguel de Unamuno).
Música: Antonio Pérez Olea.
Fotografía: Juan Julio Baena.
Reparto:
Aurora
Bautista, Carlos Estrada, Enriqueta Carballeira, Irene Gutiérrez Caba, Laly
Soldevilla, Paloma Lorena, Paul Ellis, Emilia Zambrano, Coral Pellicer,
Montserrat Julió, Chir Bermejo, Esmeralda Adam, Margarita Calahorra, María
Hevia, María Teresa Dressel, Mari Loli Cobos, Carlos Sánchez Jiménez, Juana
Azorín, Ricardo Díaz, Lola Marquerie, Miguel Armario, José María Prada, Julia
Delgado Caro, Fanny Maral, Lola Gaos.
Género: Drama.
Sinopsis:
Ramiro,
empleado de banca en una ciudad provinciana y padre de dos hijos de corta edad,
ha quedado, tras la muerte de su esposa, al cuidado de Tula, su cuñada. Tula,
mujer guapa, inteligente, próxima ya a la cuarentena, es el exacto prototipo de
la señorita española de una época todavía no muy lejana. Pero
Tula, que ve en sus sobrinos a unos hijos que, tal vez, no le lleguen nunca,
tiene que vivir bajo el mismo techo con un hombre que, para evitar comadreos,
ofrece la honrada fórmula del matrimonio. Opera prima del director Miguel
Picazo, que realizó una brillante adaptación de la novela de Miguel de Unamuno.
.
COMENTARIOS:
En
1964, el joven director Miguel Picazo (Cazorla, 1927) estrenaba su ópera prima,
'La tía Tula', película que iba a marcar un hito en la historia del cine
español. Adaptación de la novela homónima de Miguel de Unamuno, Picazo recuerda
para EL MUNDO, en su estreno en el Festival de Cine de San Sebastián, donde
consiguió alzarse con el premio a la mejor dirección.
"Se
proyectó el día antes de la clausura. Yo estaba en el palco y el jurado se
había reunido antes. Mientras la estaba viendo vino Fernández-Cuenca, el
director del Festival, para anunciarme que el jurado internacional me había
otorgado el premio a la mejor dirección. En ese momento, que era la famosa
escena de la confesión de la Tía Tula, interpretada magistralmente por Aurora
Bautista, escuché una ovación ensordecedora y lo mismo sucedió con la escena de
las beatas. Y al final, tú sabes lo que es ver a todo el público de pie, de
cara al palco aplaudiendo más de cinco minutos... En el jurado estaba Nicholas
Ray ['Rebelde sin causa'], que se convirtió en un gran entusiasta de la
película. Después de aquello, me invitaron a dar conferencias en 24
universidades norteamericanas", recuerda un Picazo emocionado.
Lúcido
y osado drama que, centrando su punto de mira minuciosamente sobre la España
profunda de los pueblos en los años sesenta, aborda de frente una temática
escabrosa y subyaciente, con la virtud de un guión magníficamente adaptado de
la novela homónima de Unamuno.
Con
la fuerza punzante de un aguijón y la atmósfera enrarecida por pasiones a flor
de piel, apenas reprimidas bajo la frágil superficie, Miguel Picazo trasladó al
celuloide la esencia vital de los deseos y debilidades humanas enfrentados al
muro del decoro y de la decencia impuestos por una sociedad de férreos
principios religiosos y de observancia de las apariencias.
Tula,
una mujer joven, bella y hacendosa que se hace cargo del cuidado de su cuñado y
de sus sobrinos cuando su hermana muere, se irá encontrando progresivamente
ante una tesitura insostenible. Ella, educada como cualquier mujer de casa
decente, vive ciega a la existencia de ese universo oculto de los deseos carnales,
que rechaza categóricamente. Representa la viva imagen de la virgen vestal,
pura, casta y renegando del contacto amoroso con los hombres, así como del
matrimonio. De carácter fuerte e intransigente, aterrorizada en el fondo por la
idea de someterse a un hombre, realiza su labor de abnegada entrega a la
familia de su hermana fallecida tratando de ignorar los indicios alarmantes. Su
cuñado, hombre joven, atractivo y pasional, no tarda en dejar aflorar el deseo
sexual que ella, inconscientemente e involuntariamente, le va despertando. Poco
a poco, la situación se va haciendo irrespirable... Hasta que llega la
inevitable crisis y Tula se encontrará ante una encrucijada en la que tendrá
que tomar una decisión, no queriendo admitir aún que su ilusoria vida familiar
no es más que un espejismo que puede quebrarse en cualquier instante. Ella,
manteniéndose en su ciega obstinación, no quiere admitir que se encuentra en
una posición falsa...
Mordiente,
sutil y crudo análisis de la situación de una mujer cuya sexualidad ha sido
sofocada de raíz por la sociedad de mediados de siglo, para la que el sexo y el
amor apasionado era uno de los grandes temas tabúes. Tula es la abanderada de
muchas mujeres que interiorizaron dicha represión y que se vieron sometidas a
la doble moral de una cultura hipócrita y en exceso mojigata (que ha existido y
seguirá existiendo en todas partes). Esa doble moral dictaba que las féminas
debían ser castas de pensamiento, sumisas y abnegadas, dedicadas de lleno a su
cometido de esposas y madres; mientras que los hombres, por ser hombres,
estaban dotados de ciertos deseos "inherentes" al varón y sentían la
necesidad de desfogarlos.´
Una parte del comentario publicado por: Vivoleyendo
Una escena de a película:
Calificación: 5 de 6.
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