miércoles, 18 de enero de 2012

Buda az sharm foru rikht (Buda explotó por vergüenza) - (2007) (Director: Hana Makhmalbaf)







TÍTULO ORIGINAL Buda az sharm foru rikht.
AÑO 2007
 
DURACIÓN: 81 min.
 
PAÍS: Irán.
DIRECTOR:Hana Makhmalbaf.
GUIÓN: Marzieh Meshkini.
MÚSICA: Tolibhon Shakhidi.
FOTOGRAFÍA: Ostad Ali.
REPARTO:
Nikbakht Noruz, Abdolali Hoseinali, Abbas Alijome.

SINOPSIS:
Bajo la estatua del Buda que destruyeron los talibanes aún viven miles de familias. Baktay, una niña afgana de seis años, es incitada a ir a la escuela por el hijo de sus vecinos, que lee los alfabetos frente a su cueva. El problema inicial es que Baktay no tiene cuaderno ni lápiz. Para el cuaderno debe buscarse la vida, como lápiz, decide llevar el pintalabios de su madre, lo que provoca que unos niños, que juegan a ser talibanes, decidan apedrearla. Los niños de la aldea juegan a la guerra con ramas que hacen pasar por fusiles y cometas que representan cazas de combate. Pero no todo es de pega: en este juego, las piedras son de verdad. Cuando atrapan a Baktay, ya tienen a otras tres niñas encerradas en una cueva. Los motivos para retenerlas varían entre que opinan que una niña no debería ir a la escuela o que las pequeñas tienen los ojos demasiado bonitos. Reflejan la sociedad violenta en que viven sus mayores.

COMENTARIOS:
La joven realizadora iraquí Hana Makhmalbaf (Teherán, 1988) nos obsequia con su primer trabajo como directora un film ambientado en Afganistán.
En la pantalla los niños hacen de adultos. Se trata de un juego. Actúan imitando modelos y eso modelos no son otros que referentes a actos bélicos y violentos, a la guerra que están mamando, por desgracia, desde su nacimiento. Ellos son los testigos de todas las atrocidades cometidas en ese periodo.
A pesar de las muchas metáforas en la narración lo que siempre está presente, sin apenas ser visible, es la guerra. Una extraña sensación que envuelve todas las escenas.
No se trata de una película entretenida ni agradable de ver, tampoco creo que haya sido el objetivo al realizarla. Es casi un documental que nos muestra la realidad de un país abandonado a su suerte. Comienza y termina con imágenes de archivo de la destrucción de dos gigantescas estatuas de Buda.
La imagen de las explosiones de los budas, que se nos recuerda en este film, es un gesto incompresible de intolerancia, hacia lo que representa un icono de la filosofía budista.

En este ambiente nos presentan el mundo de los niños en un país donde el extremismo islámico que conocemos, ataca desde los juegos más inofensivos el concepto de lo que representa la mujer para estos pueblos, desde la más tierna infancia.

Impresionante lo mucho que se puede lograr con tan poco. Interpretada casi en su totalidad por niños pequeños, que resultan absolutamente creíbles, tiene momentos en que da más miedo que cualquier película de terror. Y es que la directora, con tan solo 18 años, ha sabido usar sabiamente el comportamiento y los juegos de los niños para hacer un símil de la sociedad talibán. Eso, junto con una banda sonora que contribuye a generar tensión, consigue hacer pasar un maravilloso mal rato al espectador.
Lo mejor de la película es su joven actriz, una niña que llora, que ríe, que transmite una candidez y una inocencia que se sabe perderá pronto. Y su tozudez por querer ir a la escuela, su ansia por aprender historias... nos hace entrar en una sociedad muy diferente a la que conocemos, donde se trata de parabolizar sobre la mujer en el mundo talibán.
Se nota cierta bisoñez en la dirección de Hana, pero es un cine honesto, donde se filma la realidad, en un tono casi documental, y con la fuerza de la historia que emana de su sencillez. Debería verse.



Tráiler:


Calificación: 4 de 6.

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